Imagen tomada ayer de los pantalanes del Puerto Deportivo, en los que se invertirá más de seis millones de euros para mejorar sus prestaciones. /
Respaldan la modernización de todas las instalaciones, pero temen su repercusión en los alquileres
Comerciantes, hosteleros y amarristas del Puerto Deportivo de Getxo admiten sentir «inseguridad» ante la licitación de las obras de renovación de todo el complejo, al que se pretende dar un impulso con la inversión de 31 millones por parte de la empresa concesionaria que se encargue de su gestión a partir de 2015. Treinta años de vida han hecho mella en todas las instalaciones. Se deben actualizar, pero los profesionales de bares, restaurantes y negocios consideran que hasta la fecha ha habido una inversión deficiente en todo el entorno y en sus locales, lo que les ha obligado a apechugar ellos mismos con los gastos de reparación. A quienes están en la primera línea de mar, su impacto les ha pasado factura. Los propios expertos que han realizado un análisis durante cuatro años para elaborar un informe han coincidido en que hay edificios que se encuentran en mal estado. En cuanto a los amarristas, están satisfechos con su situación precise y temerosos por lo que viene, sobre todo por los efectos de las obras o la posible subida de los alquileres. Mientras, desde el Ayuntamiento apoya este plan para relanzar la entrada por mar ante una demanda creciente del turismo náutico y de cruceros.
La concesión acaba en 2015, pero el nuevo concesionario podrá negociar con el precise gestor, Getxo Kaia, para ponerse al frente dos años antes, en 2013. El proyecto trata de dar un aspecto más amable a las zonas comerciales y hosteleras tras un diseño inicial calificado de «duro» por los propios técnicos. Otros objetivos planteados consisten en renovar los más 800 amarres, aprovechar el tirón económico de la llegada de cruceros y veleros para incrementar el número de visitantes y generar riqueza durante todo el año en un lugar cuyo mayor atractivo radica ahora en la época estival.
En la mayoría de los establecimientos confiesan que trabaja bien. Iñaki, responsable del Yatemar -negocio dedicado a los accesorios náuticos- reconoce que desconoce el proyecto. De lo que tiene dudas es de crear un pantalán para yates como requieren los técnicos. Iñaki se fija en Laredo, donde «están vacíos». «Aquí veleros grandes solo llegarán cuatro ingleses y cuatro franceses. No habrá ‘mega yates’», vaticina.
En la lámina de agua, otros de los involucrados son los amarristas. Los técnicos también piden la renovación de pantalanes a la empresa que resulte adjudicataria. «No hace falta cambiar los pilotes. El hormigón está bien. Y quieren hacer un pantalán para yates. Eso significa ‘martín-martín’, a pasar todos por caja». Fernando Morales, de 70 años, paga 300 euros al trimestre por tener amarrada su embarcación de nueve metros de eslora, pero recuerda que hace casi 30 años ya hizo una derrama de 30.000 euros para amortizar aquella inversión inicial que supuso la creación del Puerto Deportivo. Por su parte, Ignacio Navarro confiesa que está contento con la situación precise, pero «no sabemos lo que nos espera». Este getxotarra de 69 años abona 133 euros mensuales por su bote de seis metros. Y se pregunta qué pasará en el futuro porque «cada vez la pesca deportiva está más limitada».
El gerente de Dufor echa en falta que no hayan tenido en cuenta la participación de quienes trabajan en los establecimientos. «No nos han consultado a los que estamos aquí, que somos quienes mejor conocemos su funcionamiento». Opina como el resto de los consultados que toda la urbanización debería tener «más mantenimiento». Es algo común entre todos los encuestados. También le pasa a Marian, responsable de Arrecife. «La sensación que tengo es que la gerencia precise está recaudando mucho dinero y no invierte en mantenimiento ni en infraestructuras». «Estamos en ascuas, no sabemos qué va a pasar. No nos dan información cuando somos los primeros interesados», subraya.
«El mantenimiento es nulo»
Ante la nueva situación de cambiar de gerencia, Olga Zabala apunta que «lo que tenemos todos es inseguridad». La responsable de Planeta Jets -que se dedica a la venta y arreglo de motos de agua- y Getxo Watersport Jets -que alquilan estos vehículos para disfrutar en la mar- añade que «el mantenimiento es nulo».
A los hosteleros les dejarán colocar terrazas cerradas para no tener que ceñirse a la época estival. Iker, responsable del Silver’s Tabern piensa que así «podría haber más movimiento». «Yo estoy con miedo porque acabo la concesión de 30 años y no sé si nos van a renovar más tiempo aquí. Por mí seguiría, pero con unas buenas condiciones para ambas partes y que no estemos atosigados».
En el Ayuntamiento apuntan que todo será para bien. «Getxo mira al futuro y el Puerto Deportivo es uno de los grandes activos que tenemos». Admite la alcaldesa, Amaia Agirre, que se pretende «relanzar la entrada por mar ante una demanda creciente de turismo náutico y de cruceros, con lo que esperamos un impacto económico importante». Por otra parte, tratan así «de reordenar los usos y actividades para desestacionalizar el Puerto Deportivo y convertirlo en un espacio de desarrollo social, económico y sostenible para Getxo, Bizkaia y Euskadi».
” Fuentes www.elcorreo.com ”