“Se nos manda continuamente el mensaje de que si no tenemos con quién hacer algo, lo hagamos solas, en el afán por fomentar nuestra independencia”, señala a NIUS. Una recomendación, reconoce, que ella misma ha dado en más de una ocasión, pero que no siempre funciona. No todo el mundo esta preparado para hacer cosas solo. Como ir a cenar, al cine o viajar. “Tengo pacientes que al intentarlo vuelven peor porque no están en el momento de su vida de sentirse con fuerza, energía y seguridad para ello”, apunta.
Y fue así como se le ocurrió organizar viajes exclusivos para mujeres. “Me di cuenta de que solo había retiros espirituales o de yoga”, señala. Ahora compagina sus consultas con el diseño de estas escapadas. “Buscan crear un espacio de seguridad emocional y al mismo tiempo, de risas, diversión, de buen comer, naturaleza“.
“No es una terapia como tal pero trabajamos la autoestima”
Ya han hecho el Camino de Santiago y viajes de fin de semana a la Alpujarra, la Sierra de Huelva o Ronda. “No están enfocados a terapia, ni a trabajar a nivel clínico”, aclara. De hecho, la mayoría de las viajeras no son pacientes suyas, sino mujeres de toda España que buscan crecer emocionalmente, asegura. “Tienen la necesidad de un cambio. Las hay que han sufrido una ruptura sentimental o con problemas familiares o laborales y buscan trabajar su autoestima”, señala.
Grupos de 10 a 13 personas, de entre 30 y 50 años, que encuentran en estos viajes una vía de escape. “Se sienten cómodas para hablar de sus emociones, sus problemas, sus complejos y, al final, es como si hubieran pasado un fin de semana entre amigas”.
Viajar ayuda a salir de la zona de confort y de la rutina de una forma amable, explica la psicóloga. “Aumenta nuestro bienestar mental y nos da mayor calidad de vida. Está demostrado que reduce el estrés, mejora nuestra autoestima y aumenta la creatividad, que es un valor muy importante para enfrentar nuestros miedos o para tomar decisiones”, apunta. Por eso, ve tan necesaria la labor de esta especie de “agencia de viajes exclusiva”, como ella la outline.
La necesidad de hablar de emociones no es cuestión de género
Eso sí, no cierra la puerta a la participación de hombres en algunas de sus escapadas. Solo falta encontrar, cube, a aquellos a los que también les apetezca vivir esta aventura porque, de momento, solo tiene previsto un retiro mixto y no se ha apuntado ninguno. “Entre mujeres tenemos normalizado el crear un espacio para hablar de nuestras emociones. Los hombres, por cuestiones sociales y culturales, no. Y la necesidad de unos y otros es la misma”, aclara.
” Fuentes news.google.com ”