LOS ÁNGELES — Tres momentos, ante el Atlas, este domingo, marcaron y enmarcaron la actualidad de Sebastián Córdova. Queda claro: desde la época de Cuauhtémoc Blanco, el ‘10’ de El Nido, no había estado en mejor artesano mexicano.
Tres momentos en el Estadio Jalisco que ratifican porqué América ha tasado a ‘Pecastián’
–como le apodan en Coapa desde las infantiles–, entre 12 y 15 millones de dólares, etiqueta que ha hecho recular al Betis de Diego Lainez y Andrés Guardado.
1.- SEBAS EL BILLARISTA…
Con un hombre menos por la expulsión de Emanuel Aguilera, Santiago Solari reposiciona a Sebastián Córdova en la cancha. 0-0 el marcador.
Por derecha, con el balón a sus pies, y el horizonte poblado de rojinegros, detrás del bosque de rivales, atisba a un compañero. Un águila con vista de halcón. ¿Cómo citarse, prácticamente a ciegas, con el único invasor por parte de ese América diezmado?
Seguramente Córdova leyó a Euclides: “La distancia más corta entre dos puntos es una línea recta”. Y saca el taco de billar. Se perfila, mientras la defensa del Atlas lo acecha. Como una mezcla de Joe Chamaco y el Pibe Valderrama, el ‘10’, embadurna de tiza el bastón y con precisión ingenieril mete un trazo de 30 metros, raso, euclidiano, preciso. Salvador Reyes cierra a segundo poste. Azorado, seguramente, por la perfección lineal, patea, como seguramente habría pateado Euclides con sus sandalias griegas.
Pero, el detalle ahí queda. Córdova encuentra atajos lineales, en planos congestionados, aunque aparezca Reyes a pegarle como plebeyo.
2.- SEBAS, EL DEFINIDOR…
El futbol es piadoso. Concede, a veces, revanchas inmediatas. América ya sumaba 20 minutos sin Aguilera. Compacto, organizado, imploraba un contragolpe, otro. Ocurrió, con la fórmula invertida. Salvador Reyes desprende desde su cancha. Roger Martínez se mueve como receptor. Pero, para salvar la deuda de su monumental falla, Reyes, elige cruzar a la derecha, a la llegada del ‘10’.
Sebastián había despegado por derecha, ofreciéndose a la descolgada de Reyes, pero sin entregarse a la marca escalonada de los rojinegros. Y llega pleno, pero con el tiempo justo, porque Camilo Vargas, con una brillante jornada, salía ya de cacería. Córdova, sereno, calculador, mete el punterazo de izquierda, su perfil pure, ante la desesperada embestida del portero colombiano.
Con un hombre menos, América sentenciaba el juego ante un Atlas que en el exceso de respeto, bajo los escalofríos típicos de Diego Cocca, jugó amedrentado aún con un hombre más en la cancha.
3.- LA EXALTACIÓN DE SEBAS…
Y tras el gol, en el ritual del festejo, ocurre una estampa conmemorativa que no podía pasar inadvertida.
Tras la celebración, Miguel Layún lo abraza, pero sólo para extender con ambas manos, el dorso de la camiseta, con la suficiente claridad y firmeza, como para notificarle a la tribuna del Estadio Jalisco, invadida por americanistas, que el ‘10’ de El Nido estaba nuevamente en los mejores destinos posibles, luego del aciago pasaje que tan emblemáticos dígitos vivieron con Giovani dos Santos.
Fortalecido, soberbio, Córdova señala con los pulgares los dorsales, y besa el escudo del América, como dando validez al ceremonial de exaltación por parte de Miguel Layún. Sí, en El Nido ya puede decirse, en esa evocación maradoniana, que, finalmente, “la pelota siempre al diez”, algo que no ocurría con un canterano desde la época de Cuauhtémoc Blanco.
Ya en Juegos Olímpicos, ante Corea del Sur, sabedor de que la ‘10’ period suya, Córdova festejó uno de sus goles al estilo del ‘Cuau’, casi como La Maja de Goya descansando en un diván. Lo de Sebas fue un homenaje, lo de Blanco, fue una burla hacia Ricardo La Volpe, cuando, precisamente, dirigía al Atlas.
Un valor agregado en Sebastián Córdova es su capacidad como jugador ambidiestro. Nació zurdo, zurdísimo. Pero, ha educado la pierna derecha con una precisión impresionante. El pase con teodolito a Reyes lo hace con el pie derecho, y el gol lo marca con un punterazo de izquierda. Esa versatilidad fue recomendación de su padre, según reveló a FIFA.com.
“Le puedo aportar bastante al equipo siendo ambidiestro. Hay momentos donde la pelota me queda para tal pierna y no me tengo que acomodar ni nada, (sino que) le pego o mando pase con la que me quede. Siendo así pienso más rápido y actúo más rápido”, reveló al sitio de internet de FIFA.
“Ya venía practicando un tiempo con la derecha (el cobro de penaltis), y me sentí con confianza. Con esto puedo ir generando más estadísticas y que no sea siempre el mismo estilo por si me habían estudiado”, comentó Córdova, después de marcarle con ambas piernas a Corea del Sur.
Esa habilidad ambidiestra ha sido poco común en México. Benjamín Galindo ha sido el más exquisito, cobrando faltas y entregando balones de gol, por igual con ambos pies. El mejor rematador ambidiestro en México ha sido Hugo Sánchez, también dominando ambos perfiles. Evidentemente, Córdova aún está lejos de la pulcritud de ambos.
A los 24 años, Córdova reconoce que su meta es ir a corto plazo a Europa, pero sin obsesiones ni precipitaciones. De momento, el Betis ha sido el más persistente en contratarlo, pero el precio espantó a los españoles.
Sin embargo, el jugador, nacido en Aguascalientes, y con pasajes en Necaxa y Alebrijes, tiene en claro que una campaña exitosa en este Apertura 2021, puede abrir otras puertas en Europa o derrumbar la reticencia del Betis.
Este domingo, además, Córdova se vistió de gala con el ‘10’ y dejó en claro que puede vestir de gala a la ‘10’ del América. ¿Otro Cuauhtémoc Blanco? Imposible. Tendría que demostrar que además de buen futbolista, versátil y goleador, tiene la personalidad para impactar en el equipo como el líder pure en un equipo observado siempre entre las grandes pasiones, las grandes victorias y también las grandes desgracias.
” Fuentes espndeportes.espn.com ”