Medio Ambiente
Un informe revela que la subida del mar y del calor afectará más a los destinos de sol y playa, pero traerá más turismo al norte
Los jóvenes son conscientes de que queda muy poco tiempo para curar al planeta y por eso se echaron ayer a la calle en numerosas ciudades de España con motivo del Día de Acción International por el Clima. Si no se toman medidas urgentes los daños serán irreversibles y, sobre todo, muy graves: incrementos de temperaturas de hasta seis grados más acusados en verano y en el inside de la península, sequías, fenómenos tormentosos y destructivos… Todos estos escenarios los asume el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en un estudio sobre los impactos y riesgos derivados del cambio climático en España en el que, paradójicamente, contempla aspectos positivos para Euskadi y, en basic, el litoral cantábrico. Al menos, cada vez vendrán más turistas.
El informe avanza que, en sus previsiones más negativas, este proceso empezaría a ser especialmente notorio a partir ya de 2050. ¿Por qué? La razón está en que la temperatura cada vez más tórrida en el sur y la prevista subida del nivel del mar que, además de inundar pueblos costeros reducirá las playas, afectará directamente a los visitantes que cada verano saturan la costa mediterránea. «Puede disminuir su predisposición» a pasar allí sus vacaciones y que miren con mejores ojos a zonas más frescas del norte. A Gipuzkoa, por ejemplo, donde también la temperatura ya habrá subido unos grados y el sirimiri se dejará ver cada vez menos.
Las hipótesis del estudio, en cualquier caso, van mucho más lejos. De hecho, advierte incluso de que el verano podría dejar de ser verano, al menos tal y como se conoce hasta ahora. Porque si las actividades turísticas al aire libre podrían «deteriorarse» por el calor en julio y agosto, también mejorarían en «primavera y otoño». Es decir, esto podía provocar «que la temporada alta de los destinos de sol y playa españoles se desplazara (a otros meses) alargando así la temporada turística».
Menos turismo internacional
Eso sí, el turismo será predominantemente de carácter nacional, sobre todo a partir «de 2070». Entre otras cosas, porque el propio estudio prevé un descenso de los visitantes de «Europa continental, Escandinavia y sur de Inglaterra». Países, en definitiva, de donde procede hoy la mayoría del turismo extranjero y que también irá reservando destinos vacacionales en lugares más templados.
Otro turismo que corre serio peligro con el cambio climático es el de nieve. Según los cálculos del Ministerio, podrían quedar solo operativas el 7% de las estaciones por falta de copos, lo que reduciría el espesor de las pistas. De hecho, prácticamente todas las existentes por debajo de los 2.000 metros podrían desaparecer o, al menos, verse obligadas a «reconvertirse hacia otras modalidades turísticas».
Todos estos cambios, además, deberán lidiar con la polución, cada vez más en el punto de mira de la Organización Mundial de la salud. De hecho, tras su decisión de reducir el límite permitido de 40 a ten microgramos por metro cúbico, solo siete de las 80 ciudades más pobladas de España registran una contaminación inferior.
” Fuentes www.diariovasco.com ”