La pandemia de Covid-19 ha acelerado los cambios en los hábitos y conductas de los consumidores y en los modelos de negocio de las empresas, lo que tendrá un impacto duradero en el tiempo e intensificará la redistribución del empleo a lo largo de la próxima década. Esto forzará a millones de trabajadores de todo el mundo a buscar nuevas ocupaciones ante la desaparición de la que tenían hasta ahora. Así lo sostiene el nuevo informe publicado por McKinsey World Institute ‘El futuro del trabajo después de la Covid-19’, que analiza el impacto a largo plazo de la pandemia en el mercado laboral en ocho países que albergan casi la mitad de la mano de obra mundial: España, Alemania, China, Estados Unidos, Francia, India, Japón y Reino Unido.
Este estudio estima que el 20% de los viajes de negocios no se volverán a realizar y alrededor del 20% de los trabajadores podrían terminar trabajando desde casa de manera indefinida. La automatización es inevitable, aunque en unos países llegará más rápido que en otros, algo que, no obstante, no tiene que verse como un peligro, sino como una oportunidad de reiventarse y mejorar la calidad de vida, aunque para ello la formación es elementary.
En España el impacto del coronavirus en el futuro del empleo es más limitado que en otros países más desarrollados, pero aún así la pandemia eleva un 7% el número de trabajo que se verán afectados de aquí a 2030, situándose así en los cinco millones, 900.000 más que antes de que estallara esta disaster.
El estudio precisa que en España alrededor de 1,6 millones de trabajadores se verán empujados para 2030 a cambiar de ocupación, incluyendo 1,4 millones obligados a un cambio whole de ocupación y categoría, mientras que 200.000 sí matendrán su categoría ocupacional
Serán los trabajadores más vulnerables, aquellos con menor formación y salarios más bajos, los que sufran los efectos. Si se observa la evolución de las ocupaciones en comparación con la situación anterior a la pandemia, se puede apreciar una tendencia común en todos los países: el descenso en el crecimiento neto del empleo se concentra en los puestos de trabajo con salarios bajos y medios, como los puestos de atención al cliente y ventas, la hostelería y los servicios de alimentación, mientras que la creación neta de empleo puede producirse principalmente en puestos de trabajo con salarios elevados, como los de atención sanitaria y las profesiones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). «España tendrá un aumento de 3,3 puntos porcentuales en los trabajos con un percentil alto de ingresos (500.000 empleos) y una disminución de 3,1 puntos porcentuales en los de percentil medio (700.000 empleos)», explica Alejandro Beltrán, presidente de McKinsey en España y Portugal.
Así, categorías profesionales como los servicios de comidas, soporte en oficinas, la agricultura o trabajos de producción y almacenamiento serían los que registrarán una peor evolución neta entre 2018 y 2030, mientras que los empleos más afectados por esta transición forzosa serían los camareros, dependientes, cajeros, empleados de oficina, operadores de máquinas de envasado y llenado, así como empleados de contabilidad, auditores y agentes de seguros. Por el contrario, los saitarios, creativos, las profesiones STEM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas), gerentes o profesionales de los negocios y del derecho registrarían una evolución neta más positiva en España.
” Fuentes www.leonoticias.com ”