La pandemia disparó el año pasado las consultas que los bilbainos realizaron en la oficina del consumidor de la capital vizcaina, que aumentaron un 67% hasta alcanzar las 8.261. La OMIC tramitó además 1.592 reclamaciones, un 21% más que en 2019, la mayoría de ellas relacionadas con las agencias de viaje.
Con motivo de la celebración, el próximo lunes, del Día Mundial de los Derechos de las Personas Consumidoras, la concejala de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, Yolanda Díez, ha presentado este viernes el stability de consultas y reclamaciones realizadas durante 2020.
Tras desgranar los datos de la memoria, la responsable municipal ha reiterado el llamamiento a la ciudadanía para que haga valer sus derechos y exija productos y servicios de calidad. “Desde la OMIC tenemos la obligación de proteger a las personas consumidoras y también de ofrecer las herramientas necesarias para conseguir personas consumidoras críticas y responsables, y para ello, la formación en el ámbito de consumo es la clave”, ha recordado.
Díaz ha explicado cómo tras la emergencia sanitaria decretada hace ahora un año se interrumpieron muchas actividades económicas, “lo que propició la cancelación de diferentes servicios y provocó un aumento importante de las consultas y reclamaciones”.
La OMIC de Bilbao atendió 8.261 consultas, un 67% más que en 2019, mientras que las reclamaciones tramitadas en esta oficina aumentaron un 21%, hasta las 1.592, la mayoría de las cuales, hasta un 60%, fueron favorables para el consumidor.
La pandemia modificó además el rating de los sectores en los que concentran más reclamaciones: si bien durante años el sector de las telecomunicaciones ha sido el más reclamado, en 2020 y debido al covid-19 y con la suspensión de las operaciones de portabilidad de numeración fija y móvil durante tres meses, fue desbancado por las agencias de viajes, que concentró el 24% de las quejas.
Le siguieron el sector de las telecomunicaciones (18%), el transporte aéreo (17%), las actividades odontológicas (7%) –principalmente por el cierre de Dentix– , gasoline y electricidad (3%), academias de idiomas y banca y seguros (2%) y, por último, las actividades artísticas, espectáculos y conciertos (1%).
Las oficinas de la OMIC se cerraron al público para controlar la propagación del virus, por lo que se habilitaron teléfonos específicos para seguir ofreciendo información y asesoramiento en temas de consumo, además de tramitar las reclamaciones, de manera excepcional, a través del correo electrónico.
De esta forma, más de la mitad de las consultas se realizaron a través del teléfono, un 31% de forma presencial en las oficinas y un 13% mediante el correo electrónico.
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN
También durante 2020, la OMIC de Bilbao impulsó actividades educativas en las que participaron 2.001 estudiantes de 25 centros escolares bilbainos.
Casi un centenar de alumnos de bachillerato, procedentes de cuatro centros de enseñanza, participaron en los talleres de seguridad alimentaria y visitaron el laboratorio municipal, y 425 de entre 8 y 12 años aprendieron, a través de una obra de teatro de títeres, lo peligroso que puede resultar en los más jóvenes la sociedad de consumo y la publicidad.
” Fuentes www.deia.eus ”