La agencia espacial estadounidense (NASA) en colaboración con la agencia espacial canadiense (CSA) desarrolla actualmente el programa ‘Deep Space Food Challenge’, una iniciativa dirigida a detectar e implementar nuevas tecnologías de producción de alimentos que podrían ser utilizadas por los astronautas en viajes prolongados, y que según señalan, también podrían ayudar a abordar el problema de suministro de alimentos en la tierra, especialmente en áreas donde su producción presenta mayores dificultades. Hace unos días, la NASA anunció los ganadores de la fase 2 del programa, ocho proyectos que ofrecen distintas soluciones en los campos de fabricación de alimentos, sistemas de crecimiento y biocultivo, que competirán en la fase final del concurso, dotado con remuneraciones económicas de 1,5 M$.
“Los astronautas le podrán decir que la comida sabrosa y nutritiva es una parte fundamental de cualquier misión exitosa de exploración espacial”, explicaba Denise Morris, gerente del programa Desafíos del Centenario de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama. “Las soluciones presentadas en este desafío podrían ayudar a alimentar a nuestros exploradores en futuras misiones”.
Los ocho proyectos seleccionados para la fase 3 son:
Air Company, (EE.UU.). La startup convierte dióxido de carbono en perfume, vodka, desinfectante para manos o combustible de aviación. La compañía, respaldada por JetBlue y Toyota, llegaba el pasado mes de febrero a un acuerdo con el ejercito estadounidense financiado con hasta 65 M$ para avanzar en la captura de CO2 y convertirlo en combustible de aviación sostenible. Para este programa, ha desarrollado una tecnología de fermentación que permite convertir el aire, el agua, la electricidad y la levadura en alimentos.
Interstellar Lab (EE.UU.). Especializada en la creación de biogranjas de ambiente controlado, ha creado un sistema biorregenerativo modular para producir microvegetales, vegetales, hongos e insectos frescos.
Kernel Deltech (EE.UU). la división orientada al tecnología espacial de Eternal Bioworks ha desarrollado un sistema para cultivar ingredientes a base de hongos, que aprovecha la fermantación de esta materia prima para crear una fuente de alimentos sostenible y rica en nutrientes.
Nolux (EE.UU.). Ha creado una solución que imita la fotosíntesis para producir ingredientes a base de plantas y hongos.
SATED (EE.UU.). Ha desarrollado un aparato de cocina espacial que permitiría a los astronautas preparar una variedad de comidas con ingredientes de larga vida útil. SATED fabrica alimentos personalizables que van desde pizza hasta pastel de melocotón. El dispositivo es seguro contra incendios y humo y está diseñado para funcionar en entornos de gravedad cero.
Enigma of the Cosmos (Australia). Desarrolla una tecnología para aumentar la eficiencia de los ciclos de crecimiento de las plantas.
Mycorena (Suecia). Mycorena ha desarrollado una tecnología que utiliza hongos y algas en un sistema de circuito cerrado llamado AFCiS para optimizar la eficiencia de los recursos. Se trata de biorreactores y módulos de producción de alimentos, lo que permite que los hongos crezcan con recursos limitados. La biomasa cosechada luego se imprime en 3D en el tipo de alimento deseado.
Solar Foods (Finlandia). Utiliza la fermentación de gases para producir proteínas unicelulares. La startup de biotecnología trabaja actualmente para llevar su proteína ‘Solein’ al mercado. Se trata, esencialmente, de una bacteria comestible, o dicho de otra manera, calorías comestibles procedentes de microbios que oxidan el hidrógeno.
Los sistemas de cultivo ganadores utilizan diferentes técnicas para conservar los recursos y minimizar los desechos. En el caso de Interstellar Lab, ha propuesto un sistema de unidades ecológicas de ciclo nutricional cerrado, que llaman ‘quarks’. Este sistema permite cultivar verduras en los ‘quarks’ superiores, mientras que los inferiores son para cultivar hongos o criar insectos, que no sólo aportan proteína y calcio, sino que producen dióxido de carbono que se emplea para el crecimiento de los vegetales.
Por su parte, Air Company también utiliza desechos, en concreto el dióxido de carbono de la respiración de los astronautas, combinado con gas hidrógeno, que también se produce como desecho en sus sistemas de soporte vital. Luego pueden usar estos para hacer alcohol, que alimenta a la levadura nutricional, también cultivada con recursos mínimos en el espacio.
También varios equipos utilizan diferentes tipos de hongos y setas en sus proyectos, con la cualidad de crecer de forma rápida y eficiente con pocos recursos, y se pueden usar para preparar muchos tipos diferentes de alimentos.
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