Brasil fue reconocido en un ránking global como uno de los diez mejores destinos del mundo para viajeros sin compañía. Te contamos cuáles son las ciudades que deberías probar.
Según el US Information & World Report anual, de entre 78 países relevados, Brasil es el séptimo mejor país para viajar en solitario, de acuerdo a una encuesta que se realizó con 17.000 personas a nivel international.
Para viajar solo son necesarias algunas precauciones que incluyen: seguridad, rutas accesibles, una vida social interesante y un ambiente amigable para pedir información si es necesario. A continuación, tres opciones para quienes se animen a emprender una aventura por cuenta propia.
1.Pipa, Río Grande del Norte
Lejos de los centros urbanos y con extensas playas, Pipa es un espectáculo de contrastes: cálidas aguas azules, enviornment finísima, dunas y acantilados en medio de un clima cálido todo el año. Las distancias son accesibles, la infraestructura es buena y se puede ir de un lugar a otro en cualquier momento del día.
La vida nocturna de Pipa es animada, a pesar del aire de un pueblo pequeño donde el automóvil no es esencial para recorrerlo. Con alrededor de seis mil habitantes, los servicios para el turista son excelentes, variados y para todos los bolsillos.
Un clásico para divertirse y socializar son los viajes en buggy, vehículos 4×4 -con chofer- que se alquilan para aventurarse por las playas y dunas de la región. Playa del Amor (por su forma de corazón) y Bahía de los Delfines (Baía dos Golfinhos) son otros clásicos de visita obligada, que ofrecen alquiler de sillas, sombrillas y una buena oferta gastronómica.
También el Mirador del Chapadão es el mejor lugar para tomar fotografías y disfrutar del atardecer, y el Santuario Ecológico es un parque que alberga varias especies de la fauna y flora brasileña, además de unas 16 rutas de senderismo en medio de esta reserva pure.
2. Río de Janeiro, “La ciudad maravillosa”
Los atractivos de la capital carioca son prácticamente inagotables: pocas ciudades en el mundo presentan un contraste entre la exuberancia y la sofisticación como la antigua capital de Brasil. Playas accesibles en transporte público, monumentos naturales, patrimonio arquitectónico e histórico, gran variedad gastronómica, museos, shoppings gigantes, cultura, música, deportes extremos y paseos por paisajes idílicos forman parte del menú. Hay mucho que hacer en Río y descubrir por qué, después de todo, se le sigue llamando “ciudad maravillosa”.
Las precauciones que se deben tomar en Río de Janeiro no son diferentes a las que se deben atender en cualquier otra gran ciudad del mundo: cuidar las pertenencias personales, evitar áreas con poco movimiento de personas e informarse antes de moverse por cada barrio.
Los cariocas reciben muy bien a los turistas y por eso Río es un buen lugar para hacer amigos, tanto en medio de la naturaleza como en la vida nocturna. Los atractivos imperdibles de la ciudad son el paseo en el teleférico del Pan de Azúcar, por playas como Copacabana, Ipanema, Leblon o Barra de Tijuca; el Parque del Lago, el atardecer a la orilla de Urca, el Boulevard Olímpico en la zona del puerto donde se encuentran el impresionante Museo del Mañana y el MAR, además de la rueda gigante Rio Star.
3.Chapada dos Veadeiros, Goiás
El Parque Nacional Chapada dos Veadeiros se encuentra a 230 km de Brasilia, la capital de Brasil, y es un destino muy standard de la región por la magnificencia de sus bellezas naturales. Es un paraíso pure con reputación de polo energético, con una amplia oferta de servicios y acceso a decenas de senderos, caídas de agua y miradores, la mayoría gratuitos, y su centro de operaciones es la ciudad de Alto Paraíso, donde se encuentra la mayor parte de la infraestructura turística.
Con 240.611 hectáreas repartidas en cinco municipios de Goiás, el parque fue creado para preservar una parte importante del Cerrado, un ecosistema típico de las llanuras brasileñas que alberga especies y formaciones vegetales únicas y rocas con más de mil millones de años, conjunto que le valió el título de Patrimonio Pure de la Humanidad, otorgado por la UNESCO en 2001.
La mejor época para visitarlo es durante la estación seca, que va de mayo a septiembre, y llegar es muy fácil en transporte público—desde la terminal de ómnibus ubicada en el centro de Brasilia- o en vehículo specific. Por avión, Brasilia es un importante centro de vuelos nacionales e internacionales, con conexiones a toda Suramérica.
“Nuestro país tiene características que lo diferencian del resto del mundo, con seis biomas únicos en nuestro territorio (Amazonas, Caatinga, Cerrado, Mata Atlántica, Pampa y Pantanal), además de la Amazonía, parques, playas paradisíacas y una identidad cultural muy fuerte. Estos innumerables atractivos y la exuberante naturaleza brasileña llaman la atención de los turistas que prefieren viajar en solitario”, resaltó el presidente de Embratur, Silvio Nascimento.
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