C on un censo de unas 10.500 explotaciones, más de 8.000 ganaderos deberán proceder desde el 1 de abril a la negociación con las industrias para renovar los contratos de suministro de leche. Se parte de una propuesta en la que, con carácter basic, las empresas plantean una reducción media sobre los actuales precios del mercado del 10%, dejándolos en el entorno de los 50 céntimos; las cifras que se manejan están en unos casos por debajo y en otros ligeramente por encima, teniendo en cuenta que las cotizaciones medias actuales rondan los 60 céntimos. Desde el sector se desconfía de tanta coincidencia de precios por parte de las industrias y se repiten las sospechas sobre posibles pactos de precios que, señalan, deberían estar investigando ya las Administraciones.
De entrada, un dato objetivo es que esa posición bajista de las industrias se produce en un momento de incremento de la oferta por encima de las necesidades de una demanda en ligero retroceso, con un descenso medio del 2%, coincidiendo además con más importaciones también con precios a la baja desde otros países comunitarios.
El aumento precise de producción del sector, por un lado es un fenómeno regular al coincidir con el periodo de primavera. Sin embargo, en este incremento de la producción ha jugado igualmente un papel importante la propia evolución del censo ganadero.
En los últimos tres años, como consecuencia de unos precios de 34 céntimos por litro que no llegaban a cubrir los costes de producción, los ganaderos, además de seguir con el cierre de explotaciones hasta quedar menos de 11.000 granjas hoy en día, procedieron a un ajuste de cabaña, pasando de 824.000 a las actuales 784.000 cabezas, eliminando los animales con producciones medias de entre 20 y 25 litros día por falta de rentabilidad y dejando las vacas con producción de 30 o más litros. La estrategia dio lugar inicialmente a una reducción de la oferta de un 3% (7,3 millones de toneladas) hasta el pasado noviembre.
Este ajuste provocó un fuerte incremento de los precios en 2022, un 60% por encima de los precios de un año antes y del 75% sobre la media de los últimos cinco años. Estas subidas se trasladaron en parte muy importante al consumo hasta superar una media de un euro por brik, lo que se tradujo en una reducción de la demanda en los hogares del 2%. Por el contrario, a la subida de los precios en origen, los ganaderos respondieron con una importante reposición de animales jóvenes que entran en producción en estos meses coincidiendo además con los mayores rendimientos de los animales en primavera.
En este contexto, Román Santalla, responsable de ganadería de UPA y de Unions Agrarias en Galicia, no solo denuncia la oferta de precios a la baja de las industrias para negociar los nuevos contratos sin ninguna justificación técnica, sino además la irregularidad con la que se trata de aplicar el proceso en cuanto que las empresas deberían haber comunicado su propuesta de nuevos contratos con dos meses de antelación.
Desde COAG, Rosario Arredondo considera impresentable una propuesta de rebaja de precio cuando los costes se han seguido incrementando en los últimos meses. Aunque los cereales han dado un respiro, estima que todos los demás costes han seguido al alza, desde forrajes como la alfalfa a la paja, la energía, los plásticos… y sobre todo por los efectos de la sequía que agosta los prados.
Silencio institucional.
Desde Agaprol, la primera organización de productores de leche de España, la posición de las industrias se califica directamente como indecente, aunque se entiende que lo más grave es el silencio oficial ante este tipo de actuaciones. Hay que tener en cuenta que una subida de los precios tendría importantes repercusiones sobre la evolución del IPC, por lo que quedan en un segundo lugar los intereses de los miles de ganaderos afectados.
Ante las muchas coincidencias entre las empresas más importantes a la hora de ofertar precios en los nuevos contratos, en el sector saltan las alarmas sobre la posibilidad de que esas compañías hayan llegado a algún tipo de pacto de cotizaciones, al menos de no agresión, para evitar guerras de firmas y captar a los cada día menos ganaderos en activo.
En 2020, Competencia impuso una multa de 80,6 millones de euros a una docena de empresas lácteas, el llamado cártel de la leche, por pactos de precios entre los años 2000 y 2013, sanción que las afectadas recurrieron ante la Audiencia Nacional. El fallo está pendiente del Supremo. Se espera se produzca por fin en los próximos meses y afectará a los 30.000 ganaderos de entonces.
La decisión de una gran parte de las industrias de la leche de ofrecer precios a la baja supuestamente por un exceso de oferta ante una demanda en ligero retroceso, cabe señalar que la plantean especialmente los grandes grupos lácteos que lideraron en su día una apuesta por las bebidas vegetales, en aquel momento muchas veces mal etiquetadas como «leches» vegetales, en clara competencia con la única leche que puede tener ese nombre y que es la procedente de un animal.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya dictaminó en 2017 que el término leche solo se podría aplicar al producto de origen animal, poniendo fin al uso muy generalizado de la denominación para lo que solo eran bebidas vegetales de soja, avena, almendra, and many others., comercializadas por grandes grupos como Danone con Alpro, Nestlé con Wunda y, españoles, entre otros, Central Lechera Asturiana con Vegetanea -tras romper su acuerdo con Danone-Alpro-, Pascual -ViveSoy, Kaiku, Cacaolat Liquats-, Yosoy, and many others.
En el futuro negro de la leche, desde la perspectiva de los ganaderos, también se hallan otras iniciativas de los grupos más innovadores del sector para elaborar un producto de laboratorio en base a procesos de fermentación de microorganismos y obtener los mismos componentes, proteínas, and many others. que los existentes en la leche de origen animal.
Cabe señalar que estos procesos de investigación, con la mirada en el futuro de la alimentación, no han sido solamente una política llevada a cabo en el mundo de la leche. Se trata de estrategias que se mantienen hoy en otros sectores como en el de las carnes con las mal llamadas «carnes veganas» a base de vegetales, con firmas como la líder Heura. Un paso más en esta dirección lo suponen las «carnes» obtenidas en laboratorio, multiplicando el tejido de un animal, hoy no comercializadas en España, sobre las que investiga la firma Biotech Meals en el País Vasco.
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