Puestos a escoger un lugar donde perderse hay que hacerlo bien y apuntar a las coordenadas más lejanas posibles. En ese sentido, la isla Bouvet es una apuesta segura, ya que se considera la isla deshabitada más remota del planeta. Pero que nadie espere una postal idílica. Esta pequeña isla subantártica noruega está prácticamente cubierta por glaciares y tiene un clima dominado por densas nubes y niebla de lo más desapacible. Se entiende que siendo tales las condiciones climatológicas la isla está totalmente deshabitada. A lo sumo algunas pocas especies de aves, varios pingüinos, focas y algún que otro elefante marino. Tal vez la isla Bouvet resulte poco fértil en cuanto a biodiversidad, pero no en cuanto a inspiración, habiéndose convertido en escenario para la película Alien vs. Predator en 2004 y en símbolo para novelas por su metafórica geografía.
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