La invasión rusa de Ucrania está teniendo unas consecuencias devastadoras para la población civil de ese país, con el consecuente drama humanitario que se esconde detrás de los cientos de miles de refugiados que huyen de la guerra. Pero al margen de estos trágicos efectos, un conflicto de tal magnitud también está incidiendo de forma directa en nuestras vidas, ya sea por ejemplo con el aumento del precio de los carburantes y de la electricidad o, incluso, en cómo nos movemos.
Con las vacaciones de Semana Santa a la vuelta de la esquina, la guerra de Ucrania está afectando la forma de elegir destino vacacional por parte de los tarraconenses y las agencias de viajes lo están notando. Manel Aguiló, de La Galia Viatges de Reus, reconoce al Diari que «la guerra de Ucrania ha frenado la contratación de viajes de cara a esta Semana Santa. Aquellos que habían previsto un viaje por Europa, sobre todo por el norte y el este, están dudosos. Como los cruceros por el Mar Báltico, o los viajes a Estonia, Lituania o Letonia. Por ejemplo, un receptor que tenemos en Georgia me ha dicho que le han cancelado bastantes viajes».
Desde esta agencia de viajes se lamentan de que «una vez superada la covid ahora resulta que nos viene una guerra y la incertidumbre ha vuelto a aparecer entre los viajeros. Esto es como una montaña rusa».
Carles Parreu, de la agencia Worldjet Viatges de Tarragona, también explica que «existe una parada en common de cara a esta Semana Santa. No solo en destinos del norte de Europa, sino también, por ejemplo, a Estambul (Turquía), un punto de conexión de aviones para muchos destinos del mundo. La gente quiere saber en qué compañía viajará y si le decimos que es Turkish Airways y tiene que hacer escala en Estambul, pues te dicen que les da miedo por la proximidad con Ucrania y su espacio aéreo».
Parreu coincide con su colega de la Galia Viatges en que «aún no tenemos la situación reactivada. Se empiezan a mover destinos como París, Roma, Amsterdam o Londres de cara a la Semana Santa, pero aún arrastramos el lastre de la pandemia».
El propietario de Worldjet Viatges también habla de «montaña rusa. En noviembre del año pasado teníamos muchas reservas, pero se anularon bastantes por la sexta ola de la covid. Y de cara a esta Semana Santa, aunque estemos mejor que en la del año pasado y por supuesto que la del 2020, respecto a la del 2019 sólo nos hemos recuperado un 20%». Está claro que la sucesión de acontecimientos tan negativos como pueden ser una pandemia o una guerra están incidiendo directamente sobre el turismo. «En common están pasando muchas cosas que afectan en negativo a los viajes: la pandemia, la guerra, la huelga del transporte, el precio del flamable, and many others. Todo suma en negativo y nos afecta todo. Al ultimate, viajar se va a convertir en un acto de fe», asegura Carles Parreu.
Inseguridad
El viajero necesita estabilidad y seguridad a la hora de planificar un viaje, especialmente al extranjero. Es por ello que, aunque «esta Semana Santa venderemos más viajes que la del año pasado, porque ya no tenemos las restricciones de movilidad por la covid, la guerra es un freno que no puedes controlar», asegura Manel Aguiló, quien añade que «la gente no quiere irse muy lejos porque la guerra les crea una sensación de inseguridad bastante incontrolable».
Con los viajes al extranjero en Semana Santa afectados por la guerra de Ucrania, falta saber qué pasará de cara a la temporada de verano, cuando las familias disponen de más tiempo para viajar más lejos. Parreu tiene bastante claro que «de cara al verano podría afectarnos todavía más la guerra si no se ha acabado». Por su parte, Manel Aguiló no lo tiene tan claro. «Creo que pasará como con la covid, que nos tuvimos que acostumbrar a convivir con ella. La gente se moverá, aunque evitando el norte y el este de Europa, y apostando por el turismo nacional y destinos más cercanos como Francia o Alemania».
” Fuentes www.diaridetarragona.com ”