La Guardia Civil siguió muy de cerca los viajes que algunos de los imputados en la causa sobre el «CNI catalán» hicieron a Bélgica en aras de preparar una república digital en 2019 tras el fracaso del referéndum independentista de 2017 y el posterior juicio del «procés» en 2018. Los agentes pusieron todos sus medios para evitar lo que consideraban una «grave» amenaza para el Estado y ello incluyó la utilización de un «software program» tipo Pegasus que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón autorizó durante meses para cuatro de los investigados.
Dos años después del intento de independencia y con el expresident Carles Puigdemont fugado de la Justicia, toda una estructura de voluntarios y medios técnicos en Cataluña seguía fraguándose para «provocar una desconexión tecnológica del Estado». Así se expone en distintos informes de la Jefatura de Información de Cataluña del Instituto Armado en los que se pide introducir un «software program que permita de forma remota y telemática el examen a distancia y sin conocimiento de los investigados del contenido del dispositivo móvil utilizado por los mismos».
El titular de Juzgado de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, de acuerdo con la Fiscalía, autoriza que se emplee esta suerte de Pegasus en los teléfonos de: Ramir de Porrata-Doria, considerado cerebro de toda esta operación para crear el «Consell per la república catalana»; Jordi Domingo Ceperuelo, contacto directo con las autoridades catalanas en rebeldía en Europa; y Miquel Montero de Quadras y David Ollé, empresarios relacionados con el sector informático y gestores de la parte digital de este «Consell».
«Ramir, me cube KRLS [apodo de Puigdemont en redes sociales] que mañana estarás allí arriba [Bélgica]. Yo ya tengo muchas ganas de trabajar duro. Las reuniones protocolarias, okay, supongo que son necesarias, pero lo que más me gusta es arremangarme. Mucho trabajo hecho pero poco claro el plan estratégico», le cube por la plataforma encriptada Sign Dolors Gonyalons (considerada también cerebro de la estructura) a De Porrata-Doria. En efecto y gracias a la geolocalización del teléfono del empresario, los agentes comprueban que el viaje se produce el 11 de junio de 2019.
El ministro del Inside, Fernando Grande-Marlaska, negó el pasado mes de abril que su departamento tuviera o hubiera comprado el «malware» israelí Pegasus. La polémica desatadas a raíz del espionaje por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a varios líderes independentistas desató una disaster con los socios del Gobierno que amenazó la legislatura y terminó con un encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Pere Aragonès, (que, por cierto, había sido espiado) para el deshielo. Grande-Marlaska no podía saber sobre el funcionamiento del CNI, pero sí aseguro que en Inside Pegasus no existía.
Ahora esta investigación de la Audiencia Nacional deja como incógnita saber qué programa comparable ha utilizado entonces la Guardia Civil que, según los autos del juez, también permite acceder al micrófono del teléfono móvil, al correo, a las redes sociales, a todas la cuentas asociadas, and many others. Unas características hermanas de lo que hace el virus israelí, si bien en los escritos desplegados por el sumario no existe el nombre Pegasus. Fuentes del entorno catalán indican que están analizando este extremo para plantear las acciones judiciales oportunas.
El posible inicio de Tsunàmic
Y siguiendo con el espionaje, la Guardia Civil va un paso más allá con uno de los investigados. Solicita autorización judicial para meter micrófonos y poner balizas de seguimiento en el entorno del CDR Jordi Ros Sola. La razón: los seguimientos de los agentes han revelado que estaba comprando «ácido nítrico» y «ácido sulfúrico», sustancias químicas sensibles que pueden ser utilizadas para fines no lícitos. «Ante las posibles y graves consecuencias que para la seguridad e integridad de personas o bienes pudieran derivarse de su uso o destino», el Instituto Armado considera de «suma importancia mantener una investigación exhaustiva e ininterrumpida» sobre Ros Sola.
García Castellón, también con el aval del teniente fiscal, da luz verde a todas estas peticiones y abre una pieza separada y secreta. Algunas de las fuentes consultadas sitúan en este punto el inicio de la investigación de «Tsunàmic Democratic». Esta causa todavía se mantiene bajo llave en la Audiencia Nacional por lo que se desconoce aún su contenido y el número de investigados.
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