Viajar está caro, muy caro. Los datos reflejan una subida espectacular de la demanda que ha impactado de manera total en la oferta. El fin de la pandemia y la inflación general de los precios ha provocado que hoy en día toque rascarse mucho el bolsillo. «Ha subido todo en general. Es una sobrecarga encima de la carga. Todo sube y los viajes no están aparte. Todo hace que el viaje sea más caro. Los vuelos, los hoteles, la comida… Los viajes que antes valían 1.000 ahora valen 1.300 o 1.400 euros. Es un efecto dominó total», así resume perfectamente Meritxell, trabajadora de la agencia de viajes Emilio Tour lo que está sucediendo durante el último año en el sector del turismo.
Manel Aguiló, de la Galia Viatges, agencia situada en Reus, confirma también esta tendencia: «La demanda ha subido porque no hay toda la oferta que había antes de la pandemia, no todas las líneas aéreas están operativas de manera total y la gente tiene ahora más ganas de viajar». Sin embargo, viajar es una actividad que casi todas las familias y personas ponen muy arriba en su lista de prioridades. Durante dos años, debido a la pandemia, no se pudo hacer con la libertad que ya se hace hoy en día. Ese freno ha provocado que volver a hacer las maletas se haga con mayor entusiasmo y en muchas ocasiones nada detenga el viaje. «Todo el mundo quiere viajar y no se encuentran casi lugares porque todos son caros, pero terminan pagando porque quieren irse de viaje. Hay mucha demanda. Después de la pandemia es el año que más se ha viajado», relata la trabajadora de Emilio Tours.
Hay mucha demanda. Después de la pandemia es el año que más se ha viajado
Aguiló también refleja con sus palabras que viajar hoy en día está otra vez en un punto muy álgido: «Durante el comienzo de año el nivel de reservas funcionó bien. A partir de finales de Semana Santa ha subido mucho el precio de los vuelos. Te diría que ha aumentado el precio de los viajes en general entre un 15 y 20%».
Los datos reflejan esta tendencia al alza y lo hacen de manera firme. Según un estudio elaborado por Adigital, en colaboración con TravelgateX, Destinia, eBooking.com y Rentalia, el gasto medio por viaje de los españoles ya está por encima de las cifras de 2019. Así, en la época precovid, ir al extranjero sólo conllevaba un 6% más de gasto (819 euros) respecto a quedarse en España, mientras que ahora llega a suponer un 21% más (1.000€) respecto al turismo nacional.
No obstante, este encarecimiento no ha frenado la demanda, y los destinos internacionales siguen siendo una prioridad. Hay un lugar que Meritxell confirma que está ganando mucha popularidad entre sus clientes y que confirma que viajar lejos es hoy en día una prioridad para muchos ciudadanos: «Los viajes internacionales han subido muchísimo más. Egipto es el destino favorito y está destacadísimo. Pero también sigue habiendo mucha demanda de viajes por Europa o los cruceros, que siguen muy de moda».
En la época precovid, ir al extranjero sólo conllevaba un 6% más de gasto (819 euros) respecto a quedarse en España, mientras que ahora llega a suponer un 21% más (1.000€) respecto al turismo nacional
También hay una diferencia a la hora de afrontar un viaje respecto al rango de edad. Los jóvenes y los mayores tienen prioridades diferentes en su lista. «Los mayores apuestan mucho por la calidad y el bienestar por encima de lo económico. Prefieren pagar más, pero contar mejor servicios. En cambio, los jóvenes sí que son más organizados y prefieren tener un viaje más basado en lo económico que en el bienestar», explica Meritxell.
Lógicamente, la subida de precio de los viajes ha provocado cambios a la hora de afrontar un viaje. Manel Aguiló ha detectado sobre todo dos grandes variaciones en los últimos años: «Una de las cosas que ha cambiado es que ahora se viaja menos días si el presupuesto se dispara demasiado de precio. Además, en los últimos años se ha modificado la estacionalidad. Antes la gran carga de viajas se concentraba en los meses de julio y agosto, pero ahora la gente que no tiene sobre todo limitaciones de niños opta para evitar la temporada alta».
Una de las cosas que ha cambiado es que ahora se viaja menos días si el presupuesto se dispara demasiado de precio. Además, en los últimos años se ha modificado la estacionalidad
Sandra y Adrián son una joven pareja tarraconense que se marcha de luna de miel a Thailandia en el mes de diciembre. Su boda se celebra en septiembre, pero han decidido aplazar su viaje por un asunto meramente económico: «Nos ahorramos casi 300 euros por persona entre vuelos y alojamientos. Además mi mujer es profesora y prefiere comenzar el curso escolar y luego ya cogerse las vacaciones en diciembre».
Sobre el precio futuro de los viajes, ambas agencias cree que tiene que terminar estabilizándose. Así lo afirma Meritxell, de Emilio Tour: “Creo que se tiene que estabilizar. No puede subir más. Pero es mi pensamiento y todo depende de diferentes factores a nivel mundial”. Aguiló va más allá y pronostica lo siguiente: «Creo que los precios económicos que teníamos antes será muy complicado que los podamos volver a tener hace 3-4 años. Las compañías low cost se están viendo obligadas a aumentar sus costes. Todos tenemos un modelo de negocio para ganar dinero».
En definitiva, la alta demanda ha tenido un impacto significativo en el aumento del costo de los viajes. Esto ha llevado a un incremento en los precios de los vuelos, alojamientos y otros servicios relacionados con los viajes. El futuro es desconocido, pero nada asegura que se estabilicen los precios ni mucho menos disminuyan. Hacer las maletas tiene un coste, aunque parece que el ciudadano no tiene reparos en asumirlo. Cuestión de prioridades.
” Fuentes www.diaridetarragona.com ”