Durante siglos, la ciudad de Praga ha sido conocida como la “ciudad dorada” de Europa, y después de leer este artículo, es fácil entender por qué.
Las calles empedradas, los magníficos edificios históricos y la atmósfera romántica que impregna cada rincón de la ciudad la convierten en un destino turístico imperdible. Pero además de su belleza arquitectónica, Praga también es conocida por su animada vida nocturna, sus deliciosos platos tradicionales y su famosa cerveza.
Uno de los lugares más emblemáticos de Praga es el Puente de Carlos, una joya arquitectónica que atraviesa el río Moldava y conecta el Barrio Pequeño con la Ciudad Vieja. Construido en el siglo XIV, el puente está decorado con 30 estatuas de santos y ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad.
Otro lugar que no te puedes perder es el Reloj Astronómico de Praga, una maravilla medieval que todavía funciona a la perfección y que atrae a cientos de turistas cada hora para ver cómo las figuras de los doce apóstoles cobran vida.
Pero no todo en Praga son monumentos históricos. La ciudad también cuenta con una vibrante escena artística y cultural, con galerías de arte contemporáneo, teatros, conciertos y festivales que se celebran durante todo el año.
Y, por supuesto, no podemos olvidar la cerveza. Praga es famosa por ser la cuna de la cerveza Pilsner, y los bares y cervecerías de la ciudad son el lugar perfecto para probarla. ¡No te vayas de Praga sin haber disfrutado de una buena cerveza en alguno de sus animados bares!
En resumen, Praga es una ciudad que lo tiene todo: historia, cultura, gastronomía y diversión. Así que si estás buscando un destino singular para tu próximo viaje, no dudes en considerar a la “ciudad dorada” de Europa. Te aseguro que no te arrepentirás.
” Sources amp.elmundo.es ”
” Fuentes amp.elmundo.es ”