EEUU y Canadá están investigando el cometido de los dos nuevos aparatos derribados en Norteamérica
La disaster diplomática con China se prolongó durante el fin de semana después del derribo de otros dos objetos que ahora Estados Unidos cree que son también globos. Así lo manifestó el domingo el líder la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, tras ser informado por el equipo del presidente Joe Biden y su consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, mientras siguen investigando las verdaderas intenciones de los chinos y las repercusiones que puede tener el incidente en las relaciones entre las dos súper potencias.
“Creen que lo eran, sí”, dijo Schumer en la cadena ABC a la pregunta de si los objetos derribados por cazas de EEUU el viernes y el sábado eran globos como el primero que se descubrió sobre cielo estadounidense hace una semana. Aquel fue derribado el pasado 4 de febrero a kilómetros de las costas de Carolina del Sur, un objeto grande tras haber sobrevolado una parte del país.
El senador por Nueva York explicó que el del viernes que fue derribado en Alaska, tenía el tamaño de un coche pequeño frente al primero, que equivalía a tres autobuses escolares y que ya está siendo analizado por private especializado en EEUU. China ha asegurado que el globo que causó las tensiones inicialmente tenía un uso estrictamente meteorológico, algo que han puesto en duda los estadounidenses. Creen que period un aparato de espionaje que volaba a unos 60.000 pies de altura, muy por encima de los dos detectados el viernes y el sábado.
“La conclusión es que hasta hace unos meses no sabíamos nada de estos globos”, dijo Schumer. “Es una locura que no lo supiéramos… Ahora están aprendiendo mucho más. Y el ejército y la inteligencia están enfocados como un láser primero en recopilar y acumular la información, y luego en realizar un análisis exhaustivo”.
Tanto Biden como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, han asegurado que están tratando de identificar las funciones de los últimos dos objetos localizados. El del sábado estaba violando el espacio aéreo canadiense, según manifestó el propio Trudeau. Explicó que un caza F-22 operado de forma conjunta por ambas naciones se encargó del aparato que volaba sobre Yukon, una provincia al noroeste de Canadá y frontera con Alaska, uno de los territorios con menor densidad de población del país norteamericano. Tiene casi medio millón de kilómetros cuadrados -ligeramente menos que España- y los mismos habitantes que Langreo, en Asturias.
Trudeau señaló que había hablado con Biden el sábado y que “las fuerzas canadienses recuperarán y analizarán los restos del objeto”, según escribió en su cuenta de Twitter. Para la Casa Blanca es basic recuperar el globo “para determinar su cometido y origen”.
Se trata, sin duda, de una situación atípica que ya está teniendo consecuencias de carácter diplomático. El secretario de Estado, Antony Blinken, canceló un viaje a China que tenía previsto mientras en el gigante asiático se defienden de las acusaciones. Pekín ha señalado que otro globo detectado el pasado fin de semana sobrevolando Centroamérica y Sudamérica estaba cumpliendo con el mismo cometido: la investigación meteorológica.
Sin embargo, las agencias de inteligencia estadounidenses han determinado que el programa de globos espía de China es parte de un esfuerzo de vigilancia international diseñado para recopilar información sobre las capacidades militares de países de todo el mundo, según tres funcionarios estadounidenses. Su interés sobre las bases militares estadounidenses es especiamente notorio.
Conforme a los criterios de
” Fuentes amp.elmundo.es ”