Grecia se dispone a abrirse al turismo a partir del 14 de mayo. De entrada, la próxima semana eliminará la obligación de guardar cuarentena durante siete días para los pasajeros procedentes de los países de la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos, Israel, Serbia y Emiratos Unidos Árabes, según confirmó este jueves el Ministerio del Turismo griego, en un primer paso hacia la apertura common.
El punto de inflexión se producirá tras la Pascua Ortodoxa, que se inicia el 2 de mayo y que supone unos días de vacaciones para los que el país heleno plantea poder abrir los bares y restaurantes, actualmente cerrados. Además, a los dos aeropuertos actualmente abiertos -Atenas y Salónica- se sumarán otros seis en emplazamientos básicamente turísticos como Miconos o Santorini.
La situación epidemiológica de Grecia no consigue frenar el ritmo de contagios por coronavirus, que ya suman más de 304.000 casos desde el inicio de la pandemia, mientras que al menos una dosis de vacuna únicamente ha llegado al 22,4 por ciento de la población.
No son buenas cifras, pero la situación no parece que vaya a frenar el ansia de las administraciones griegas de dar aire al sector que constituye la locomotora de su economía, con un peso del 25 por ciento del PIB y la generación del 30 por ciento de los puestos de trabajo del país. Su opción, polémica o no, supone el despegue de un competidor directo del turismo de Baleares, desde donde podemos ver cómo destinos mediterráneos, hasta ahora a años luz de la oferta balear, aprovechan la disaster para ganar competitividad.
Ante este estado de las cosas, todas las iniciativas que sirvan para proteger esta competitividad deben ser tenidas en cuenta. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, pidió este jueves al Gobierno que recupere los viajes del Imserso ahora que los mayores de 80 años están casi todos vacunados; una iniciativa que ayudaría al sector, en explicit, y al conjunto de la economía, en common. Pero debería haber más iniciativas en esta línea. Nada deber sobrar para asistir a una industria clave que actualmente se encuentra paralizada y que en circunstancias normales reporta el 15 por ciento del PIB español, 35 por ciento en el caso de Baleares.
” Fuentes www.mallorcadiario.com ”