El ajedrez es uno de los dos deportes, junto con el bridge, reconocidos por el Comité Olímpico Internacional que no requiere de un esfuerzo físico para obtener un mayor rendimiento, aunque si un puntilloso entrenamiento. Lo particular, es que dicho entrenamiento apunta completamente al ejercicio de la mente y el estudio de los rivales, como también de las probabilidades dentro de la lógica del juego. Esto hace que cuando alguien muy joven consigue grandes resultados sorprenda a propios y extraños. Así es el caso de Candela Francisco, la Argentina que clasificó al Mundial de Bakú, Azerbaiyán, y necesita fondos para poder estar en la cita que reúne los grandes jugadores del mundo.
La colecta que se encuentra realizando a través de redes sociales tiene por objetivo poder costear los pasajes aéreos, el alojamiento y las comidas. Al mismo tiempo, aunque la Municipalidad de Pilar se comprometió a pagarle el viaje hasta el lejano país del Cáucaso, en Azerbaiyán hay que subsistir. Lo negativo es que no sabe cuanto tiempo estará allí, porque depende del rendimiento que logre en el Mundial, pero lo cierto es que necesita ayuda.
Candela habló con MDZ y contó su relación con el ajedrez, que comenzó cuando era chica, aún más chica que ahora: “Empecé a jugar al ajedrez cuando tenía 9 años. En ese momento, mis papás ayudaban en un comedor de niños, en Villa Rosa, los sábados por la mañana, y decidieron que durante ese tiempo, pueda realizar alguna actividad recreativa, cerca de casa. En ese entonces descubrieron que en un shopping de Pilar daban clases de ajedrez todos los sábados en ese mismo horario, así que me preguntaron si quería ir y yo acepté. Mi abuela era quien me llevaba y me iba a buscar”, relató la joven de 16 años.
“Al terminar la clase, mis papás me preguntan si me había gustado y si quería volver, y yo les respondí que sí. Resulta que luego de un par de meses de clases, el profesor pide hablar con mi mamá y le dice que tenía condiciones”, agregó sobre como fue descubierta “tarde”, dado que los ajedrecistas de mayor envergadura a nivel mundial (léase un Bobby Fischer o un Garry Kasparov) suelen empezar desde mucho más jóvenes.
Ahora, tras convertirse en campeona sudamericana y Gran Maestra Femenina relató como se encontró con la posibilidad de estudiar seriamente el juego de la máxima estrategia: “A través de mi abuelo encontramos que había una escuela municipal de ajedrez en Pilar, así que comencé a asistir, con mis profesores Raúl Pérez y Boris Pápez. Al tiempo el profesor nos comenta que había un torneo en Villaguay y decidimos ir”, contó Candela sobre como llegó a su primera competencia: “Al llegar allí le digo ‘mamá no sé jugar con las piezas negras’ y ella me dice ‘¿No es lo mismo?’ y yo le explico que no. Al terminar el torneo, quedé tercera y nos enteramos que era el Nacional, el torneo más importante de Argentina”.
Candela, que sueña con poder estar en Bakú para el Mundial, dice que “el ajedrez es una pasión, que en algún momento de mi vida puede llegar a ser mi profesión”. Aunque es cierto que el camino será difícil, con 16 años estará entre los mejores ajedrecistas del mundo y vale la pena que se ilusione con alcanzar la élite más exclusiva en un deporte que cualquiera puede jugar, pero no cualquiera puede hacerlo a un nivel competitivo.
Para ayudarla se puede aportar mediante Mercado Pago al alias “Cande.chess” o al CVU “0000003100069828569667”. También existe la posibilidad de colaborar mediante transferencia a cuenta bancaria, al alias: “CANDELA.CHESS” o al CBU: “0140037303718560026095”.
” Fuentes www.mdzol.com ”