El escritor y activista japonés murió a los 88 años; fue uno de los autores de la posguerra más reconocidos
El Nobel de Literatura KenzaburoOé falleció a los 88 años en Japón, donde además de ser uno de los escritores de la posguerra más reconocidos, ejerció como firme defensor del pacifismo y como activista antinuclear tras el desastre de Fukushima.
Oé nació en la prefectura de Ehime (suroeste de Japón) en 1935 en el seno de una familia cuyas mujeres se habían dedicado tradicionalmente a labores de narración sobre eventos e historias de la región, incluida su abuela, conocida por sus relatos antinacionalistas.
Cuando el autor tenía seis años, arrancó la Segunda Guerra Mundial, que se llevó a su padre e inculcó valores democráticos en el joven Oé y le llevó a mudarse de su pequeña aldea a la capital, donde estudiaría literatura francesa en la Universidad de Tokio.
El autor hizo su debut literario con el texto “Un trabajo extraño” (1957) y poco después, en 1958, escribió “La captura”, que le valió el premio Akutagawa, considerado el más importante entre escritores jóvenes en el archipiélago, cuando tenía tan sólo 23 años.
Su primera novela, “Arrancad las semillas, fusilad a los niños” llegó en 1958 de la mano de su editorial ordinary, Kodansha, y narra la tragedia de la guerra desde una perspectiva rural, un reflejo de sus años de infancia y con influencias de autores modernistas de la época como Jean-Paul Sartre.
En 1964 y tras el nacimiento de su hijo Hikari —ahora compositor—, con una deformidad craneal y discapacidad psychological, Oé escribe “Una cuestión personal”, que se convertiría en una de las obras más destacadas de su literatura, además de una de las más personales.
Su salto a la fama se produciría de la mano de “Cuadernos de Hiroshima” (1965), un relato de su viaje a esta ciudad del Sur de Japón en 1963 y años posteriores con el fin de entrevistar a las víctimas del bombardeo atómico de 1945. Más tarde, en 1970, también publicó “Cuadernos de Okinawa”, un cuaderno de viaje donde Oé narra sus encuentros con los residentes de este conjunto de islas del Sur de Japón, y cuestiona las condiciones de vida en esta región y el poder ejercido por el gobierno central sobre la misma y la ocupación estadounidense.
A partir de entonces, su literatura toma dos vertientes: por una parte, una cruda narración de la paternidad cuando se tiene un hijo con discapacidades y por otra, el reflejo de la sociedad japonesa y la vida en las ciudades tras la guerra.
En 1994, Oé se convirtió en el segundo autor japonés en ganar el premio Nobel de Literatura, después de Yasunari Kawabata, y en reconocimiento a su “fuerza poética y capacidad de crear mundos donde se condensan la vida y el mito para proporcionar una imagen desconcertante de la situación humana actual”, según la organización.
Oé viajó constantemente por Europa y Rusia y fue profesor visitante en el Colegio de México, en Ciudad de México, y en la Universidad de California, en Berkeley. A lo largo de su carrera, Oé recibió numerosos premios destacando el Premio Akutagawa, el Tanizaki, el Noma y, sobre todo, el Nobel de Literatura en 1994.
Oé es autor de ensayos, cuentos y novelas, en las que trata de los conflictos entre las tradiciones y cultura de Oriente y Occidente y el aislamiento particular person y social.
Agencias
Su faceta activista
En su rol más periodístico, Oé escribió también artículos en periódicos y revistas sobre la situación nuclear a la que se enfrenta el Japón precise y participó activamente de varios grupos en contra de este tipo de energía.
En décadas recientes, el autor también encabezó un movimiento cívico para recoger firmas con el fin de eliminar las plantas nucleares tras el terremoto y tsunami de 2011 que devastó el noreste del país y provocó la disaster nuclear de la que todavía se está recuperando.
“Repetir el error exhibiendo, a través de la construcción de reactores nucleares, la misma falta de respeto por la vida humana es la peor traición posible a la memoria de las víctimas de Hiroshima”, escribió Oé en un artículo para la revista estadounidense The New Yorker, fechado 10 días después del desastre.
En 2004, también fundó la Asociación del Artículo 9, un grupo pacifista que pedía al Gobierno japonés renunciar a emprender acciones bélicas bajo ningún contexto.Según Kodansha, Oé falleció durante la madrugada del día 3 de marzo por causas naturales, y su familia ya habría llevado a cabo un funeral privado a la espera de que se realice una ceremonia pública en su recuerdo. No señalaron los motivos por los cuales tardaron en dar a conocer la noticia del deceso.
Para leer
Bibliografía
En librerías Gonvill
- “¡Despertad, oh jóvenes de la nueva era!”
- “Cartas a los años de nostalgia”
- “El grito silencioso”
- “La presa”
- “Cuadernos de Hiroshima”
- “The Silent Cry”
En Librerías Gandhi
- “¡Despertad, oh jóvenes de la nueva era!”
- “Cuadernos de Hiroshima”
- “Renacimiento”
- “Death By Water”
- “¡Adiós, libros míos!”
- “Cartas a los años de nostalgia”
- “Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura”
CT
” Fuentes www.informador.mx ”