Un juez ordenó este martes la intervención de un “moderador” entre el gobernador de Florida, Ron DeSantis y el Gobierno de EE.UU. en una demanda que busca la reactivación de los cruceros, suspendidos desde marzo de 2020 en los puertos del país debido a la COVID-19.
El juez Steven Merryday, que había escuchado a ambas partes el pasado 12 de mayo, nombró al abogado Joseph Varner como mediador y dio plazo hasta el próximo 1 de junio para que lleguen a un acuerdo con su ayuda.
El pasado 8 de abril, DeSantis demandó a los Centros para el Management y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para exigirles que permita de inmediato la reactivación de la industria de los cruceros.
La demanda de Florida, a la que se unieron Alaska y Texas, argumentó que los CDC extralimitaron su autoridad con su Orden de Navegación Condicional, vigente desde el 31 de octubre de 2020.
Con la mediación, el juez evitó por ahora pronunciarse sobre una moción presentada por el Gobierno de DeSantis que pedía detener inmediatamente dicha orden de los CDC mientras se lleva a cabo el juicio.
La mediación es un proceso común en los tribunales donde un tercero impartial llamado mediador ayuda a las partes a discutir y tratar de resolver la disputa.
El gobierno estatal argumenta que el 60 % de los cruceros del país salen de Florida, lo que representa unos 8.000 millones de dólares a la economía de Florida.
Mientras, el panorama de una reactivación es aún incierto.
Navieras como Norwegian han señalado que el Caribe podría ser una opción para sus operaciones en caso de que deban además cumplir una ley de Florida que prohíbe a las empresas pedir prueba de vacunación.
Es una medida contraria a una directiva federal que condiciona la reactivación de cruceros en puertos de EE.UU. a la vacunación de la tripulación y los pasajeros.
Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), que representa al 95 % de las compañías con cruceros oceánicos, entre marzo y septiembre de 2020 esas empresas presentaron pérdidas globales de 77.000 millones de dólares, 23.000 millones en salarios y 518.000 puestos de trabajo.
Solo en el condado de Miami-Dade, la actividad de los cruceros produce unos 7.000 millones de dólares al año y emplea, directa e indirectamente, a unas 40.000 personas, además de servir de sostén a otros sectores de la economía.
” Fuentes www.eluniversal.com.co ”