VALÈNCIA. Los recursos humanos y la internacionalización se han convertido en dos de los grandes retos que debe afrontar la empresa turística valenciana. Así se apuntó en la Jornada Empresa Turística de la Comunitat, organizada por Valencia Plaza en colaboración con la Diputación de Alicante, Costa Blanca y Transvia. Un encuentro inaugurado por el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y el secretario autonómico de turismo, Francesc Colomer, y que reunió a numerosos asistentes en el Resort Las Arenas.
El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, señalaba que el momento, para el sector turístico, es de buena expectativa a pesar de ser el que peor lo ha pasado en la pandemia. En este sentido, recalcaba la necesidad de darle su lugar. “Cuando se habla del turismo en la Comunitat Valenciana, se menciona el 14% del PIB, pero el efecto arrastre tiene un sentido amplio al sumarle el PIB del comercio, la hostelería, y otros sectores, lo que lo acerca al 40%”, señalaba.
“Estamos recogiendo los números precovid y tenemos buenas expectativas respecto al año que viene. El sector no se ha quedado quieto y esperando a que se abriera el tráfico aéreo, sino que la inmensa mayoría de los establecimientos turísticos han aprovechado la covid para hacer una inversión para después”, continuaba. Mazón también recordaba el acuerdo firmado la pasada semana para sumar dos millones más a las ayudas que ya impulsó Turisme de los hoteles del programa estatal del Imserso.
Mientras, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, señalaba que el turismo es, en muchas ocasiones, una tabla de salvación a futuro. “Es el sector más patriótico que existe, porque no se marchará jamás”, recalcaba. “Una universidad americana proclamaba que en toda estrategia de salud pública se debería contemplar el turismo como un actividad imprescindible en la calidad de vida”, continuaba, a la vez que destacaba la tolerancia, la tecnología y el talento como claves del sector.
El futuro será verde o no será
En la primera de las mesas, bajo el nombre de “La empresa turística de la Comunitat Valenciana y los retos ante el nuevo escenario”, participaron Federico Fuster, presidente de Hosbec, Esther Gilabert, secretaria basic de la CEV, Javier Gallego. Consejero de ZT Hoteles y José Pablo Vázquez, directivo de Transvia- Mucho más que viajes, moderados por Alberto Galloso, socio-director, Soluciones Turísticas, CEO SAÓ viajes naturales.
Esther Gilabert
, secretaria Basic de la CEV, recordaba que el sector salía de una situación dramática para encontrarse en un momento “absolutamente complicado” con una guerra que nadie esperaba. Entre los problemas, señalaba la inflación y los altos costes energéticos que acaban por diluir el margen de beneficio. “En el corto, es un contexto complicado. En el medio y largo, está el reto de la sostenibilidad. El futuro será verde o no será y esto lo ha acelerado el incremento de los costes energéticos”, reconocía.
Federico Fuster, presidente de Hosbec, tenía claro que otro reto a asumir en el corto plazo es la internacionalización. “Tenemos que empezar a salir. Tenemos un gran know how y grupos de hoteles con una veintena de establecimientos que lo hacen muy bien”, aseguraba. “Durante la covid nos hemos dado cuenta de que las empresas de otras autonomías no son mejores que nosotros, pero dieron ese paso antes”.
Javier Gallego, CEO de ZT Hoteles, ponía sobre la mesa otra de las cuestiones clave en muchos sectores: los recursos humanos. “No lo estamos planteando bien”, señalaba. “No es un problema de calidad formativa, sino de densidad de personas para formar. Luego, vas viendo las promociones y que la vinculación emocional es inversamente promocional a la edad del sector, pero sin recursos humanos no somos nada”, lamentaba.
José Pablo Vázquez
, directivo de Transvia-Mucho más que viaje, también coincidía en que los recursos humanos son un reto. “En nuestro caso, hemos tenido primero un problema de generación de talento y el mantenimiento en nuestras empresas”, señalaba. “Mucho trabajador se ha fugado a otros sectores”. Por otro lado, reflexionaba sobre la necesidad de combinar el teletrabajo y lo presencial. A esto, sumaba el poner en valor la labor de las agencias de viaje. “Tenemos que aprender a cobrar al cliente por la información, que no lo hacemos”, insistía.
Otros retos mencionados fueron los avances tecnológicos que se avecinan para comercializar y la necesidad de incorporar al sector turismo a profesionales de perfiles de gestión de datos, programación o redes sociales. También, pedía a la administración luchar contra el instrusismo, que se agudizó con la pandemia.
¿Subir el precio?
Una de las cuestiones que estuvieron sobre la mesa fue la sostenibilidad y el traslado de estos costes al consumidor. En este sentido, Gilabert señalaba que el precise perfil de usuario es más exigente y asertivo al tener más información y que, por lo tanto, demanda más sostenibilidad. Mientras, Fuster señala un aumento de los precios de entre el 7 y el 11% que hay que repercutir en parte en el precio. No obstante, lamentaba la creciente subida. “El incremento de costes ha sido exagerado. De 30.000 euros a 90.000 euros ha incrementado el precio de la luz en uno de mis hoteles”, aseguraba.
“El usuario cada vez está más concienciado y es un reto que debemos asumir, pero no es barato, es bastante caro. Se nos exige, pero desde la demanda no acaban de entender que conlleva un precio”, reconocía. “No tenemos aún herramientas para venderlo bien. Tenemos en Valencia mucho relato para vender esa sostenibilidad que podemos abanderar. No conozco destino del mundo que lo haya empaquetado y lo haya vendido bien y el primero que lo haga será el que marcará los estándares”, aseguraba.
Javier Gallego, CEO de ZT Hoteles, señalaba que en su caso han aguantado mejor la disaster de la pandemia que la financiera de 2008. “Los retos son todos los que tú quieras y siempre vendrán. Tenemos retos de los factores que son controlables, pero de los que no, conforme venga la musica la bailaremos. El reto es ser capaz de diferenciar tus ventajas comparativas y competitivas”, aseguraba.
Sobre peticiones a la administración, los participantes apuntaron a la digitalización de procesos y los Subsequent Era, además de solicitar que el Bono Viatge se canalizase a través de las agencias de viaje junto a más medios en la lucha contra el intrusismo. También pidieron dejar de lado la tasa turística. “Un regalo a los reyes sería acabar con esta medida miserable”, lamentaba Fuster. Además, pedía al Ministerio de Bienestar que asuma que el programa del Imserso es de los años 80 y es necesario remodelar. Por último, se pedía mayor rigor a la hora de repartir ayudas entre diputaciones, mancomunidades y ayuntamientos al señalar que crean ruido y distorsión.
Nuevas tecnologías para el sector turístico
En la segunda de las mesas de la jornada, bajo el título “Nuevas tecnologías para el sector turístico”, participaron José Mancebo, director del Patronato Costa Blanca, Mario Villar, director de Inteligencia Turística de Turisme Comunitat Valenciana-Generalitat Valenciana, Sylvia Andrés, directora Basic del Palacio de Congresos de València y Víctor Pérez, presidente de Fotur.
José Mancebo, director del patronato de Costa Blanca, señalaba que todavía se está en la antesala de la tecnología en la parte turística y que, en su caso, se encuentran en un proceso constante de aprendizaje en el que valoran la tecnología como lo que es, “un medio”. “Debemos de tener una actitud de escucha activa continua, pero debe ser tranquila, porque hay mucho efecto wow y cuesta distinguir el grano de la paja”, recalcaba.
En todo caso, señalaba que la tecnología va destinada a adelantarse, planificar y dirigirse a donde ésta puede añadir valor. En este sentido apuntaba al metaverso o a la fallida experiencia de Google con sus gafas inteligentes. “Buscaremos soluciones que redondeen la experiencia del cliente y tenemos que liderar de forma bien entendida. Escuchar, ver qué ocurre y que la tecnología favorezca la competitividad de nuestra oferta”, insistía.
Mario Villar, director de Inteligencia Turística de Turisme Comunitat Valenciana, señalaba que, las revoluciones tecnológicas anteriores, eran inmóviles. Sin embargo, la precise está en la nube e web. “Intentar digitalizar a toda la sociedad es algo que no ocurre y que no ocurrirá”, apuntaba. Sin embargo, señalaba la importancia de saber a dónde vas, y apuntaba como medio para tomar decisiones a los datos. “Si automatizamos los servicios turísticos ahorraríamos un 40% a las empresas y eso no es opinión”, aseguraba.
En este sentido, recalcaba que digitalizar no puede ser tener una internet y redes sociales, sino que se debe afrontar como un cambio cultural. “Obedece a tener una formación, una guía, unos estudios,… Saber en qué estamos y cómo estamos”, destacaba. Villar aludía a una herramienta que está desarrollando Turisme Comunitat Valenciana de inteligencia turística a la que tendrán acceso las compañías para ayudarles en sus previsiones.
Sylvia Andrés, directora basic Palacio de Congresos de Valencia, señalaba que, desde el punto de vista del turismo de reuniones, las nuevas tecnologías son imprescindibles. “La gente necesita reunirse y vivir una experiencia, pero faltan horas en el día y un congreso supone tres días fuera de tu trabajo”, reconocía. “Si eso no te aportada nada más que verlo online y tu tiempo vale oro, no viajarías”.
En este sentido, el Palacio de Congresos ha ido evolucionando el espacio. “El propio mercado nos exige esa tecnología. Nosotros somos una empresa que competimos y tenemos que adaptarnos. Cada año invertimos en el edificio con novedades como equipamiento audiovisual para interactuar con el público”, explicaba. A esto, sumaba que las nuevas tecnologías permiten que la huella del impacto de las reuniones sea menor con el uso de códigos QR y no de carpetas, por ejemplo. “La nueva tecnología permite que otro de los ejes estratégicos que es la sostenibilidad tenga un impacto positivo en ello”, señalaba.
Victor Pérez , presidente de Fotur, aseguraba que desde festivales a discotecas están trabajando codo con codo con Invat.tur para tener conocimiento, por ejemplo, de los movimientos de un usuario desde que entra por la puerta hasta que se va. “Desde que compran la entrada y entran, sabemos cuántas veces van al baño, cuánta gente puede entrar, lo que se consume, el tiempo que está en la barra, y lo hacemos para mejorar los festivales, por ejemplo”.
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