Con el Estado como orientador estratégico, las empresas israelíes aplican procesos biotecnológicos de avanzada para liderar el sistema global.
El Primer Ministro Benjamin Netanyahu anunció que Israel comenzará a producir leche de alta calidad biotecnológicamente preparada sin la utilización de animales.
El anuncio lo hizo junto con directivos de “Steakholder Foods”, que es la principal empresa israelí especializada en la producción de proteínas alternativas surgidas de procesos biotecnológicos de última generación.
Steakolder Foods produce también pescados cultivados, que son impresos y estructurados con tecnología 3D (a través de planchas sucesivas) y disponen para todo esto de patentes aprobadas tanto en Israel como en EE.UU.
Más de 20% de la industria de alta tecnología israelí está dedicada a la biotecnología de avanzada, y dentro de ella especialmente a la producción de proteínas alternativas; y la apuesta estratégica de gobierno de NetanYahu es que Israel se transforme en la cabeza del sistema global en la producción de este tipo de proteínas.
Remik es la principal trasnacional de la producción de alimentos en Israel; y ahora se ha propuesto desplegar en el mundo entero estos productos de la industria de las proteínas alternativas, buscando afirmarse ante todo en los mercados de EE.UU y China.
La regla de la actividad de Remik es la innovación constante en la totalidad de sus líneas de producción, y en primer lugar la de la industria láctea.
Allí desarrolla un proceso de fermentación a través de levaduras en los alimentos, que producen todo tipo de lácteos, sin la intervención de animales.
En todos los casos estas prácticas de alta tecnología en los alimentos se realizan a través de una dimensión biológica, en la que –por ejemplo- la fermentación tradicional ha devenido un fenomenal ejercicio de ingeniería genética, que la convierte en la avanzada de los nuevos alimentos proteínicos alternativos.
Todo en la biotecnología de avanzada se dirige al dominio y la elaboración de nuevos tipos de proteínas, en el convencimiento de que es la base de la alimentación, y por lo tanto de la vida humana.
Remik sostiene que su tarea consiste en la creación de los genes responsables de las proteínas, ante todo las lácteas; y que luego se trata de injertarlos en las levaduras, indicándole a estas como producir las nuevas proteínas de base alternativas, con el agregado que la industrialización de estos productos se ha automatizado en forma prácticamente total.
Las nuevas proteínas de base alternativa carecen de colesterol y de lactosas, y por lo tanto no implican ningún tipo de perjuicios para la salud, y son altamente recomendables para el logro de una “vida sana”.
“La vida sana” es el ideal contemporáneo de la nueva clase media en los países emergentes, en primer lugar China, donde asciende a 500 millones de personas con ingresos comparables a los norteamericanos (U$S 35.000 / U$S 45.000 anuales).
Israel es una gran potencia tecnológica, no obstante que cuenta con sólo 8 millones de habitantes; y en Índice Nasdaq de empresas high tech de Wall Street, las firmas israelíes ocupan el segundo lugar después de las de EE.UU.
De ahí que la agricultura Israelí sea también de alta tecnología; y esto sucede en un territorio menor que la provincia de Tucumán en el que 40% del total es un desierto como el de Sahara (el Neguev en el Sur), y menos de 20% de su superficie es tierra fértil utilizable y en todos los casos la carencia de agua es una restricción esencial.
Aun así –esto es lo notable-, la historia de la agricultura israelí es la de un aumento constante de la productividad: la producción aumentó 26% entre 1999 y 2009, y al mismo tiempo requirió 12% menos de tierra utilizable.
Por ley el agro israelí destina a la investigación científica y tecnológica 20% de sus ingresos, y se orienta a lograr soluciones inmediatas de corto plazo, vinculadas en todos los casos a las oportunidades del mercado, en especial en el terreno internacional.
De ahí que los mejores tomates, melones y espárragos que se consumen en el mercado europeo se producen en el desierto del Neguev con la irrigación por goteo automatizada más eficiente del mundo.
El estado cumple un papel de orientador estratégico esencial en el agro israelí, que actúa mediante una institución central de enorme relevancia que es la “Comisión del Agua”, el insumo crucial del que depende la vida de la sociedad y del Estado de Israel.
Ahora ese Estado de enorme relevancia estratégica se ha volcado a incentivar la producción en gran escala de proteínas alternativas, buscando ocupar el primer lugar en el mundo.
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