Los agentes incorporan perros en el tercer día de registro de su chalé sin encontrar indicios evidentes que sitúen allí a Esther López
«Hoy están aquí, antes en el otro lado y mañana quien sabe…», suspiraba con cierta incredulidad un vecino de la urbanización El Romeral mientras observaba desde la distancia e l trasiego de patrullas, furgonetas y coches camuflados de las distintas unidades de la Guardia Civil que este lunes han vuelto a registrar al milímetro por tercer día consecutivo el chalé de veraneo de la familia de Óscar, el amigo de Esther López que, en teoría, la vio por última vez y que ahora, cuando están a punto de cumplirse tres meses desde su desaparición, parece estar centrando las pesquisas de los agentes.
Los agentes de la unidad de élite de la Benemérita, la UCO (Unidad Central Operativa), están al frente de una investigación que apunta abiertamente a día de hoy a Óscar, un sospechoso, investigado o persona de interés para los investigadores que, eso sí, a día de hoy no ha sido detenido o acusado formalmente de nada. Los efectivos de la UCO han realizado en los últimos días una ronda de interrogatorios, en algunos casos de hasta dos horas, al entorno más cercano del propio Óscar con la aparente intención de dibujar un perfil del ‘sospechoso’.
Los allegados del ahora investigados declararon hasta dos horas sobre la forma de ser de Óscar
Los amigos de Óscar, y en algunos casos también de Esther, fueron citados a declarar a lo largo de la semana pasada, algunos de ellos, incluso, el sábado y el domingo, para ser sometidos a un largo interrogatorio a cargo de los agentes de la UCO en la Comandancia de la avenida de Soria sobre sus propias opiniones en torno al caso, su punto de vista sobre la forma de ser del sospechoso e, incluso, abiertamente sobre si le veían capaz de estar vinculado de alguna forma con la muerte de Esther López.
Los agentes, en paralelo, han interrogado, o más bien recabado información, l iteralmente puerta a puerta a los vecinos de la propia urbanización El Romeral, donde se encuentra el chalé de la familia de Óscar, en el que, según su testimonio, durmió en la noche de la desaparición de Esther, para averiguar si ha habido movimientos en el domicilio en estos últimos meses. Se trata, no obstante, de una urbanización de veraneo y fin de semana en la que son pocos los vecinos que residen en estas viviendas fuera de temporada.
Las nuevas rondas de interrogatorios parecen centradas ahora exclusivamente en el entorno de Óscar y en el propio empresario, propietario de una agencia de viajes en la capital, donde tiene su domicilio recurring, que fue sometido a dos exhaustivos interrogatorios en presencia de su abogado por los agentes el miércoles, sobre todo, y el jueves de la semana pasada. En ellos, según lo poco que ha trascendido de la investigación, el hombre habría mantenido su versión inicial, con algunas contradicciones, al parecer, de que aquella madrugada del 13 de enero dejó a Esther López en el entorno del cruce de La Maña, al borde de la carretera de Soria, y que él se fue a dormir al chalé de su familia, situado al otro lado de la calzada, en la calle Uno de la urbanización El Romeral.
Y allí, en la parcela de la vivienda, que da a las calles Uno y Dos, ha continuado este lunes el amplio operativos de unidades de la Guardia Civil, cuyos agentes registran desde el sábado (domingo incluido) la vivienda y el jardín con piscina en busca de indicios que sitúen allí a Esther o rastros de que alguno de sus moradores hubiera estado en contacto con ella, se presupone que con posterioridad a su muerte, que la investigación sitúa en la misma madrugada de su desaparición, en aquel 13 de enero, cuando Óscar defiende que la dejó sola cerca del restaurante (cerrado a esas horas) porque así se lo pidió ella.
«La verdad es que ya no sabemos qué pensar», reconocen los vecinos de la urbanización El Romeral
Él, en teoría, y según su testimonio, se marchó solo en su coche, un Volkswagen T-Roc gris, que volvió a ser intervenido el miércoles de la semana pasada y que está siendo inspeccionado literalmente por piezas desde entonces.
Los agentes, como novedad, han traído de nuevo a guías caninos llegados desde Madrid para incorporar a dos perros adiestrados en la búsqueda de restos biológicos (léase sangre) al registro del chalé de la familia de Óscar, cuyo perímetro, por las dos calles a las que da la parcela, ha permanecido precintado y custodiado por guardias civiles para evitar miradas a la labor llevada a cabo en la propiedad, por la que han desfilado, sobre todo, agentes de la UCO. Dentro, en principio, no habrían hallado por ahora indicios evidentes que sitúen allí a Esther López la noche de su desaparición -ella pudo haber estado en la casa con anterioridad a aquella madrugada- a falta de los análisis de las muestras que sí han recogido después de tres días consecutivos de inspección ocular.
«La verdad es que ya no sabemos qué pensar», concluyeron los pocos vecinos que vieron de refilón los movimientos de agentes en torno a la parcela de la urbanización El Romeral. El registro de este lunes comenzó al filo de las nueve de la mañana. Fuentes de la Guardia Civil apuntaron a que puede que continúe aún este martes. El perímetro, en cualquier caso, permanecía acordonado.
La investigación continúa abierta a la búsqueda de algún indicio definitivo, si es que lo hay, que permita vincular al ahora parece que principal sospechoso con la muerte de Esher López, cuyo cuerpo fue encontrado el 5 de febrero en una cuneta al borde de la carretera que conduce a Traspinedo desde la N-122. El punto en el que Óscar ha mantenido que dejó a su amiga aquella noche, entre el restaurante La Maña y el camino que conduce a la bodega Vizar, se encuentra a apenas ochocientos metros del chalé.
” Fuentes www.diariovasco.com ”