La distribuidora de bebidas Primeras Marcas, hasta ahora especializada en el canal horeca –acrónimo de hoteles, restaurantes y caterings–, lanza el proyecto Insolity. Una iniciativa dirigida a los amantes del vino y de los destilados, e incluso coleccionistas que deseen crear su propia bodega y almacenar joyas de añadas históricas, que se pueden revalorizar con el tiempo. Nace de la voluntad de ofrecer una experiencia de lujo que podrá concluir con el pupilaje de la colección de vinos en la Crypta: un servicio de guarda privado y novedoso en España. Se trata, según explica Audrey Anne Vigne, responsable del proyecto, de un espacio único, personalizado y exclusivo donde la marca custodiará y gestionará la bodega specific de sus clientes con todas las condiciones de conservación y seguridad.
Se trata de la primera iniciativa de estas características en España, inspirada en un servicio consolidado desde hace décadas en el Reino Unido. Los vinos que se ofrecen pertenecen al 1% de los mejores terroirs del mundo: Petrus, Louis Roederer, Domaines OTT, Château Lafite-Rothschild, Château Cheval Blanc, Château d’Yquem, Louis Latour, Château Margaux, Gaja, Sassicaia, R. López de Heredia-Viña Tondonia. Estos son solo algunos de los nombres del más de centenar de bodegas, un 35% de la oferta corresponde a la zona de Burdeos, que completan una lista de más de un millar de vinos de los principales château franceses y bodegas españolas e italianas.
Además, ofrecerá a sus miembros el acceso exclusivo a la venta en primeurs, una oportunidad para comprar vinos reputados y de producción limitada antes de su embotellado, a un precio inferior al que tendrán cuando salgan al mercado. Así, a través de Insolity, obtendrán vinos que se pueden revalorizar, según su responsable, entre un 4% y un 8% de media cada año, como así ha sucedido en los últimos ejercicios, “convirtiéndose en auténticas piezas de coleccionismo”. Aunque hay vinos como un Petrus de 2008, cuyo valor se ha multiplicado por cinco.
La industria del vino de alta gama es de las que mantiene un fuerte crecimiento año tras año. En 2021, según el índice de inversiones de lujo de la consultora inmobiliaria Knight Frank, el citado mercado tuvo un buen desempeño, con un aumento promedio de alrededor del 1% mensual. En la categoría del champán, la revalorización llegó al 31%, los vinos de Borgoña subieron un 25%, y los de Burdeos, un 10%. Son los clientes asiáticos, por ejemplo, los que le dan gran importancia a las etiquetas de Borgoña, mientras que los británicos y estadounidenses prefieren el champán.
Según los expertos de la citada consultora, hay una nueva ola de dinero para invertir en el mercado del vino, parte de ella impulsada por factores macro económicos, como la inflación, pero en el que también intervienen factores más localizados como la escasez de suministro debido a las condiciones climáticas. particularmente las heladas y los problemas de la cadena de suministro.
En este contexto, la responsable de Insolity, afirma que la iniciativa “va a revolucionar la manera de comprar vino en España. Pretendemos ofrecer una experiencia única al consumidor, con catas exclusivas, el acceso a la compra avanzada de grandes vinos franceses, acompañado de los consejos de un consultor y de un sumiller que ayudarán a los clientes a crear su propia bodega de vinos franceses, españoles e italianos”, explica Vigne, que detalla que dependiendo de la categoría de la membresía, el suscriptor podrá acceder a determinados servicios.
Existen tres niveles, dependiendo de la inversión en vinos que se quiera hacer: insider –entre 300 y 2.000 euros anuales–, collector –entre 2.000 y 5.000 euros al año– o ambassador –superior a 5.000 euros–. Cada nivel permite disfrutar de beneficios como masterclass únicas, catas y cenas exclusivas, ventas privadas o visitas a algunas de las bodegas más relevantes del catálogo. Asimismo, los miembros más activos podrán acceder a productos muy limitados y cerrados al resto del público, y a servicios como la evaluación de su bodega private.
La primera cata exclusiva se celebrará en las próximas semanas, en un espacio gastronómico privado en Barcelona, donde se probarán vinos de terroirs únicos de Francia, España e Italia. Además, uno de los participantes será elegido para asistir a una cena privada en España con Château Lafite-Rothschild.
“El vino es un producto noble y excepcional. Es uno de los únicos productos que puede, si se dan todas las condiciones, mejorar con el paso del tiempo. Además, tiene un agregado emocional importante”, señala su responsable, que pretende alcanzar en los próximos cinco años los tres millones de facturación.
Para poner en marcha este proyecto, Primeras Marcas realizó una inversión en 2019 en tecnología y modernización del almacén de 3.000 metros cuadrados de 1,5 millones de euros. La inversión inicial realizada para Insolity es de 300.000 euros. El objetivo, según Vigne, durante el primer año es conseguir una base de clientes sólida y asesorar a los clientes sobre determinados vino.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”