Tijuana, Baja California.- Con pelucas, pintados de payasos, haciendo malabares, ofreciendo algún dulce o de la mano de sus padres, decenas de niños y niñas salen a las calles de Tijuana para pedir una moneda.
Durante las últimas semanas se ha registrado un incremento en el número de menores de edad pidiendo una dádiva en la vía pública, principalmente en la Zona del Río, en el bulevar Díaz Ordaz, en Otay Universidad, en el bulevar Fundadores y en la garita de San Ysidro.
En varios semáforos del bulevar Díaz Ordaz hay niñas de entre 10 y 12 años de edad cargando bebés en sus brazos, otros niños solos haciendo malabares y madres con sus hijas, quienes colocan un cartón en el parabrisas para pedir una moneda.
Uno de los cartones tiene escrita la frase: “Le pido su ayuda con lo que sea su voluntad una moneda o agua o comida. Soy de Chiapas, gracias, que dios les bendiga con todo su familia, gracias”.
Caminan entre los automóviles con un sombrero o gorra en mano, pintados de la cara, acercándose a los conductores para recibir una moneda.
Sobre esta situación, las autoridades desconocen cuántos niños hay bajo esta situación, aunque sí reconocen la problemática.
Alertan sobre aumento
El Colegio de Abogados de Tijuana denunció un incrementó en el número de menores de edad en las calles de la ciudad pidiendo alguna dádiva.
El presidente del colegio, Hassan Franco Ruiz, señaló que se tratan de niños de entre cinco y 12 años de edad, y algunos de ellos manifiestan no hablar español a través de un cartón.
Lo notamos desde la colonia Morelos, hasta el bulevar Insurgentes, la 5 y 10, afuera del Swap Meet Siglo XXI. En Zona Río he visto los cruceros llenos, poniendo en riesgo la salud y la integridad de los menores”
declaró.
No es un delito que los niños trabajen, explicó, mientras no sean menores de 14 años, de acuerdo con la ley en México, pero esto debe de ser en un espacio seguro, digno y en donde no se ponga en riesgo la integridad del menor.
En caso contrario, los Códigos Civil y Penal del Estado prevén esas conductas y las sancionan, ya sea desde perder la patria potestad del menor hasta la cárcel, dependiendo del riesgo al que fueron expuestos los niños, destacó.
Ante esta situación, Franco Ruiz recomendó no dar dinero a los menores y reportar el caso al número de emergencia 911 para que la Policía Municipal actúe en consecuencia presentando a los padres ante un juez calificador.
Las autoridades, apuntó, serán las que determinarán si los padres son turnados a la Fiscalía Normal del Estado y los menores al DIF de la Entidad.
Problemática estatal
Hasta la última semana de julio del presente año un whole de 18 menores de edad habían ingresado al sistema DIF del Estado por estar trabajando en las calles.
La mayoría de estos casos se registró en el municipio de Mexicali con 12 niños, seguido por Playas de Rosarito con cuatro y en tercer lugar Tijuana con dos casos.
En comparación con el año pasado, las intervenciones de las autoridades se han duplicado ya que en 2021 fueron 23 niños los que fueron sacados de las calles y posteriormente fueron puestos bajo la tutela del DIF del Estado.
Mónica Vargas Núñez, directora del DIF Baja California, explicó que para atender este tema hay un trabajo de colaboración en el intervienen otras instancias como la Procuraduría de los Niños, Niñas y Adolescentes, el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, Seguridad Pública, los DIF municipales y la Fiscalía Normal del Estado.
“Hay diferentes circunstancias en las que interviene DIF, cuando FGE nos pone a disposición a los menores nosotros lo que hacemos es tenerlos en nuestros espacios bajo nuestro cuidado, brindándoles protección y seguridad, y desde ahí se interviene con una etapa de asesoría psicológica, para ver la condición específica de cada niño”, manifestó.
Cuando intervienen, añadió, primero determinan si hay algún adulto supervisándolos para establecer el vínculo de parentesco, es decir, que sean sus padres.
Dijo que buscan ayudar a los padres para no separar a los niños de los padres, por ejemplo, tratan de colocar a los papás en un trabajo fijo, se les ofrece despensa alimentaria y si no tienen en donde pernoctar los canalizan a un albergue.
“Lo que estamos haciendo ahorita es una colaboración institucional para llegar todos en ese primer acercamiento con los menores y poder determinar cual es la situación”, agregó.
La funcionaria estatal explicó que con anterioridad se retiraba al menor del semáforo y en algunos casos se volvían a instalar en el siguiente semáforo o en una calle cercana.
“Pero hemos visto que ha ido disminuyendo, la colaboración ha dado resultado porque antes cada dependencia actuaba por su cuenta”, añadió.
” Fuentes www.elimparcial.com ”