La estancia de los estudiantes en la Isla, según las agencias organizadoras, «supondrá un impacto económico cercano a los 30 millones, entre pernoctaciones, transportes, actividades, ocio nocturno y compras». Lemes añade que la estancia de estos chicos, contratada habitualmente por espacio de cinco días, «les supone un desembolso particular person de unos 900 euros de media entre hoteles, traslados, actividades y discoteca, a los que hay que sumar los gastos en comercios locales, que suman entre 150 y 200 euros. El desembolso medio es de unos 1.000 euros por cada joven».
La llegada de los diferentes grupos a las tres zonas vacacionales donde estarán alojados en un complete de 24 hoteles, «se producirá conforme terminen sus exámenes de selectividad, de ahí la diferencia de fechas según la comunidad de procedencia». Tras lo sucedido el pasado año, Delem Ocio tomó la iniciativa hace meses y reunió en la Isla a todas las partes que participan con el turismo joven «de cara detectar problemas y aportar soluciones conjuntas para así prevenir cualquier tipo de imponderables», apunta su CEO.
A dicha reunión acudieron más de 50 personas que expusieron las necesidades de cada colectivo. Como resultado del encuentro todos los asistentes propusieron una serie de iniciativas para conciliar el derecho de los jóvenes a disfrutar de sus viajes de fin de curso en Mallorca y el derecho al descanso de los vecinos, limpieza y cumplimiento de una conducta cívica en las zonas donde se van a alojar. Lemes explica que sigue en comunicación con las autoridades tratando de llevar a buen fin las propuestas realizadas. Transportistas y actividades de ocio turístico serán otros de los sectores beneficiados por los viajes de estudios, ya que las agencias han reservado excursiones por toda Mallorca, así como eventos musicales en el recinto de Son Fusteret a lo largo del próximo mes.