Miguel Pesce, presidente del Banco Central, debe ser uno de los argentinos que más festeja en estos días: al mismo tiempo que la selección nacional clasificaba la final del Mundial de Qatar, el BCRA compraba u$s39 millones, gracias al aporte de los productores sojeros, que liquidaron u$s64 millones.
Así, desde que rige el tipo de cambio preferencial para la exportación sojera, el BCRA lleva comprados u$s802 millones. Por otra parte, el lunes habían ingresado u$s500 millones de una línea crediticia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con lo cual las reservas alcanzaron la marca de u$s39.677 millones.
Y se espera que, en los próximos días, se libere otra cuota del Fondo Monetario Internacional por u$s6.000 millones, de los cuales unos u$s3.400 millones engrosarán las reservas en el corto plazo y permitirán cumplir el cronograma de pagos del verano.
Pero si algo debe estar festejando especialmente Pesce es el hecho de que, entre el partido semifinal del Mundial y la remaining haya un lapso de apenas cinco días. Eso pone un tope a la oferta de pasajes aéreos para los fanáticos argentinos que, ni bien terminó el partido, ingresaron masivamente los sitios de las agencias de turismo para tratar de viajar a Doha.
Qatar, una aspiradora de dólares acotada
Se estima que ya son 30.000 los argentinos que asistieron al partido contra Croacia, más otros miles que viajaron que no consiguieron entradas en el mercado paralelo. Y ahora se agregará el último contingente que viaja para la remaining.
Solamente por concepto de traslado aéreo, estos turistas futboleros requirieron de las arcas del BCRA u$s5.000 per capita. En las últimas dos semanas se triplicó la demanda, según se informó desde empresas turísticas, y en estas horas está explotando el pedido de pasajes, pero la oferta es naturalmente limitada: dos vuelos de Aerolíneas Argentinas agregados a última hora, con escala en Roma, dos de Latam con escala en Brasil, uno de British Airways y uno de American Airways.
Aerolíneas Argentinas agregó vuelos para sumar los nuevos contingentes a medida que la selección avanzó en el Mundial de Qatar
Hablando en plata unos u$s20 millones additional que saldrán de las reservas del Banco Central, una cifra menor en comparación con los montos récord que se “fugaron” por la cuenta de turismo en los meses previos a la instauración del “dólar Qatar”.
Además, para compensar la salida de estas divisas, arrancó relativamente bien el nuevo régimen para incentivar a que los turistas extranjeros que llegan a Argentina usen sus tarjetas de crédito en vez de venderles los dólares a los “arbolitos” a la cotización del blue.
En la primera semana del nuevo régimen para el turismo receptivo, el monto operado por los visitantes subió un 25%, según le informaron a Pesce los directivos de MasterCard que ya implementan el sistema por el cual se les devuelve a los turistas la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el dólar MEP.
Claro que el monto que ingresa -se estima que subió a u$s40 millones por mes- sigue siendo muy pequeño en comparación con el promedio histórico de u$s250 millones, pero al menos supone una reacción positiva después de varios intentos fallidos por captar las divisas de los turistas extranjeros.
¿El dólar Qatar fue un éxito?
Lo cierto es que, de la mano del entusiasmo que generan Lionel Messi y compañía, la demanda de divisas para viajar al exterior es pujante y si no creció más es solamente por un obvio tema de restricciones de oferta -ni los pasajes aéreos ni las entradas para los estadios qataríes son infinitas-.
Hasta ahora, el Gobierno ha celebrado como una victoria el hecho de que tras la entrada en vigencia del “dólar Qatar” hubo una caída en la demanda de divisas por parte del público minorista, especialmente en las que se canalizan vía turismo.
En octubre, el rubro “viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” del steadiness cambiario del BCRA, sumó apenas u$s571 millones, después de haber alcanzado u$s726 millones el mes previo.
El Gobierno celebró la caída en la demanda de divisas tras la aplicación del “dólar Qatar”, pero los analistas creen que hubo un adelantamiento en las compras
Sin embargo, varios analistas ya habían advertido sobre la posibilidad de malas interpretaciones en esas cifras. La caída en la demanda, en realidad, no estaba tan justificada por el encarecimiento en la compra de dólares, ya que, en definitiva, el agregado de 25% como percepción de Bienes Personales apenas implicó un salto de 11% en la cotización previa.
Más bien, lo que se interpreta es que la caída en la demanda obedece a que, previamente, había ocurrido un efecto de adelantamiento en las compras. Desde el primer anuncio de que se estaban pensando restrictivas para el turismo emisivo, hasta la efectiva aplicación del dólar Qatar pasaron varias semanas, las suficientes como para que aquellos que tenían previsto viajar al mundial o que ya estuvieran planificando sus vacaciones pudieran adelantarse a la medida oficial.
Pero hubo, además, otra situación que habitualmente se pasa por alto en los análisis: el dólar blue cotizó notoriamente por debajo del tipo de cambio turista. Esa diferencia llegó a ser de más del 15%, en octubre y comienzos de noviembre, en una situación que se consideraba anómala, porque el mercado percibe al dólar Qatar como un obligado “piso” para el blue.
Fue así que en las agencias de viaje comenzaron a notar un nuevo tipo de arbitraje: los turistas, en vez de usar sus tarjetas para comprar al tipo de cambio oficial, preferían comprar el dólar blue -más barato- en el mercado paralelo, y dedicaban parte de ese monto a pagar el pasaje, mientras el resto lo llevaban en efectivo para hacer sus gastos de estadía.
La consecuencia de esta situación es que, para la estadística oficial, hubo una caída en la demanda de dólares por turismo, pero esto ocurrió no tanto por una disminución en la cantidad de viajeros, sino por el hecho de que muchos de ellos acudieron al mercado informal para hacerse de las divisas y prefirieron no usar sus tarjetas en el exterior.
Pero los analistas del mercado cambiario vienen advirtiendo que esa calma del blue puede ser apenas pasajera, dadas las amenazas que se ciernen sobre el Banco Central justo en un momento en el que se está produciendo una expansión monetaria que los economistas estiman en $1,5 billón. De hecho, algunos de los pronósticos ubican al blue en torno de $400 en el corto plazo.
En consecuencia, cuanto más se escape el blue -hoy en torno de $315 contra $358 del dólar Qatar- menor será el incentivo de los turistas para acudir al mercado paralelo, y mayor será la tendencia a usar la tarjeta de crédito para pedirle al Banco Central dólares al tipo de cambio oficial.
La perspectiva de una suba en el dólar blue podría afectar el efecto disuasor del dólar Qatar ante la demanda turística
Por lo que se puede inferir de la recaudación del impuesto PAIS durante el mes de noviembre, la demanda de dólares por parte del público se ubicaría en un monto related al de octubre, es decir en torno de u$s550 millones.
Sin embargo, no está descartado que la demanda pueda volver a subir, como es tradicional, durante los meses de verano. Los altos precios del turismo interno que se están constatando en estos días juegan, además, como incentivo para aquellos que no se resignan a sacrificar sus vacaciones en el exterior.
Un futuro con amenazas
El alivio en el frente cambiario -gracias, sobre todo, a la segunda edición del “dólar soja”– podría tener una reversión durante el verano, según están advirtiendo los economistas.
A diferencia de lo ocurrido en veranos anteriores, cuando el campo hizo un aporte additional por exportaciones récord de trigo, ahora se están sintiendo a pleno los efectos de la sequía. Por lo pronto, no se contará con la exportación triguera -la campaña ya perdió 10 millones de toneladas- y, además, tampoco hay buenas perspectivas para el maíz y la soja. Según las entidades rurales, los rendimientos podrían bajar un 15%.
Esta situación implica un peligroso combine de escasez de divisas combinadas con un cronograma de pagos exigente. La preocupación de los funcionarios se hace evidente, sobre todo, en el apretón que están sufriendo las importaciones, que podrían caer 20% en los próximos meses.
Y la peor noticia que podría tener el Gobierno, en semejante contexto, sería un repunte en la demanda de divisas por parte de los turistas. De momento, los números le permiten festejar un alivio en ese rubro, pero los próximos meses dirán hasta qué punto una medida como el dólar Qatar resultará una medida realmente efectiva.
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