La sala de la Excessive Courtroom of Justice of England and Wales (Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales), en Londres, se transformará hoy en la arena de batalla entre Havila Kystruten e Hijos de J. Barreras. La naviera noruega demandó a la aseguradora Abarca –después, en una contrademanda, hizo lo propio contra el astillero vigués– por el fiasco en el contrato de dos cruceros que quedaron a medio hacer y que ya han empezado a desguazarse, como avanzó este periódico. “Como contrademanda (counterclaim, como reseña literalmente la compañía nórdica), Havila Kystruten ha exigido a Barreras una compensación por un total de 36,8 millones de euros, y 10 millones de euros por barco más intereses, costes y comisiones, correspondientes al incremento del precio del contrato”, constató la empresa en un informe remitido a inversores. Barreras, por su parte, reclama una indemnización por 10 millones a la armadora, a la que acusa de haber incumplido su plan de pagos y empujarla al preconcurso de acreedores en el año 2019.
Este proceso judicial es important no ya para el futuro del astillero, en fase de liquidación y con la sociedad anónima ya disuelta, sino para las esperanzas de las empresas acreedoras de cobrar su deuda. La administración concursal, ejercida por Tahice Authorized, ha reconocido créditos ordinarios por 9,6 millones de euros a auxiliares y proveedoras. Por tanto, el riesgo de que la industria auxiliar se quede como al principio, con ese agujero económico y sin recuperar un solo euro, es muy actual. Además de esta contingencia, el astillero tiene también sobre la mesa la indemnización a Naviera Armas, que pagó 28 millones de euros en 2018 por un ferri del que no se cortó ni una chapa. Por este pedido se adeuda a las auxiliares otros tres millones.
” Fuentes www.farodevigo.es ”