Nada más salir del autobús, Karin Fritsch fue directa hacia Las Letronas. Buscó el ángulo correcto, sacó su móvil y se hizo un selfi para el recuerdo. “No conocía Gijón y es muy bonito. En el norte de España, solo había estado en Vigo. ¡Me encantan estas letras!”, exclamó, ilusionada, esta turista alemana, afincada en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Ella era una de los 981 pasajeros y 418 tripulantes del “Aida Aura”, el primer crucero de la temporada en El Musel, que ayer hizo escala desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde.
A su llegada al puerto, con la bienvenida de un grupo folclórico asturiano, se les ofreció a todos los turistas la opción de visitar, además de Gijón, otros lugares, como Oviedo, Avilés y los Lagos de Covadonga. Una gran parte eligieron quedarse cerca, bien en uno de los cuatro grupos guiados o por libre. Visitaron el puerto deportivo, Cimadevilla, el “Elogio del Horizonte”, la playa de San Lorenzo… “¿Por qué esta escultura está hecha de botellas vacías?”, preguntaba Rudolph Lackermayer, austriaco que vive cerca de Viena, frente al “Árbol de la Sidra”. Cuando se lo explicaron, sonrió de oreja a oreja: “Tengo que probarla, me encanta”.
Los cruceristas no tuvieron tiempo que perder. Pasaron pocas horas en Asturias, pero muy intensas. Beatrix y Heiko Guedenbaum forman una pareja que vive cerca de Hannover. No pararon de hacerse fotos juntos aprovechando que el tiempo acompañaba, aunque sin ser soleado. “En nuestra ciudad estamos demasiado acostumbrados a la nieve”, bromeaban. Lo que no sabían es que son unos privilegiados por disfrutar en Gijón de un clima cálido, más bien veraniego, en pleno mes de marzo: “Da gusto estar en manga corta”.
El viaje de este casi millar de cruceristas comenzó en Tenerife para luego hacer escala en Lisboa, Oporto y Vigo. Tras su paso por Gijón, pusieron rumbo a media tarde hacia la localidad inglesa de Dover para terminar la ruta en Hamburgo. El danés Hoemger Voplimson tenía claro que volverá a Asturias: “Quiero hacer una ruta por todo el norte de España. Me parece precioso; solo lo conocía por vídeo. Hasta ahora solo conocía Bilbao”, aseveró entre risas. Su “look” period muy festivalero: camiseta con estampado naranja, gafas de sol y pelo largo rubio, casi blanco. “Prefiero ir por libre. Entrar en comercios y bares donde van los vecinos. Hoy –por ayer– no me voy sin probar la fabada”, sentenciaba mientras hacía el gesto de escanciar sidra, recién aprendido.
El “Aida Aura”, de 203 metros de eslora y 6,2 metros de calado, estrenó ayer una temporada de cruceros que espera recibir unos treinta buques a lo largo de este año. Regresará a la ciudad en mayo, aunque antes pasarán por El Musel el “Fjpord Nandsen”, el “MS Sirena”, “Seabourn Ovation” y “SH Diana”.
” Fuentes www.lne.es ”