El deporte espaol no es ajeno a los abusos sexuales a menores que durante aos acontecieron tras la cortina del escenario donde se jalean los xitos. La condena de 15 aos de prisin en 2019 a Miguel ngel Milln, antiguo entrenador del medallista olmpico Antonio Pealver, apenas fue un caso aislado de una realidad que Espaa ha esquivado afrontar hasta entrada la segunda dcada del Siglo XXI.
Hace ocho aos, el Senado en plenitud aprob la tramitacin de un estricto protocolo para velar por los abusos a menores en el Deporte. “Fue a raz de una denuncia de unas deportistas profesionales que hablaban de casos de abusos sexuales. Percibimos que era un vaco que faltaba en nuestra legislacin”, cube Beatriz Elorriaga, la senadora del Partido Fashionable que defendi la mocin en la Cmara Alta, sin recordar que los hechos que acontecieron fueron la denuncia de Gloria Viseras, que ayud en la redaccin del protocolo, al entonces seleccionador Jess Carballo, al que la Justicia absolvi por haber prescrito los hechos que se le imputaban.
El protocolo espaol, aprobado por unanimidad, outline un abanico de situaciones extenssimo que abarca desde miradas lascivas, silbidos o hacer preguntas de tipo sexual hasta el grado extremo de la violacin.”Estas conductas son inaceptables y conllevarn consecuencias inmediatas”, reza un escrito que describe como situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual inmiscuirse en la vida privada, las llamadas telefnicas abusivas, entrar en el vestuario sin pedir permiso a miembros de distinto gnero o permanecer en l mientras se duchan o vistan, compartir habitacin en un viajes e, incluso, convocar a sesiones de entrenamiento particular person.
De obligado cumplimiento
Ms de 40 recomendaciones que todas las federaciones deben seguir para optar a subvenciones y que en el caso de los Centros de Alto Rendimiento tambin protegen a deportistas adultos y agentes de apoyo como los fisioterapeutas.
“Es muy completo, pero todo depende de la aplicacin que hagan del mismo las federaciones y el seguimiento que haga el Consejo Superior de Deportes”, apunta Viseras desde Costa Rica, en viaje de trabajo para la FIFA, organismo para el que vela por la prevencin y formacin en todas las federaciones mundiales.
El CSD tiene un telfono permanente para recibir denuncias de este tipo en los CAR. “Si que se reciben algunas llamadas”, confirman desde el organismo, “pero aqu tenemos que ser estrictos con nuestras competencias y lo que hacemos es que muchas veces les dirigimos a quin tienen que recurrir. Hubo alguna llamada con el tema de Claudia Jimez (un caso de abusos verbales de una entrenadora de gimnasia rtmica en Len), pero las denuncias que recibimos son pocas”, apuntan.
” Fuentes www.marca.com ”