Después de emprender un viaje que por momentos pareciera no tener fin y que las dificultades eran cada vez mayores, Yonathan Cordero junto con su familia lograron su objetivo: llegar a Estados Unidos, en donde esperan que la vida les pinte mejor que en su natal Venezuela.
El viaje para Yonathan Cordero; Wileska, su esposa; Alison, su pequeño de un año y 8 meses de edad, así como para su sobrino Érick, que inició el 3 de septiembre, no fue fácil y menos al llegar a tierras laguneras, en donde su vida y sobre todo la de su hijo, cambió por completo.
El 12 de noviembre llegaron a Torreón. El reloj marcaba entre las 16:00 y 17:00 horas, cuando en su intento por trepar al tren que los llevaría a la frontera de Piedras Negras, sobrevino la tragedia.
Su esposa se encontraba ya arriba del tren cuando Yonathan intentó pasarle a su hijo, pero éste cayó y el tren que se encontraba en movimiento, pasó por encima de su bracito derecho.
“Ella no estaba agarrada de ningún lado, no estaba sostenida, se lo doy y el tren arrancó con una fuerza y el niño cayó en medio del tren… Mi sobrino como pudo lo sacó porque estaba andando el tren pero leve, iba suave, mi sobrino como pudo lo jaló pero el tren ya le había pisado su bracito”, dijo en aquella ocasión.
Como pudo, corrió en busca de ayuda con su hijo en brazos, y fue entonces que un hombre se ofreció y los llevó al Hospital Common de Torreón, el cual se convertiría por semanas en su segunda casa.
“…gracias a Dios mi hijo está vivo y eso es lo primordial, que está con vida”, dijo en aquella ocasión, luego de que private del instituto de salud, diera a conocer su caso en busca de apoyo para la familia y sobre todo para el pequeño.
Su historia de inmediato se viralizó y las muestras de solidaridad no se hicieron esperar. Ropa, comida y hasta un espacio donde poder tomar un baño, se les ofreció a la familia, por parte de médicos y trabajadores del hospital, así como de personas que se sumaron al llamado de ayuda.
A EMPRENDER EL VIAJE
Entre los planes de Yonathan nunca estuvo quedarse en La Laguna pese a lo sucedido, pues en aquel país, su hijo tendría mejores oportunidades de vida ante su nueva condición.
Y fue entonces que gracias a la generosidad de los laguneros, la familia emprendió nuevamente su camino hacia los Estados Unidos.
Fue más de 20 días después de lo ocurrido y ya una vez que los médicos le dieron el alta a su pequeño Alison, que reunieron una cantidad para viajar, pero esta vez a bordo de un automóvil, puesto que debido a su calidad de indocumentados en México, no podían comprar un pasaje en autobús que los llevara a la frontera con los Estados Unidos.
Entrevistado por El Siglo de Torreón desde la ciudad de Nueva York, Yonathan, comentó que el viaje les costó 7 mil 500 pesos hasta Ciudad Juárez, Chihuahua. “Juntamos con el apoyo de mucha gente que nos colaboró en Torreón, nosotros juntamos ese dinero y logramos viajar… no conseguimos pasaje en un bus porque no teníamos permisos ni nada, no nos podían vender boleto”, compartió desde su destino.
Al cruzar al Paso, Texas, la familia se entregó con la concept de buscar apoyo por parte del Gobierno de los Estados Unidos, sobre todo por la condición de su pequeño Alison, y lo lograron. “Cruzamos y nos entregamos y nos lograron soltar por la cuestión del niño. Nos enviaron de El Paso hasta Mc Allen, Texas, y duramos unos días después en San Antonio y nos compraron boletos a Nueva York”, contó.
Actualmente, reciben apoyo de una asociación que les brinda las tres comidas, así como las cosas necesarias para su pequeño, además de un espacio en donde dormir. La familia se encuentra a la espera de recibir su carta de residencia, el cual es un requisito indispensable para poder tener un empleo y comenzar a generar ingresos.
Yonathan espera que en un lapso no mayor a 15 días, pueda obtener dicho documento, que le dé esa seguridad que necesitan.
Ahora solo se encuentran a la espera de reunirse con su sobrino Érick, que si bien ya se encuentra en tierras americanas, aun no ha logrado reencontrarse con ellos.
Después de los tres meses de viaje y la experiencia vivida, Yonathan aseguró que se encuentran tranquilos y con la mente positiva para alcanzar sus objetivos.
“Gracias a Dios lo logramos, estamos tranquilos, despreocupados, con lamente positiva para tratar de estabilizarnos y tratar de conseguir trabajo y tener una vida mejor, mucho más estable y la verdad, apoyar a la familia en Colombia y Venezuela…
Todo cambia aquí, ya nos quitamos un peso de encima. Gracias a Dios que logramos llegar”, dijo con emoción.
LA FECHA
Su historia se da a conocer en el marco del Día Internacional del Migrante, declarado como tal por la Asamblea Common de las Naciones Unidas, el 18 de diciembre.
Fue proclamado como tal el 4 de diciembre del 2000, gracias a la resolución 55/93 debido al elevado número y cada vez mayor de emigrantes que existen en el mundo, alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes.
” Fuentes news.google.com ”