En la era digital en la que vivimos, donde casi todo se puede pagar con tarjetas o incluso con el teléfono móvil, es natural preguntarse si realmente necesitamos llevar efectivo en nuestros viajes. Según un artículo reciente, la respuesta es más complicada de lo que podríamos imaginar.
Aunque la mayoría de los pagos se hacen de forma electrónica, es importante recordar que hay lugares donde el efectivo es la única forma de pago aceptada. Por ejemplo, en mercados locales, puestos callejeros o incluso en algunos alojamientos, puede que no acepten tarjetas de crédito. En este sentido, llevar algo de efectivo puede ser una medida de precaución para evitar problemas al no poder pagar por algo tan básico como la comida o un souvenir.
Otro aspecto a considerar es la posibilidad de que haya problemas con las tarjetas, ya sea por errores técnicos, falta de señal o incluso el robo de información. En estos casos, el efectivo se convierte en nuestro salvavidas, permitiéndonos continuar con nuestro viaje sin contratiempos.
Por otro lado, llevar grandes cantidades de efectivo también puede suponer un riesgo en términos de seguridad. Es importante ser consciente de la cantidad de dinero que llevamos encima y tener siempre en cuenta las medidas de precaución necesarias, como dividir el efectivo en diferentes bolsillos o esconderlo en lugares seguros.
En definitiva, la recomendación parece ser encontrar un equilibrio entre llevar algo de efectivo para situaciones imprevistas y depender en su mayoría de los medios de pago electrónicos. Al fin y al cabo, lo importante es disfrutar del viaje con tranquilidad y sin inconvenientes económicos. ¡Buen viaje!
” Sources www.laprovincia.es ”
” Fuentes www.laprovincia.es ”