Descubriendo el Tesoro Escondido de Alicante: El Paraíso de Verano por Excelencia
Cuando pensamos en Alicante, imágenes de playas doradas, aguas cristalinas y destinos turísticos populares como Benidorm o Jávea vienen a nuestra mente. Sin embargo, hay un rincón en esta región que, a pesar de su discreción, se está convirtiendo en el favorito de aquellos que buscan experiencias más auténticas y tranquilas. Este lugar no es otro que Altea, una joya costera que se está erigiendo como el destino ideal para quienes desean disfrutar de la belleza y serenidad del Mediterráneo lejos de las multitudes.
Altea, situada en la comarca de la Marina Baja, es un pueblo que destila encanto por cada uno de sus porosos callejones empedrados, flanqueados por casas blancas y el azul intenso del mar de fondo. La iglesia con su famosa cúpula de tejas azules y blancas, visible desde casi cualquier punto del pueblo, es el símbolo icónico de Altea y punto de referencia para los visitantes.
Lo que hace especial a Altea no es solo su inigualable belleza o su ambiente tranquilo. Este pueblo se enorgullece de haber mantenido su esencia y tradiciones a pesar del aumento del turismo. Aquí, los mercados locales y las tiendas de artesanías siguen siendo los protagonistas, ofreciendo a los viajeros la oportunidad de llevarse un pedazo de la cultura alteana a casa. Además, su oferta gastronómica es un reflejo del Mediterráneo en su máxima expresión: desde los arrozales hasta los mariscos frescos, cada plato es una delicia culinaria que celebra los productos de la región.
Para quienes buscan relajación, las playas de Altea son un verdadero escape. A diferencia de las zonas más turísticas de Alicante, las playas de Altea son tranquilas y menos concurridas, perfectas para disfrutar del sol, el mar y, sobre todo, la paz. A su vez, los entusiastas de la naturaleza y la aventura encontrarán en el Parque Natural de la Serra Gelada, contiguo a Altea, un paraíso para explorar. Sus rutas de senderismo ofrecen vistas espectaculares y la oportunidad de descubrir la rica biodiversidad del área.
Al caer la noche, Altea se transforma. El paseo marítimo se llena de vida, con turistas y locales paseando bajo las estrellas. Los restaurantes y bares abren sus puertas, invitando a disfrutar de la cálida hospitalidad alteana. Y para aquellos que buscan cultura, no hay mejor momento para explorar las galerías de arte y asistir a los eventos musicales que se organizan regularmente en el pueblo.
En conclusión, Altea representa lo mejor de ambos mundos: la belleza natural e histórica de Alicante, combinada con una atmósfera serena y acogedora. Este pueblo no solo es una excelente alternativa para quienes desean evitar los destinos turísticos saturados, sino también para aquellos que buscan sumergirse en una experiencia auténticamente mediterránea. Siendo el secreto mejor guardado de Alicante, Altea invita a descubrir su magia y convertirla en nuestro hogar lejos de casa, al menos durante el verano.
” Sources okdiario.com ”
” Fuentes okdiario.com ”