El avistamiento de cetáceos va un paso más allá en el último crucero que American Queen Voyages organiza entre Columbia Británica y Alaska, en el que los pasajeros dejan de ser espectadores para convertirse en participantes activos de la expedición. Aparte de observar las ballenas, podrán escuchar sus conversaciones, aprender de primera mano cómo se rastrean estos animales y participar en debates con ecologistas y científicos.
La nueva ruta nace del acuerdo entre la compañía de cruceros y Sound Science Research Collective, una organización de conservación marina sin ánimo de lucro que, junto a investigadores de la Universidad Estatal Politécnica de California, convertirán el recién estrenado Ocean Victory en una extensión de su laboratorio de investigación en la temporada inaugural de la expedición a Alaska.
Los hidrófonos del Sound Science Analysis Collective se utilizarán a bordo de las zodiacs de American Queen Voyages para escuchar las voces de las ballenas de Alaska en tiempo actual. De hecho, según informa Michelle Fournet, directora de la organización científica, este es el principal objetivo de las salidas, pero como las ballenas no siempre hablan, también es interesante escuchar lo que ellas mismas oyen, como el choque de las olas y el sonido de los peces, así como a los mismos huéspedes del barco. De esta manera, también se pretende que las personas tomen conciencia de cómo suenan bajo el agua.
Los huéspedes aprenderán y participarán en el rastreo de ballenas mediante la identificación de aletas subiendo sus propias fotos desde el barco a una base de datos científica que sigue sus movimientos estacionales. Esto lo harán acompañados de la misma Fournet, reconocida por su labor como ecologista acústica y experta en la comunicación de las ballenas jorobadas del Pacífico Norte, y de su equipo. La directora zarpará en el viaje inaugural del 6 de mayo, mientras que Andy Rogan se unirá al viaje del 17 de junio y Natalie Mastick el 27 de junio.
En el Ocean Victory hay capacidad para 186 huéspedes que, durante los 12 días que dura el viaje de Vancouver a Stika o los 13 de Stika a Vancouver, viajarán por las regiones menos transitadas de Alaska con guías de expedición. En las excursiones, los huéspedes no solo podrán escuchar a las ballenas, sino también observar la vida salvaje desde plataformas de observación deslizantes. Tendrán, además, la oportunidad de participar en debates con líderes de los Pueblos Originarios de Canadá y en conferencias del equipo científico de Sound Science Analysis Collective.
En estas, así como en el resto de actividades, pueden aprender cómo animales como las ballenas y las focas interpretan el mundo pure y cómo se comunican entre sí. Se responden preguntas tan interesantes como: ¿en lugares desprovistos de luz, cómo los animales se encuentran entre ellos y cómo saben con quién se están comunicando?. Según Fournet, la expedición permite que los huéspedes a bordo tengan una perspectiva del mundo a vista de ballena.
” Fuentes viajes.nationalgeographic.com.es ”