Hasta última hora de ayer había casi medio millón de trabajadores (unos 255.00 asalariados y alrededor 226.000 autónomos con prestación) pendientes de su futuro inmediato ante la posibilidad de que sus empresas, o ellos mismos en el caso de los trabajadores por cuenta propia, no pudieran acogerse a las nuevas condiciones que estaban negociando el Gobierno y los agentes sociales y cuyo acuerdo se materializó al filo de las 20.00 horas para los ERTE.
Unos minutos después llegaba otro acuerdo laboral. En este caso period con los trabajadores autónomos a quienes también expiraban las ayudas por Covid el 30 de septiembre. Los responsables de la Seguridad Social acordaron con las asociaciones de estos trabajadores mantener las ayudas al colectivo hasta el 28 de febrero, incluida la prestación extraordinaria por cese de actividad, que había sido puesta en cuestión por el Ejecutivo.
Según fuentes de esta negociación consultadas por este diario, para la prestación extraordinaria se exigirá una caída del 75% comparando el ultimo trimestre 2019 con el ultimo trimestre de 2021. El límite de ingresos sube hasta el 75% del salario mínimo interprofesional precise (965 euros al mes en 14 pagas).
Asimismo se mantienen exoneraciones graduales para aquellos que hayan venido disfrutando de alguna de las prestaciones hasta septiembre y la prestación ordinaria sigue regulada como hasta ahora, según estas mismas fuentes. Además hay otros 200.000 autónomos que solo tienen exoneraciones sin prestación.
Colectivos asalariados que preocupan
Por otro lado, y dado que las empresas deberán solicitar de nuevo los ERTE, preocupa el futuro de dos colectivos de asalariados en especial. El primero de ellos son los alrededor de 91.000 trabajadores encuadrados en ERTE de fuerza mayor desde el principio de la pandemia, cuyas empresas ya no reciben exoneraciones y que no se reincorporan a la actividad ni parcialmente desde hace año y medio.
Igualmente, están en una situación delicada más de 100.000 empleados en ERTE que trabajan en sectores especialmente dañados por la pandemia y que apenas se han recuperado de la disaster sanitaria, como son los casos de algunas empresas que operan en los sectores del comercio, comidas y bebidas, transporte –especialmente las aerolíneas– alojamiento o agencias de viajes.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”