Del sol y playa al sol y deporte. España está diversificando y desestacionalizando su oferta turística y se ha convertido ya en uno de los principales destinos mundiales de turismo deportivo. Un ‘increase’ que, lógicamente, se apoya en el excelente clima con el que cuenta buena parte de nuestro país para la práctica deportiva y en la gran inversión en instalaciones que se ha hecho en España en las últimas décadas. De siempre se ha sabido que, principalmente la costa mediterránea, ha sido y es el paraíso para la práctica del golf de muchos británicos, allí este deporte es una verdadera religión, pero el atractivo de España no se ciñe solo a los deportistas newbie. Muchos deportistas de élite, ciclistas, maratonianos, triatletas, equipos de fútbol del Norte de Europa… realizan sus pretemporadas invernales en España.
Algunas estrellas incluso se instalan definitivamente a vivir en nuestro país como es el caso del tenista serbio Novak Djokovic, en Marbella, o el gran triunfador de la temporada ciclista de 2021, el belga Remco Evenepoel, que ha adquirido una casa en Calpe (Alicante). Y hasta allí le ha seguido otra de las grandes estrellas del pelotón internacional, Mathieu Van der Poel, que también ha comprado una vivienda en Jávea (Alicante).
Y este estallido de nuestro país como destino turístico deportivo supone un gran negocio para el sector. Antes de la pandemia se estimaba según estadísticas oficiales que cada año nos visitaban por motivos deportivos 11,2 millones de turistas que dejaban en nuestras arcas cerca de 15.000 millones de euros por todos los conceptos. “Y ahora, tras la pandemia, nos volvemos a acercar ya a esas cifras”, reconocen fuentes del sector.
“El segmento deportivo del turismo anula la estacionalidad de los destinos, algo que preocupa mucho en nuestra industria. Constantemente se están realizando actividades deportivas en cualquier parte del mundo. Este factor nos ayuda muchísimo a pensar que puede ser una buena alternativa para tener negocio durante todo el año”, se explica desde la patronal Hosteltur. En 2022, según Strava, España está siendo el destino predilecto para el turismo deportivo mundial, al situar tres de sus regiones, Canarias, Baleares y Comunidad Valenciana, en lo alto del high de destinos preferidos a nivel mundial y el 3,5% del whole de turistas que han visitado España hasta este pasado septiembre lo han hecho por motivos deportivos.
Y hablábamos de ciclistas. La Comunidad Valenciana vuelve a ser este año el destino elegido por la gran mayoría de los equipos World Tour para realizar las pretemporada de 2023, y entre noviembre y enero catorce de los dieciocho que componen la élite del ciclismo internacional masculino han elegido alguna localidad de este territorio para su puesta a punto “gracias a su clima, orografía y estado de las carreteras”, cuenta un responsable del UAE del esloveno Tadej Pogaçar. Así, entre Altea, Calpe, Denia, La Nucía, o Benicassim se han concentrado o se concentrarán Astana, Bahrein, BikeExhange-Jayco, Groupama-FDJ, Arkea-Samsic, Alpecin-Deceunick, UAE Group Emirates, el Jumbo Visma de Van Aeert, Jonas Vingegaard y Primosz Roglic, el Quickstep de Evenepoel y Alaphilippe, el Trek Segafredo, el DSM…
Pero es que los otros cuatro equipos de la élite ciclista mundial que no han elegido la Comunidad Valenciana para sus ‘stages’ los han llevado a cabo en otras zonas de nuestra geografía. Así, el único equipo español World Group, el Movistar, realiza su concentración de pretemporada en Almería; mientras que el potente equipo británico del Ineos Grenadiers de Richard Carapaz y Egan Bernal trabaja en Mallorca, destino elegido también por el Bora Granshoge. El EF Training-EasyPost se concentra en Girona. “Y cada equipo mueve unas 40-50 personas entre corredores, técnicos, mecánicos, masajistas… Y eso en 15 días de concentración son muchas pernoctaciones, comidas… En fin, negocio”, nos asegura el director de un resort que suele acoger equipos ciclistas.
Pero hablábamos del ejemplo del clicista Remco Evenepoel. El belga, antes de ganar La Vuelta de 2022 estuvo dos meses concentrado en un lujoso resort en la localidad alicantina de Pedreguer. El Resort SyncroSfera, que es único en el mundo. Allí se puede dormir a 3.880 metros de altura en sus habitaciones de cámara hipóxica y después entrenar al nivel del mar acompañado por el buen tiempo que suele acompañar a la zona. Algo que favorece el nivel de glóbulos rojos y la recuperación. Así, este año, tras comprarse una casa en Calpe (Alicante) ha decidido contratar a un arquitecto que replique las mimas condiciones en su habitación que las del Resort SyncroSfera ‘a casi 4.000 metros de altura’.
“La región de Alicante es una zona realmente bonita para entrenar. Hace buen tiempo todo el año, por lo que es ideal para mis entrenamientos de invierno. También encuentro circuitos de entrenamiento que son un poco más duros que los habituales de las Ardenas donde entrenaba”, asegura Remco Evenepoel, que decía hace unas semanas, antes de casarse, que “después de nuestra luna de miel en las Maldivas estaremos unos días más en Bélgica para arreglar y empaquetar todo e irnos a Alicante”.
Dejando aparte del cliclismo, las academias de Rafa Nadal en Manacor (Mallorca) o Equelite de Juan Carlos Ferrero en Villena (Alicante), donde entrena el precise número uno del mundo, Carlos Alcaraz, también son un gran reclamo, tanto para principantes que quieren labrarse un camino en el mundo del tenis profesional como para las grandes estrellas de este deporte. Así, el serbio Novak Djokovic cambió hace ya unos años su residencia en Montecarlo por Marbella donde se ha comprado una casa por valor de 10 millones de dólares y donde pasó el confinamiento por el Covid-19. Ya es recurring ver al serbio en las playas de la costa del Sol o entrenando en el membership Puente Romano.
Lo cierto es que Marbella se ha convertido en una de las mecas en España para el turismo deportivo de élite. Y mucha culpa de ello lo tiene el Marbella Soccer Middle, que ya es la sede en pretemporada, sobre todo invernal, de muchos equipos de fútbol de todo el mundo, sobre todo del Norte de Europa. “La aventura de Marbella Football Center comienza en 2005 cuando nuestros fundadores encontraron el gran espacio”, donde hay hoteles, campos de fútbol, gimnasios… “que ofrecía el turismo deportivo de alta calidad, hasta entonces sin explotar en la Costa del Sol”, dicen desde Soccer Influence, la empresa que construyó y explota el centro.
“La unión entre la pasión por el futbol y las condiciones que ofrece la costa mediterránea impulsó un gran crecimiento de la actividad en poco tiempo”, ahora facturan más de 15 millones de euros al año, “y buscamos posicionarnos como un destino preferente de los mejores equipos de futbol del mundo, siempre con el compromiso de ofrecer la mejor calidad a nuestros clientes”.
Y es que por allí han pasado equipos de las federaciones de fútbol de España, Argentina, Inglaterra, Alemania o equipos como el Inter de Milan, el Sevilla, el Liverpool, el Borussia de Dortmund, el Manchester United o el Bayern. Equipos que también han pasado por otros centros de estas características que han proliferado en los últimos años en España, por ejemplo en La Nucía (Alicante) o en La Manga del Mar Menor.
Y si hablamos de La Manga del Mar Menor y, en common, de todo el Mediterráneo, hay que hacer referencia al golf que atrae hasta nuestro país todos los años más de 1,2 millones de turistas, principalmente británicos, para practicar su deporte favorito, que producen un impacto económico en nuestro país, directo e indirecto, de 11.183 millones de euros según un estudio de la IE College.
Un turismo de calidad y que desestacionaliza nuestro tradicional producto de sol y playa porque el pico de actividad del golf, se da en primavera, otoño e invierno y no coincide con el momento de mayor afluencia de turistas a España. Así, el presidente de la Actual Federación Española de Golf, Gonzaga Escauriaza, destaca que “es estructural que el golf desestacionalize, por lo que no limita la capacidad de acogida del turismo de sol y playa y mejora la calidad del visitante”.
Y es que ese mismo informe recoge que el turista de golf difiere del turista extranjero medio, ya que tiene una estancia superior en España, con 11,9 días frente a 7,4. Su nivel de renta también es más elevado: el 26,67% de visitantes se declara de clase alta, mientras solo el 8,82% del turista medio lo hace. En este sentido, estos clientes gastan 4.640 millones de euros al año en los campos de golf, que se elevan a los más de 15.000 millones mencionados en ingresos para toda la economía española por el conjunto de turistas deportivos que acogemos cada año.
” Fuentes news.google.com ”