Con su riqueza en paisajes y patrimonio, no es de extrañar que Metallica arranque todos sus conciertos con un recorrido por la provincia de Burgos. Lo hace al toque de “The Ecstasy of Gold”, tema inconfundible de “El bueno, el feo y el malo”, mítico wéstern con el incombustible Clint Eastwood, rodado en parte en el cementerio de Unhappy Hill, cerca de Santo Domingo de Silos.
La provincia de Burgos es escenario routine de cine y son muchos los títulos que han utilizado sus localizaciones. Disfrutar de ellos es una estimulante forma de viajar desde casa y sumergirse en un destino que sorprende y mucho
Burgos es un destino de película. En el sentido más auténtico y actual de la expresión, pues a lo largo de los años son muchos los parajes, pueblos y monumentos de la provincia los que han servido de inspiración y escenario cinematográfico. Y en sentido figurado también, ya que reúne tal cantidad de espacios naturales “sobrenaturales”, pueblos con encanto, riqueza patrimonial y rincones con encanto, que sus 14.022 kilómetros cuadrados son un verdadero filón para el séptimo arte. Así, no es de extrañar que en las últimas siete décadas se hayan rodado aquí grandes producciones nacionales e internacionales, llevando este territorio tan rico como variado a las pantallas de todo el mundo.
Ver esos títulos ahora es un precioso modo de viajar y aventurarse a recorrer la provincia desde casa para, cuando todo esto por fin pase, lanzarse a recorrer en persona esos escenarios de película (y otros muchos que bien podrían serlo) con esta hoja de ruta básica.
Una de los primeros largometrajes rodados en la provincia fue El Lazarillo de Tormes. Era 1959 cuando Cesar Fernández Ardavín decidió adaptar este clásico de la literatura al cine. El director se convirtió de esta manera en el primer español en ganar el Oso de Oro del competition de Berlín y la cinta, protagonizada por Marco Paoletti y Carlos Casaravilla, mostró al mundo lugares como el Lagar de los Tobalina de Frías, la ciudad más pequeña de España, o la villa ducal de Lerma, diseñada hace cuatro siglos para el disfrute del rey Felipe III.
Años después, en 1963, Julio Coll rodó en Salas de los Infantes, en Santo Domingo de Silos y en el desfiladero de La Yecla el thriller Los muertos no perdonan. En su periplo, un joven parapsicólogo, encarnado por Javier Escrivá, busca una explicación a la muerte de su padre. Más allá de su argumento, la película sirve para descubrir varias localizaciones al suroeste de la provincia en las zonas de Demanda y Pinares.
“Lights! Camera! Action!” Esa orden, seguro que sonó hasta la saciedad durante el rodaje de uno de los wésterns más famosos de la historia del cine: El bueno, el feo y el malo (1966). La película de Sergio Leone se rodó en varios puntos de la provincia: en el municipio de Carazo, en el monasterio de San Pedro de Arlanza en Hortigüela, junto al río Arlanza y en el valle de Mirandilla, en los términos municipales de Santo Domingo de Silos y Contreras. En la grabación, participaron vecinos de estos pueblos, estudiantes y militares. Fueron ellos, los soldados del ejército de Franco, los que se encargaron de levantar las 5.000 tumbas del cementerio de Unhappy Hill donde se desarrolla esa famosa escena del duelo a tres donde se escucha la frase: “Eh, rubio, ¿sabes de quién eres hijo? Eres un hijo de mil padres”. De su conservación se encarga la asociación cultural Unhappy Hill.
Veinte años después, en 1986, Antonio Giménez Rico llevaba al cine la adaptación de El disputado voto del señor Cayo, obra de Miguel Delibes, uno de los mejores novelistas españoles. Si bien el escritor period vallisoletano de nacimiento, Delibes sentía una gran afinidad por la provincia de Burgos y en especial por el Valle de Sedano, al que dedicó estas palabras: «Para sentar las cosas desde un principio diré que Sedano es mi pueblo, un pequeño gran pueblo de Burgos, donde la gente llega a vieja comiendo manzanas y miel». Como escenario de la película, Antonio Giménez Rico eligió Pesquera del Ebro, en el ayuntamiento de Sedano, un lugar que Delibes sentía como propio: «Así que Sedano es mi pueblo y no por casualidad de haber nacido en él, sino por decisión deliberada de haberlo adoptado entre mil».
Javier Fesser creó un universo único en su primera película, El Milagro de P. Tinto (1998). Esos mundos imaginarios y surrealistas existen y se encuentran en La Revilla, un pueblecito en el entorno de la sierra de la Demanda. Su viejo apeadero se convirtió en el hogar del señor P. Tinto y su mujer, Olivia. Aunque hace mucho que no pasan trenes por allí, en los mundos de Fesser cada 25 años aparece el Expreso Pendular, trayendo a sus personajes bizarros. Cinco años después, Javier Fesser regresó a la provincia de Burgos para rodar parte de La gran aventura de Mortadelo y Filemón, basada en las historietas de Francisco Ibáñez. Eligió para ello Aranda de Duero.
José Luis Garci rodó algunas escenas de El abuelo en el monasterio de la Vid, en La Vid y Barrios, cuya 8historia se remonta al siglo XII, cuando el noble Domingo Gómez de Candespina fundó una de las dos primeras abadías premonstratenses del país. El abuelo, largometraje basado en un libro de Galdós y protagonizada por Fernando Fernán Gómez, llegó a Hollywood (fue candidata a los Premios Óscar como Mejor Película de habla no inglesa) y, con ella, la autenticidad de la provincia de Burgos.
Y siendo 2021 año jacobeo qué mejor momento para recordar una de las obras que homenajean al Camino de Santiago: The Way. Dirigida en 2009 por Emilio Estévez y protagonizada por su padre Martin Sheen, El Camino cuenta la historia de un californiano que peregrina con las cenizas de su hijo, fallecido cuando iba camino a Santiago. Una buena manera de adentrase en alguna de las etapas burgalesas de esta gran ruta.
Cerramos este recorrido peliculero con un título que no es película, sino serie, pero que bien merece ser vista: El Cid. Estrenada recientemente en Amazon Prime Video, lleva al espectador a descubrir gran parte de la provincia, con localizaciones en Frías, uno de los Pueblos Más Bonitos de España, o el Monumento Pure Monte Santiago, un increíble emplazamiento pure al noreste de la provincia dominado por un frondoso hayedo y el espectáculo del salto del Nervión, el más alto de España, en forma de cola de caballo.
Burgos Movie Fee, un impulso a Burgos y a su cine
Para promover el territorio como lugar de rodajes, recientemente se ha creado Burgos Film Commission, una oficina de captación de producciones audiovisuales que busca facilitar las grabaciones en la provincia y proyectar este territorio que ofrece una enorme variedad de escenarios, facilidades para los rodajes y buenos profesionales del sector. Es también una buena fórmula de atraer a turistas interesados en el cine, un tipo de viajero que busca conocer los escenarios de sus películas y collection favoritas.
” Fuentes www.inoutviajes.com ”