En distintos puntos de Italia buscan trabajadores que emigraron, o planean hacerlo, para ocupar puestos clave en distintos rubros de su industria. Para ello, ofrecen múltiples opciones dentro del mercado laboral. Esto nace dentro del marco de un gran ingreso de inmigrantes de diferentes países en busca de nuevas oportunidades.
En la búsqueda de nuevas aventuras o proyectos laborales prometedores, Italia abre las puertas de su mercado laboral para que trabajadores extranjeros ingresen a ocupar puestos sustanciales. Esto es producto de que el país itálico se transformó en una de las naciones más elegidas para viajar.
Debido a la alta demanda de empleo calificado que tiene este país, se ha transformado en uno de los destinos preferidos para los migrantes. En cuanto a los argentinos, en sectores profesionales se abrieron espacios en distintas regiones de la nación que es, ni más ni menos, la madre patria de muchos de los inmigrantes que formaron esta nación americana.
Dentro de esa diversidad propuesta por el país europeo, se encuentran entre las principales opciones para los profesionales los siguientes sectores: ingeniería, gastronomía, advertising, industrias pesadas y atención al público. Esto, igualmente, está estrictamente relacionado con la región y las necesidades de las misma.
El acaudalado norte italiano busca ubicar entre sus filas a profesionales que puedan desempeñar tareas en empresas muy importantes. Ejemplo de ello, es la industria automovilística, que tiene grandes exponentes a nivel internacional. Para este espacio, los ingenieros son fundamentales y gozan de una buena demanda en la región. Allí, las principales industrias son: la industrias pesadas, farmacéuticas, advertising, ingeniería y salud. Las principales localidades donde se generan oportunidades son grandes ciudades como Turín, Milán, Bérgamo, Trieste y Génova, principales centros del desarrollo industrial de la famosa península europea.
En el centro italiano, así como el norte goza de un enorme desarrollo industrial, cuenta con los principales atractivos turísticos, siendo los más importantes los de Roma y la Toscana. Esta zona, además de lo turístico, cuenta con una especial mixtura entre el norte industrial y el sur agrícola, generando un buen espacio de oportunidades para distintas especialidades.
En la Toscana, por ejemplo, se destacan los viñedos y la enorme producción vitivinícola que posiciona a Italia entre los mejores productores de vino a nivel mundial. Además, en aquella región se cultivan cereales, papas y aceitunas. En Roma, ya más al sur de la región donde brilla Florencia y su eternidad a la romana, se encuentra uno de los principales polos de la industria turística italiana. La característica ciudad que brilla como un faro de los inicios de la cultura occidental, es un gran espacio para los especialistas en turismo, sirviendo pa-ra ella quienes hablan idiomas y puedan adaptarse a un constante movimiento de visitantes que buscan conocer esta “meca” de la cultura, en donde se mezclan la antigüedad, el medioevo y la modernidad.
Al sur de la península, mirando al norte de África de frente y gozando de aguas marítimas que hacen brillar sus playas en cada temporada estival, también se explota el turismo pero resplandece la industria alimentaria. En esa región, tantas veces menospreciada, se funda un cimiento principal de la industria italiana, de la mano de la agricultura, la ganadería y la elaboración de alimentos. Además, allí se desarrolló de gran manera el sector de servicios, prestando otro espacio para los inmigrantes. Nápoles, Palermo y Bari se erigen como los principales puntos donde el empleo siempre es una posibilidad.
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