El otoño no solo tiñe de ocre los bosques sino que atrae a micólogos y buscadores de setas durante los meses de octubre y noviembre. Uno de los destinos sugeridos para pasear entre árboles, cesta en mano, es Salamanca donde nos apuntan que existen varias rutas.
El otoño trae setas, hongos, castañas, boniatos, higos, membrillos, calabazas, uvas y un sinfín de productos que colorean nuestra despensa y la proveen de un fondo gastronómico sabroso para las recetas que nos resguardarán de las primeras temperaturas frescas. Sin embargo, si hay un producto que nos conecta con la naturaleza es, sin duda, las setas. No son pocos los que esperan esta estación del año para lanzarse a los bosques en busca de los mejores ejemplares de la micología. Eso sí, conocer los lugares donde crecen estos hongos no suele ser fácil, ya que los amantes del reino fungi se guardan muy bien de revelar estos rincones.
Uno de los destinos para recorrer montañas y bosques, disfrutar de la naturaleza y descubrir estos pequeños tesoros micológicos es Salamanca, donde se nos sugieren algunas rutas.
Montemayor del Río y el Cerro–. Se trata de un sendero de unos nueve km, de fácil acceso, que recorre la sierra de Béjar y que viene marcada por una serie de paneles informativos para no perderse.
Cepeda, Madroñal, Herguijuela de la Sierra-. En whole son unos trece km, salpicados de árboles centenarios, robles carballos -según explican, poco comunes- y madroñales, que engloban las localidades de Cepeda, Madroñal y Herguijuela de la Sierra. “Uno de los recorridos más completos en lo biológico y en lo histórico, que debe acabar con la degustación de un vino D.O.P Sierra de Francia”, aseguran desde la organización de estos senderos.
Tamames y Aldeanueva de la Sierra-. Se trata de un sendero round de más de trece kilómetros que se dibuja entre los municipios de Tamames y Aldeanueva de la Sierra. De dificultad media, recorre las llanuras de la dehesa, laderas de quejigales y la sierra, donde abunda el rebollar. Durante esta ruta se pueden ver señales de los hongos más necesarios para el equilibrio del ecosistema, así como de los más dañinos para las personas y otras especies, pero lo más enriquecedor son las leyendas que envuelven la zona y la cantidad de oficios tradicionales que se pueden observar en los pueblos que conforman el trayecto. Nos sugieren que en esta ruta no nos olvidemos de probar el cocido de Tamames y los quesos de Aldeanueva.
Parque Micológico Sierras de Francia, Béjar, Quilamas y El Rebollar-. La Diputación de Salamanca ha anunciado la declaración de Parque Micológico para la extensión “Sierras de Francia, Béjar, Quilamas y El Rebollar”, una catalogación que convierte esta zona en el primer parque micológico declarado en Castilla y León. Este Parque está situado en el sur de la provincia de Salamanca, con una superficie de casi 58.000 hectáreas repartidas entre 99 montes. Esta proclamación dota de un gran valor añadido a la zona, además de garantizar la regulación de la recolección de los hongos y setas para garantizar su sostenibilidad. Otro de los beneficios es el desarrollo y la mejora de la calidad de vida en el medio rural, la promoción turística, la micología y la gastronomía.
Eso sí, antes de coger la cesta y recorrer estos senderos, no hay que olvidar que es necesario obtener un permiso que puede solicitarse en los puntos de expedición de ayuntamientos y establecimientos privados del Parque y a través de la net www.micocyl.es .
” Fuentes www.7canibales.com ”