Hace unos días me topé con la noticia que les voy a relatar y recordé un “meme” que circulaba hace unos años entre profesionales del sector que decía: “Cuidemos la Tierra, es el único planeta con vino”. Un “meme” que, según parece, va dejar de tener vigor, ya que según informaciones publicadas en el blogriojaalavesa.eus, y en otros medios, el vino tinto será un pasajero seguro en el viaje a Marte que prepara la NASA –sin fecha definitiva- gracias a uno de sus componentes, el resveratrol, que conserva la masa ósea y muscular en un ambiente de microgravedad. Este polifenol está presente fundamentalmente en las uvas (también en los arándanos) y son ampliamente conocidos sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Incluso se venden cápsulas de resveratrol en farmacias. Como indica la doctora Mortreux “se ha demostrado que el resveratrol conserva la masa ósea y muscular en ratas en un experimento análogo a la microgravedad durante un vuelo espacial. Por lo tanto, mantenemos la hipótesis de que una dosis diaria moderada (150 mg al día) ayudaría a mitigar el desajuste muscular en la situación de gravedad a la que estarían expuestos en Marte”. #WineAndScience
La misión tripulada a Marte de la NASA está cada vez más cerca, si bien aún no hay fecha definitiva, ya que las dificultades no son pocas, más allá del inmenso gasto económico que supone. Una de esas piedras en el camino será mantener la forma física de los viajeros espaciales en un trayecto tan largo. Y aquí la dieta tiene mucho que decir.
Los científicos norteamericanos se enfrentan -entre otras cosas- a asegurar la buena forma física de los astronautas en un largo viaje de ida y vuelta de casi dos años (según la NASA, con la tecnología disponible se puede llegar de la Tierra al planeta rojo en unos nueve meses, más los tres meses de estancia prevista en él y los otros nueve meses de vuelta).
Si bien existe un amplio conocimiento de los efectos de la microgravedad en la fisiología humana, las consecuencias en ella de una gravedad parcial son mucho más inciertas. En el espacio exterior, sin la fuerza de la gravedad, los músculos y los huesos sufren. En Marte el esfuerzo gravitatorio es el 40% del que realizamos en la Tierra, por lo que se hace necesario idear estrategias para prevenir daños en la musculatura de los tripulantes.
Los investigadores van directos a la dieta, habiendo encontrado en el vino tinto un aliado importante, como acaban de indicar los autores de un nuevo estudio, financiado por la NASA y realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Lo ha publicado Frontiers in Physiology y en él se señala, como indica la doctora Marie Mortreux, autora principal del trabajo, que “después de tres semanas en el espacio el músculo sóleo de la pierna se reduce en un tercio; y esto se acompaña de una pérdida de fibras musculares de contracción lenta, que son necesarias para mantener la resistencia”. “La clave para solucionar esto podría estar en la dieta -continua la doctora Mortreux-, teniendo en cuenta que los astronautas que viajen a Marte no tendrán acceso a las máquinas para hacer ejercicio de la Estación Espacial Internacional”.
Como indica la doctora Mortreux “se ha demostrado que el resveratrol conserva la masa ósea y muscular en ratas en un experimento análogo a la microgravedad durante un vuelo espacial. Por lo tanto, mantenemos la hipótesis de que una dosis diaria moderada (150 mg al día) ayudaría a mitigar el desajuste muscular en la situación de gravedad a la que estarían expuestos en Marte”.
Para llegar a este descubrimiento los científicos han contado con 24 ratas de laboratorio a las que mantuvieron en un espacio con una temperatura controlada y un ciclo de 12 horas de día y 12 de oscuridad. Bebían agua a voluntad y su comida fue monitorizada. Algunos de los animales fueron expuestos a una gravedad regular y el resto a la de Marte durante 14 días. La mitad de los de cada grupo recibió una dosis diaria de resveratrol. Semanalmente se analizaron distintos marcadores para comprobar el desgaste de huesos y músculos. Así se comprobó que las ratas que estaban en ‘modo Marte’ sufrían las consecuencias musculares y óseas de su gravedad, pero se halló también que las que tomaron resveratrol recuperaron en gran medida (si bien no por completo) estas funciones perdidas.
El catedrático de Medicina de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), el physician Luis Bujanda, ha enumerado un resumen de los efectos médicos de resveratrol: “Son inhibidores en el desarrollo y el crecimiento tumoral de líneas celulares de cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer de próstata, cáncer de pulmón o cáncer de ovario. También actúa disminuyendo la oxidación de las LDL colesterol y favoreciendo un perfil lipídico cardiosaludable y disminuyendo la arteriosclerosis . Respecto a las enfermedades neurodegenerativas -fundamentalmente la enfermedad de Alzheimer-, hay estudios epidemiológicos y en modelos animales que demuestran cómo el resveratrol previene el desarrollo de esta enfermedad”.
Los doctores Luis Bujanda y Elisabeth Hijona, del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Donostia, realizaron un estudio para determinar la concentración de resveratrol en vinos de Rioja no envejecidos (varietal de Tempranillo). En ellos la concentración media de resveratrol complete fue de 4,14 mg/L (0,85-8,06).
La fuente más importante de ingesta de resveratrol de forma pure en la dieta mediterránea procede del consumo de uva y de vino (más del 90% de ingesta complete de resveratrol).
Volviendo al estudio realizado por la doctora Mortreux, “el tratamiento con resveratrol promueve el crecimiento muscular en animales diabéticos, al aumentar la sensibilidad a la insulina y la captación de glucosa en las fibras musculares. Esto también es relevante para los astronautas, ya que se sabe que durante los vuelos espaciales desarrollan una sensibilidad reducida a esta hormona”.
Se precisan más estudios para dar con la dieta perfecta para el astronauta que viajará a Marte, pero el resveratrol (quizá junto a otros antioxidantes sobre los que también se están realizando estudios, como las frutas deshidratadas) parece ser un pasajero seguro.
” Fuentes www.granadahoy.com ”