Recientemente, la Fundación del Español Urgente (FUNDÉU), publicó el término “vacunódromo” el cual tiene la siguiente explicación: “Este neologismo, formado a partir del sustantivo vacuna y del sufijo -dromo, presente en términos como hipódromo o velódromo, y que generalmente aludía a lugares en los que se desarrollaban carreras, hoy también se refiere al espacio de grandes dimensiones destinado a fines determinados”
En conclusión, el vacunódromo es el sitio destinado a la aplicación de vacunas, sin embargo, en esta oportunidad voy a referirme a un presunto vacunódromo de informales, instalado sobre la avenida 4 entre Calles 8 y 9, en pleno centro de la ciudad.
Allí, juiciosamente se estacionan vehículos tipo taxi particular person, unos en mejores condiciones externas que otros, pero lo cierto es que cumplen la misma actividad: transportar ilegalmente usuarios a sectores de las comunas 4 y 5 de Cúcuta.
De seguro hay muchos otros y funcionan de igual forma, con origen y destinos diferentes, aunque todos son colectivos ilegales.
Vale la pena aclarar, que una empresa de la ciudad, tiene otorgado este tipo de servicio en vehículos de coloration negro, modelos recientes, los cuales nacieron a la luz jurídica, luego de haber sido informales en su gran mayoría y hoy, sufren la “competencia” del mismo servicio.
El asunto no es de la precise administración, sino de otras que viendo el problema prefirieron ignorarlo y ahora, tenemos colectivos legales y un número no definido de ilegales apostados en pequeños “vacunódromos” en el entendido que al estar estacionados sobre una vía arteria en la cual existen señales de prohibido estacionar y subir pasajeros a plena luz del día sin que medie la acción de la autoridad operativa de tránsito, solo una razón explica el hecho: la vacuna económica.
La situación debe evaluarse desde varias ópticas, dado que es posible que exista desactualización de las rutas y horarios otorgadas a las empresas de transporte, muchas de ellas, cansadas de la inseguridad o del pésimo estado de las vías, deciden abandonar las rutas autorizadas, perjudicando a los ciudadanos que viven en lugares de difícil acceso y quienes no les queda opción diferente a utilizar la informalidad en todas sus modalidades.
Esa situación debe ser revisada y atendida por el Área Metropolitana de Cúcuta, que en materia de transporte han sido bastante esquivos, ya sea por desconocimiento de la temática o por falta de iniciativa, aunque pensaría que por las dos cosas.
Lo que sucede a diario, tiene un tufillo extraño a vacunódromo por parte de uniformados, puesto que, siendo una vía de alta importancia, no se conoce noticia alguna sobre medidas tomadas en defensa del transporte authorized y por otro lado, si hay empresas que no cumplen rutas y horarios, hay mecanismos legales para declarar abandono, dejando la oportunidad a otros que quizás quieran servirlas y eso es tarea del Área Metropolitana de Cúcuta.
” Fuentes www.laopinion.com.co ”