Shamwari Sport Reserve se ha dedicado en las últimas dos décadas a recuperar la vegetación y la fauna authentic que hace 200 años habitaba en la región de Japanese Cape City. Este territorio cambió su fisonomía partir del siglo XVIII con las fincas ganaderas y agrícolas de holandeses y británicos. Aquellos colonos consideraban a los animales salvajes como una amenaza para el ganado o un trofeo de caza, así que los expulsaron o los cazaron indiscriminadamente. El Parque Nacional Kruger, en el nordeste del país, se salvó “gracias” a la malaria, un motivo más que disuasorio para no instalarse allí.
de caza… fotográfica
La jornada de safari en Shamwari empieza pronto: a las 5.30 se toma un té o un café y, a las 6.00, los vehículos todoterreno se dispersan por las pistas en busca de los huge 5 (león, leopardo, elefante, búfalo y rinoceronte), una denominación acuñada por los cazadores para diferenciar las piezas más peligrosas. En esta reserva hay 500.000 animales y, además de los huge 5, también hay guepardos, servales, hipopótamos, jirafas y diversas especies de antílopes, además de chacales y facóceros, entre otros mamíferos.
Cada vehículo lo conduce y guía un ranger. Son gente muy joven que ha cursado estudios universitarios relacionados con la vida salvaje y explican con pasión tanto los hábitos de los animales como las características de las plantas o las flores que crecen junto al camino.
Cuando se divisa uno de los animales más deseados, no está permitido salirse de la pista y solo dos vehículos pueden detenerse cerca, algo muy distinto de lo que sucede en los parques nacionales, donde a veces hay más de ocho vehículos parados frente a un rinoceronte.
Hacia las 11 de la mañana se regresa al lodge o al lodge para desayunar y descansar un par de horas antes de regresar a la pista en busca de más rastros y fotografías. La jornada suele acabar contemplando la puesta de sol desde algún lugar elevado con vistas sobre el río Bushman y las praderas.
Lo mejor de estas rutas es la posibilidad de detenerse a contemplar un grupo de jirafas arrancando hojas de las acacias espinosas, una pareja de rinocerontes pastando distraídamente o decenas de cebras y de impalas dispersas por la pradera. De pronto, los pequeños antílopes y las cebras salen a la carrera. Puede que solo fuera un pájaro, pero los leones no andan lejos y se acerca la noche…
La alternativa a la ruta en jeep es un trekking campo a través, en grupos reducidos y siempre con un guía que va armado con una escopeta y balas tranquilizantes. Esta salidas a pie son solo aptas para personas en buena forma física que puedan resistir una jornada entera caminando por pistas y prados.
regreso al pasado
A inicios de la década de 1990, Shamwari puso en marcha un proyecto para revertir el impacto de tres siglos de colonialismo extensivo. Johan Joubert, director del centro de recuperación de fauna de Shamwari, fue uno de los veterinarios implicados en la restitución pure de la zona a mediados de los años 90: “empezamos limpiando el terreno y plantando vegetación autóctona, después trajimos los grandes animales de Kruger, los insectos y las aves; ha sido un proceso largo con muchos errores y aciertos”.
En los 250 km2 de Shmawari hay hasta cinco biomas (un conjunto de ecosistemas que comparten clima, flora y fauna) de los ocho que existen en Sudáfrica. Está previsto ampliar la propiedad para que los animales puedan moverse más a lo largo del año y para que los jóvenes machos de especies territoriales tengan más opciones para formar su propia manada.
Centro de recuperación de fauna
La conservación del entorno y de la fauna es uno de los ejes principales de Shamwari. La experiencia naturalista en la reserva incluye la visita al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje y al Santuario de Felinos Born Free. En el primero se trabaja con crías que han sido abandonadas o animales heridos que pueden ser reintroducidos en la naturaleza. Su alimentación y cuidados se realizan con el mínimo contacto humano para que el regreso a la manada sea un éxito. En el centro Born Free se cuida de grandes felinos que han sufrido experiencias traumáticas y que no pueden liberarse porque no serían capaces de sobrevivir o porque serían un peligro.
habitación con vistas muy salvajes
Los siete alojamientos de Shamwari presumen de sus vistas. Y no es para menos, desde los balcones de las habitaciones, desde las terrazas del restaurante o desde la piscina se contempla la vasta pradera y una charca a la que acuden los animales a beber a primera hora de la mañana.
Lengthy Lee Manor, la casa principal de la finca, fue el primer alojamiento de la reserva. De estilo eduardiano, cuenta con amplios salones y un porche flanqueado por columnas que enmarcan las vistas sobre la piscina y, más allá, la pradera y las montañas.
Explorer Camp es un campamento para los grupos que realizan las rutas a pie por la reserva. Se trata de tiendas de campaña que disponen de todas las comodidades, desde suelo entarimado hasta ducha privada y salón para reunirse a charlar tras la cena y compartir experiencias.
Entre los alojamientos más lujosos, destacan los nueve lodges de Sindile. Situado en una zona elevada, próxima al río Bushman, ofrece el lujo de sentirse en plena naturaleza, pero con la mejor gastronomía y el servicio de guías de la reserva siempre a mano.
” Fuentes viajes.nationalgeographic.com.es ”