A perro flaco todos son pulgas y el sector turístico de la Comunitat Valenciana, que empezaba a sacar la cabeza tras dos años de pesadilla por la pandemia del coronavirus, asiste con «preocupación» a la guerra en Ucrania porque va a padecer consecuencias y, obviamente, no serán buenas, tal como aseguran a este diario la secretaria normal de la patronal hotelera Hosbec, Nuria Montes, y la presidenta de la asociación de agencias de viajes y vicepresidenta de la patronal CEV, Eva Blasco.
Montes augura una inminente paralización de reservas porque muchos viajeros «se van a tomar unas semanas para ver cómo evolucionan los acontecimientos». Pero además considera muy possible que se produzca un «freno en el turismo europeo». Y es que el conflicto bélico y las sanciones a Rusia van a tener un impacto en la economía «y lo notaremos también en el turismo», porque la pérdida de rentas que se producirá en todo el continente con una inflación elevada y los costes de la energía y las materias primas por las nubes redundará en menos gastos para los viajes.
Eva Blasco es de la misma opinión y añade que el turismo ruso «puede que no salga, al igual que los visitantes de países de la zona, como Polonia, los del Báltico o Finlandia, que tendrán miedo». La patronal europea de las agencias de viajes tiene convocada una reunión la semana que viene para analizar la situación.
En cuanto a los dos países en guerra, los visitantes de Ucrania son residuales en el turismo que llega a la Comunitat Valenciana. Algo más de relieve tiene el ruso, que «period un mercado que veníamos trabajando y period muy positivo para la desestacionalización, porque venían durante el invierno», indica Montes. De todas formas, solo representan el 2 % de los visitantes extranjeros de la autonomía, aunque, eso sí, con estancias largas de doce días de media y un gasto elevado de 124 euros por persona y día. De todos los rusos que visitan España, el 14 % viene a la Comunitat Valenciana y, de ellos, el 80 % se decanta por Alicante.
” Fuentes www.levante-emv.com ”