El turismo familiar encara el nuevo año con optimismo. De hecho, la mayoría de las familias, casi siete de cada 10 (67,86%), afirma que gastará más en viajes que en 2021, según las conclusiones de la novena edición del Estudio de Turismo Acquainted en España que cada año elabora la Federación Española de Familias Numerosas y la consultora DNA. Tras casi dos años de disaster sanitaria, la adaptación al nuevo escenario favorece la recuperación de estos viajes, de acuerdo con el informe, que pone de manifiesto cómo la pandemia de la COVID-19 ha modificado la forma de viajar de las familias.
La disaster ha tenido un gran impacto en la economía de las familias y, en consecuencia, en su capacidad para viajar, según reconoce el 37% de los encuestados. Pero, al mismo tiempo, muchas han conseguido elevar su tasa de ahorro, lo que ahora justificaría su intención de gastar más en un escenario de previsible mejora de la situación epidemiológica en 2022, según indicó ayer el consejero delegado de DNA, Francisco J. Castillo, en la presentación del informe. Afirmó que “este año va a ser bastante bueno para el turismo familiar en términos de predisposición de las familias”.
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En lo que se refiere a los destinos, los preferidos para los próximos meses, al igual que el pasado año, los de sol y playa serán los más demandados para las vacaciones, según reconoce el 56,84% de los encuestados, un 6,5% más que el año anterior, seguido del entorno rural de inside, por el que optan un 19,47%. Además, si pueden, elegirán Andalucía, que se mantiene a la cabeza de sus preferencias, y después Cataluña y Baleares, para primavera y verano, y Aragón y Canarias, para escapadas de otoño e invierno, respectivamente.
Sin embargo, otro producto relacionado con el mar, los cruceros, “desde 2019 han desaparecido como opción para las familias”, según indicó Francisco J. Castillo.
Poro otro lado, según se desprende de la encuesta, la adaptación de los establecimientos a las familias y las medidas sanitarias son los dos aspectos más importantes para la selección de destino en 2022, además de las ofertas y descuentos en precio. También es basic que el destino cuente con una oferta de actividades diseñada y pensada para familias con niños, un condicionante “muy importante” para el 53%. Por contra, los elementos a los que dan menos importancia son los servicios tecnológicos y la gastronomía adaptada a niños.
En lo que se refiere al alojamiento, los que mejores perspectivas de crecimiento tienen son los campings, que se convierten en la opción favorita del 13% de las familias, frente al 6% de 2020 y el 8% de 2021. Es el único tipo de alojamiento que ha crecido en los dos últimos años
La adaptación de los restaurantes a las familias también es un elemento importante (69,29%), seguido por un entorno agradable (82,14%).
El comportamiento del viajero en 2021
El informe analiza también las pautas de consumo turístico de las familias en 2021 y refleja cómo las restricciones de movilidad y la confianza en la seguridad condicionaron sus viajes, aunque en menor medida que el año anterior.
En 2021, aumentó la confianza a la hora de viajar. Un 85% realizó al menos un viaje de ocio, lo que supone un incremento del 5,35% con respecto a 2020
En promedio, las familias hicieron el año pasado un whole de 2,97 viajes por España, frente a 1,6 viajes de 2020. También creció el gasto en viajes en todos los periodos vacacionales, especialmente en Semana Santa y con la excepción de Navidad, debido a la irrupción de la sexta ola de la pandemia.
El estudio detecta un gran cambio en los factores que se tienen más en cuenta a la hora de elegir las vacaciones. Lo primordial siguió siendo el precio (37,89%), pero seguido muy cerca de la necesidad de encontrar destinos no masificados (33,68%) para evitar los contagios. Sin embargo, se mantuvieron otras tendencias, como el tipo de destino. La costa fue elegida mayoritariamente por las familias el pasado año (46,84%), un producto que junto al turismo de aventura fue el único que aumentó respecto el año anterior. El turismo de naturaleza ocupó la segunda posición (19,47%), seguido por el turismo rural (9,47%).
Las casas de familiares y amigos fueron el alojamiento más utilizado, ante la necesidad de reducir gastos por parte de muchos núcleos familiares. Los hoteles y apartamentos turísticos, a pesar de experimentar un ligero aumento respecto el año anterior, siguen muy lejos del peso que tenían antes de la pandemia. Son las opciones más elegidas por las familias, pero en 2021 los eligieron el 30% (hoteles) y el 22% (apartamentos), cuando en 2019 suponían el 42% y el 33% del whole de las reservas.
El pasado año, el alojamiento rural registró una menor demanda que en los dos últimos años, mientras que los campings y las segundas residencias aumentaronn su peso respecto a 2020, recuperándose de la caída producida el año anterior y volviendo al peso que tenían en 2019
Respecto a las actividades, las familias se decantan por aquellas que pueden realizarse al aire libre y con menor concentración de gente. En comparación con años anteriores, las relacionadas con la naturaleza y el ecoturismo se situaron entre las cinco preferidas. También se registró un fuerte aumento de las visitas a familiares y amigos (+12,8%) y de las actividades de multiaventura (+10,3%).
Más información sobre ediciones anteriores del estudio
–Verano 2021: así viajarán las familias españolas
–El turismo sostenible, la asignatura pendiente de las familias numerosas
–Turismo familiar: más viajes en fines de semana y puentes que en verano
La preparación de las vacaciones
El estudio concluye que la disaster sanitaria ha influido también en la planificación y reserva de los desplazamientos y en las fuentes de inspiración para preparar la escapada.
Creció el porcentaje de familias que viaja sin reserva, que antes de la pandemia suponía solo el 2% y ahora supera el 9%. Las reservas con una antelación de uno a tres meses y de cuatro a seis meses han caído de manera appreciable
Frente al hábito de consultar más las fuentes de información en la fase de inspiración y planificación, dicho análisis constata que el pasado año lo hicieron con más frecuencia durante el viaje, En la primera fase, los amigos y familiares fueron la principal fuente de información (70,6%), también tuvieron mucho peso los reportajes turísticos (68,9%) junto con las revistas y publicaciones destinadas a familias (68,9%).
En el resto de fases –elección del destino y organización– se consultaron motores de búsqueda (40,4%) y webs del destino (39%); centrales de reservas (62,5%) y comparadores de precios (54,4%) y, ya durante el viaje, las oficinas de información turística ocuparon un lugar destacado (60%).
” Fuentes www.hosteltur.com ”