La “culpa” la tuvo la televisión y esas imágenes de un paraíso de verdes prados, montañas impresionantes y lagos de aguas cristalinas. Es la estampa, la postal perfecta, que ofrecen los Lagos de Covadonga y que hace 40 años se difundió mundialmente gracias a la Vuelta ciclista a España. A partir de ahí mucho fue sobre ruedas, nunca mejor dicho, para el sector turístico, no solo en el Oriente, sino en toda Asturias, con un crecimiento destacado en las últimas décadas.
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La prueba deportiva abre una ventana cada año al Paraíso Natural, no solo a los Picos de Europa, sino a otros puertos referencia del ciclismo en España y que los aficionados de todas partes también quieren coronar, sentirse Induráin o Perico Delgado –por nombrar a algunos de los ciclistas más populares entre el gran público– por un día. Esto es posible cada vez más y con más facilidades.
“Asistimos a un boom total del turismo de bicicleta”, describe rotundo AbelardoAlonso Álvarez, director de operaciones de Bike Paradise, una empresa radicada en Siero que se dedica a organizar rutas por toda Asturias. Empezaron a finales de 2018 a modo de agencia de viajes especializada en ciclismo –cubren alojamiento, traslados, alquiler de equipos…– y su cartera de clientes de España y del extranjero no ha hecho más que crecer.
“Asturias se vende, se promociona sola, cada año con la Vuelta, con esas imágenes que se difunden de los puertos míticos, etapas reina que son donde se resuelve la competición. Mucha gente quiere hacer los Lagos, el Angliru, la Cubilla, el Acebo, el Fito… Estamos a la altura de los Dolomitas italianos y los Pirineos”, señala el sierense. El cicloturismo tiene tres segmentos diferenciados: “Hay uno premium, el cliente que te lo contrata todo, desde el alojamiento hasta la asistencia en la ruta, el diseño de la excursión, traslados, bicicletas… Luego hay otro segmento, intermedio, que viene con parte del plan preparado y ya tiene decidido qué hacer. Y luego está la modalidad más sencilla y clásica, familiar, que alquila una bici un día para hacer, por ejemplo, la Senda del Oso”.
Es una actividad, al contrario de lo que pueda parecer, que mueve mucho dinero, sobre todo, el que se podría denominar “cicloturista premium”, que no escatima en gastos y está dispuesto a pagar lo que sea por cubrir alguna de las etapas más famosas del ciclismo mundial. Aparte de las empresas asturianas, son muchas las de fuera que atraen a este tipo de gente, con alto poder adquisitivo (actores, directivos de multinacionales, empresarios…) que llegan a la región, en ocasiones, en su avión privado y contratan exclusivos guías, como algunos destacados deportistas.
La mitad de los clientes de Bike Paradise proceden de fuera de España. También son muchos los extranjeros que demandan el servicio de Astur E-Bikes, empresa de Lamuño (Cudillero), especializada en el alquiler de bicis eléctricas y centrada principalmente en el Camino de Santiago. “Las nuevas rutas aéreas han abierto mucho el abanico. Tenemos por ejemplo una gran cartera de clientes holandeses”, explica Santi Bernardo, quien fundó la firma en 2017 junto a su padre. “Cada año hay más gente, el cicloturismo está al alza en Asturias”, explica.
La bicicleta eléctrica ha abierto además la posibilidad de disfrutar de la práctica a gente de todas las edades y no necesariamente en con la buena condición física que exige el vehículo de toda la vida. “Hemos tenido a un alemán de 82 años que vino acompañado de su mujer e hizo el Camino sin ningún problema. Lo bueno de la bici eléctrica es que es apta para un niño tanto como para una persona mayor”, describe Bernardo. En Astur E-Bikes están ya a pleno rendimiento: “La demanda ahora es mayor que la de hace un año y mayo lo tenemos prácticamente completo, con toda la flota alquilada, al igual que septiembre y octubre. Julio y agosto van algo menos cargados, de momento”.
Santi Bernardo tiene claro que el cicloturismo en Asturias es una oportunidad de emprendimiento, tiene mucho recorrido, pero también advierte de que se necesita “creer más en él, que la administración apueste más”. Echa en falta más publicidad y, sobre todo, mantenimiento y señalización de carreteras, sendas… “Yo tengo que facilitar a los clientes los tracks, porque si les digo que sigan la señalización no pueden, no hay indicaciones. Es una pena que no se cuide más, porque hay muchas posibilidades”, dice el empresario, quien advierte también de la masificación de algunas rutas, como por ejemplo los Lagos de Covadonga. “En nuestro caso hemos decidido limitar mucho esas salidas y solo si voy yo de acompañante. La última vez fue impresionante el tráfico que cruzamos, sobre todo de autobuses, y considero que hay mucho riesgo”.
Lo cierto es que la administración regional no es ajena a las posibilidades del cicloturismo en Asturias, que también se ha colado en la campaña electoral. De hecho, el PP lleva en su programa su potenciación con infraestructuras, promoción… Para cumplirlo –en caso de llegar al gobierno– lo tendrán fácil. El Principado, a través de la Sociedad Regional de Turismo (SRT), ha impulsado el denominado Club de Cicloturismo, entidad que aglutina a todos los agentes implicados para coordinar todas las acciones relacionadas con la actividad. El plan fue presentado ya hace un año, tiene un calendario de desarrollo a largo plazo y su objetivo es “situar la comunidad como destino de referencia nacional para esta modalidad de viajes”. Incluye cinco líneas: hacer de la región un “territorio bike” facilitando un contexto social favorable a la bicicleta y una convivencia armónica con otras prácticas; desarrollar una red de infraestructuras adecuada; coordinar agentes públicos y privados distinguir esta iniciativa en las políticas de promoción; y estructurar un catálogo de productos.
Graciela Blanco, viceconsejera de Turismo, habla de cerca de 60 millones de visitas al año en España asociadas al ciclismo recreativo en la Naturaleza , un segmento en el que Asturias “tiene un potencial enorme”. Y se refiere concretamente a esa Vuelta a España que es todo un escaparate al mundo para la comunidad. “Gracias a la colaboración con eventos así, Asturias cuenta con iconos incontestables para los aficionados, como pueden ser el Angliru, la Farrapona o los Lagos de Covadonga, a los que vamos sumando nuevas metas cada año, con el objetivo de descubrirle al gran público opciones menos conocidas, pero igual de interesantes, en cada rincón”.
Blanco considera también que el cicloturismo es apto para todos los públicos y abre un gran abanico de posibilidades, tanto enfocado a deportistas como a familias o aficionados. “Tenemos una amplia red de carreteras con escaso tráfico, los centros BTT y la red de sendas verdes dan soporte a cicloturistas de todos los niveles y, lo que es más interesante, hay opciones en prácticamente todo el territorio. En la costa, en la montaña, entre el mar y la montaña… Las posibilidades son infinitas, y el medio para darlas a conocer son las campañas de publicidad, ferias especializadas, viajes con prescriptores, y el resto de acciones que prevé el plan de posicionamiento”.
Una actividad “reina” en Europa
El cicloturismo, más bien reciente en España y desarrollándose en Asturias, tiene gran presencia en el resto de Europa, donde hay registrados 12 grandes recorridos con más de 60.000 kilómetros, sin olvidar Eurovelo, un compendio de 14 rutas de larga distancia con 70.000 kilómetros. Los “reyes” de esta actividad son Reino Unido, Alemania y Francia, con las redes nacionales más amplias.
En uno de los últimos informes del gobierno central sobre caminos naturales se cifra en 2.300 millones de viajes relacionados con el cicloturismo en toda la UE, además de Suiza y Noruega, y se cifra en 45.200 millones de euros el impacto económico. En España, las cifras no son malas: 58,3 millones de visitas cicloturísticas. En cuanto a empleo, el sector ronda los 2.000 puestos directos y sobre 1.800 indirectos.
” Fuentes www.lne.es ”