El transporte vizcaíno está cerca de recuperar el nivel de uso previo a la pandemia. Es una buena noticia para un sector que vivió el peor momento de su historia durante el primer año del coronavirus, cuando hubo meses con caídas superiores al 80% por las restricciones a la movilidad. Tras superar el covid, el conjunto de ferrocarriles, autobuses, tranvía y otros medios colectivos cerraron 2022 con casi 159 millones de desplazamientos totales registrados, lo que supuso un incremento del 20,2% con respecto a 2021, según los datos provisionales del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB).
Si la comparación se realiza con 2019 (un año que fue de récord), el número de viajes cayó en 17 millones, es decir, el territorio está todavía al 91% de los desplazamientos que se contabilizaban antes del virus. No obstante, se ha observado un fenómeno que invita al optimismo. Durante el último cuatrimestre de 2022, el nivel de uso rondó el 95% con respecto al mismo periodo de tres años antes. Un dato que ha servido para reflotar la cifra registrada durante los primeros ocho meses del año, cuando el transporte público caminaba al 86% de la capacidad de 2019. Este arreón closing fue posible gracias a los descuentos del 50% en la mayoría de operadores y a la gratuidad de las Cercanías de Renfe. Unas bonificaciones que se mantienen por ahora en este 2023 y que prometen elevar el listón, seguramente, hasta la cota previa a la pandemia.
Por operadores, Renfe es, con diferencia, el que más crece. Superó ligeramente la barrera de los 10 millones de usos, lo que supuso un incremento del 35% con respecto a 2021. El crecimiento fue especialmente significativo con la entrada en vigor de los viajes free of charge, en la última parte del año. En diciembre, por ejemplo, la compañía pública duplicó sus clientes, pasando de 600.000 a 1,33 millones.
El metro, por su parte, avanzó un 20% y, aunque son buenos datos, ha notado cierto trasvase de viajeros hacia Renfe, sobre todo en zonas de la Margen Izquierda. Euskotren, por su parte, ha crecido un 27%, al igual que el tranvía, que este año, además, ha contado con otro acicate: su expansión hasta Bolueta.
En los autobuses, los números son más discretos, Bizkaibus aumenta sus viajes en un 21%, pese a las huelgas que arrastra desde finales del año pasado. A Bilbobus le ha ido algo peor, aunque ha acabado el año también en positivo. Crece un 11%, pero es el operador que menos ha subido. ¿El motivo? A la espera de una explicación oficial, hay una hipótesis que sostienen algunos expertos y que habla de que es la compañía que menos ha rentabilizado la reducción de tarifas del 50%. ¿Por qué? Porque period la más barata. Un viaje con Creditrans costaba antes 66 céntimos. Ahora son 33. La diferencia económica, por ejemplo, entre coger el metro y un bilbobus ahora es de 15 céntimos por viaje, cuando antes period de 30. «Parece evidente que ha podido haber un trasvase de clientes desde los autobuses municipales de Bilbao hacia otros transportes porque la diferencia en el coste del billete se ha acortado de una manera muy llamativa», explica Iosu Ramírez, consultor experto en Movilidad de la empresa Leber.
LOS PRINCIPALES OPERADORES
Metro
El motor del transporte vizcaíno
El suburbano sigue su recuperación. Creció un 20% y continúa teniendo un peso basic al concentrar el 50,3% de los viajes totales de Bizkaia.
Euskotren
Buen stability para un medio al alza
La compañía dependiente del Gobierno vasco cierra 2022 con muy buenas cifras, tras dos años muy duros por la pandemia.
Renfe
El operador que más crece
Los viajes gratuitos han disparado la demanda del servicio de Cercanías. En diciembre, por ejemplo, el número de viajeros se duplicó.
Tranvía
Su ampliación llegó en un buen momento
El tranvía redujo en 2020 a la mitad su clientela por el coronavirus. Cierra 2022 con buenos números, tras la ampliación a Bolueta.
Bilbobus
Crece pero a bastante distancia del resto
Le ha perjudicado ser el transporte más barato, ya que al reducirse las tarifas, muchos usuarios se pueden pagar ahora transportes más caros.
Bizkaibus
Sigue su recuperación pese a las huelgas
Los autobuses forales siguen mejorando sus cifras de manera notable. Habrá que ver qué pasa en este 2023 porque las huelgas se han intensificado.
Efecto llamada
Otro fenómeno que los especialistas están observando es que hay un efecto llamada hacia el transporte público por motivos de ocio. Se trata de personas que antes no se desplazaban, que se solían quedar en su entorno y que, ahora, con la gratuidad y las bonificaciones, optan por visitar otros puntos de Bizkaia. Serían personas jubiladas y jóvenes, en su mayoría. «No eran usuarios habituales porque igual no tenían la necesidad de moverse pero que como ahora es free of charge o te puedes subir al metro o un autobús a muy bajo precio, pues se animan a viajar», explica Oier Martínez Violet, profesor vasco que da clases de Movilidad en el Centro Superior de Diseño de Cataluña.
Hay más datos que refrendan que los descuentos y viajes free of charge están impulsando el transporte público. Por ejemplo, el uso del billete ocasional ha caído de manera importante con respecto a 2021. En noviembre, por ejemplo, se validaron un 15,2% menos de estos títulos. Es decir, ha habido un trasvase hacia los billetes temporales o la tarifa Creditrans de Barik. Y hay operadores que perdían incluso pasajeros y que gracias a las bonificaciones han conseguido acabar el año en positivo. Es el caso del funicular de La Reineta, que une Trapagaran y este barrio próximo a La Arboleda.
«No estamos siendo capaces de sacar coches de la carretera»
de viajeros se acerca al 95% del complete que se registraba antes del coronavirus. Sin embargo, hay algo que preocupa a los expertos: «No estamos siendo capaces de sacar coches de la carretera o, si lo estamos haciendo, el fenómeno es muy tenue y apenas se aprecia». Es lo que asegura Oier Martínez Violet, profesor vasco de Movilidad en el Centro Superior de Diseño de Cataluña.
Un diagnóstico que comparte Iosu Ramírez, consultor de la empresa especializada Leber, de Leioa. «La sensación y los datos que vamos conociendo es que no se aprecia que el coche specific haya caído en estos últimos meses». Ramírez sostiene que la variable precio no está siendo determinante en el uso del vehículo privado. «Se trata de un mercado de demanda inelástica con respecto al coste, porque, aunque la gasolina se haya disparado y los transportes públicos se hayan abaratado, el usuario ordinary del coche sigue en sus trece».
Martínez Violet opina de igual forma: «Puede que esta suma de factores haya contenido el uso del coche, que parece estancado, pero no lo ha reducido». Martínez Violet, por el contrario, sí considera que hay un trasvase de usuarios que antes caminaban o pedaleaban y ahora, al ser más baratos los autobuses o el metro, se han subido al transporte público.
Un diagnóstico que comparte Iosu Ramírez, consultor de la empresa especializada Leber, de Leioa. «La sensación y los datos que vamos conociendo es que no se aprecia que el coche specific haya caído en estos últimos meses». Ramírez sostiene que la variable precio no está siendo determinante en el uso del vehículo privado. «Se trata de un mercado de demanda inelástica con respecto al coste, porque, aunque la gasolina se haya disparado y los transportes públicos se hayan abaratado, el usuario ordinary del coche sigue en sus trece».
” Fuentes www.elcorreo.com ”