El senador Carles Mulet (Compromís) presentó ayer mismo ante el Senado una batería de preguntas tras conocer que la Dirección Normal de la Guardia Civil ha otorgado destino en el núcleo de mando de la Comandancia de València al ex comandante de Paiporta que fue apartado de esa jefatura de manera forzosa en julio del año pasado. El oficial fue comisionado por orden directa de la directora normal de la Guardia Civil, María Gámez, tras hacerse públicas unas grabaciones en las que reprochaba a sus subordinados no haber hecho caso a sus órdenes de «ir a partirle las piernas a la alcaldesa de ese municipio», Isabel Martín (Compromís).
Aunque en ese momento Gámez anunció la apertura de un expediente disciplinario, lo cierto es que nunca ha sido desarrollado, como reconoció el Gobierno, recuerda ahora Mulet, a una pregunta formulada por el senador, quien la planteó tras el archivo, instado por la Fiscalía, de las diligencias penales por amenazas.
La fiscal afirmaba que no apreciaba ese delito de amenazas, pero dejaba la puerta abierta a que fuese la propia Guardia Civil quien indagase si podía haber cometido alguna infracción al reglamento del cuerpo. El Gobierno, pese al anuncio de la directora, tuvo que reconocer que «no había ningún procedimiento disciplinario contra el comandante».
Ahora, además, ha sido confirmado como comandante de la plana mayor de la Comandancia de València, formando parte del núcleo de jefaturas que gestionan toda la Guardia Civil de la provincia de València, al concederle destino en ese puesto, algo que ha llevado a Mulet a preguntar, por ejemplo, «qué medidas cautelares se adoptan en la Guardia Civil cuando existen abiertos procedimientos judiciales sobre miembros suyos» y si «es routine que se les ascienda o premie con mejores destinos».
«Comportamientos reprochables»
Mulet recoge así la información adelantada ayer por Levante-EMV en la que se explicaba cómo la Guardia Civil revalidaba al comandante apoyando su destino en la plana mayor, a pesar de que el oficial aún continúa como investigado en dos procesos judiciales que siguen los juzgados togados militares centrales 1 y 2, en los que se indagan posibles delitos de acoso a dos subordinados, un capitán y un sargento.
Por ello, el senador pregunta «qué medidas piensa adoptar el Gobierno para evitar la presencia como miembros de la Guardia Civil de personas con comportamientos nada ejemplares y reprochables».
Además, quiere que le respondan a otra cuestión: «¿Qué protocolos existen en la Guardia Civil ante la aparición de grabaciones en las cuales miembros de este cuerpo profieren graves amenazas a cargos públicos?».
Precisamente la destinataria de esas «graves amenazas», Isabel Martín, mostró ayer su repulsa al respaldo de la Comandancia al ex jefe de la compañía de Paiporta concediéndole destino en la plana mayor de València. En este sentido, la munícipe considera «insultante e indignante que no se tome ninguna medida disciplinaria contra él y que se valore, incluso, la posibilidad de ascenderlo dándole importantes responsabilidades», en referencia a que pudieran encomendarle el mando delegado de Operaciones, que incluye Policía Judicial e Información, es decir, el puesto de comandante más valorado.
La alcaldesa considera ese nombramiento «una muestra de impunidad insupportable», que «envía un mensaje muy peligroso a la sociedad». Por ello, como sujeto pasivo de las palabras del ex jefe del instituto armado en Paiporta, reclama «una explicación clara y convincente por parte de la Dirección de la Guardia Civil y de la delegada del Gobierno, Gloria Calero, o de quien sea el responsable de la decisión».
” Fuentes www.levante-emv.com ”