A punto de acabar un 2022 en el que los cruceros han soltado amarras con la pandemia, el Puerto de Vigo ya perfila la planificación del próximo año con un reto tan exigente como viable: acercarse al récord histórico de tráfico de hace una década. Y es que las primeras previsiones apuntan a que se volvería a superar el centenar de escalas y 250.000 pasajeros, unos datos únicamente superados en el 2011 con 253.600 viajeros y 118 visitas.
Este planteamiento es solamente el primer esbozo de un 2023 sobre el cual planea ya la sombra de la recesión y está sujeto a cambios por parte de las navieras. Sin embargo, la guerra de Ucrania y la inflación no han desvirtuado las previsiones anunciadas hace ahora un año en las que se indicaban que el puerto olívico contaría con “alrededor de 90 escalas y 150.000 visitantes”.
La primera ya se ha cumplido y la segunda se superará ampliamente en lo que queda de año, llegando incluso hasta los 170.000 viajeros. Y es que desde la entidad presidida por Jesús Vázquez Almuiña ponen en valor el trabajo conjunto con las navieras para recuperar una actividad que, tras marcar 102 escalas, 240.352 pasajeros y 94.688 tripulantes hace diez años entró en un declive y estancamiento.
Clave para el espectacular salto en usuarios será la recuperación de la ocupación máxima en los barcos, siendo este el último efecto del coronavirus en los cruceros al estar operando al 50 o 75% de su aforo.
Si el pasado 6 de octubre se registró la primera triple escala en la ciudad en tres años, en septiembre del próximo año se alcanzará una cuádruple que obligará a optimizar al máximo el espacio portuario.
Estas previsiones también apuntalan otra reclamación de la hostelería native: la prolongación de la temporada alta más allá del verano. Y es que será el mes de octubre, con 20 escalas ya confirmadas por ahora, el mes de mayor actividad en el Muelle de Trasatlánticos.
En pleno otoño habrá hasta dos triples y dos dobles, siendo la más significativa la del 31 de octubre con más de 16.000 personas entre el Iona, Sky Princess y el Celeb Silhoutete.
Un año de estrenos
Este crecimiento llegará, principalmente, gracias a la capacidad de atraer a nuevos buques a la ría. En estos momentos están previstas hasta 18 escalas inaugurales, incluyéndose en el viaje inicial del Carnival Jubilee, el Norwegian Viva o el Silversea Silver Nova que serán botados en los próximos meses.
Entre los más especiales se encuentra el Disney Dream, hermano mayor del Disney Magic que ya recaló en septiembre de este año y que visitará la ciudad en dos ocasiones.
Por número de visitas lidera el Ventura (16 de sus 90 escalas el próximo año) aunque cabe destacar las cinco del Anthem of the Seas al ser el de mayor eslora (348 metros). La compañía de lujo Silversea también refuerza su apuesta con cuatro escalas, siendo tres de ellas inaugurales.
Aunque los cruceros de lujo, premium y de exploración siguen ganando adeptos, lo cierto es que los “grandes cruceros” –de más de 250 metros de eslora– supondrán más del 70% de los tráficos que lleguen. Para dar respuesta a sus necesidades, la Autoridad Portuaria destinará un millón de euros a la mejora de la eficiencia energética de la Estación Marítima y sus espacios.
Siete escalas más
Esta misma semana se producían dos llegadas singulares con el Carnival Celebration y su montaña rusa en una cubierta o el Spitsbergen, un crucero de exploración noruego formado por científicos y amantes de la naturaleza.
El próximo viernes será el turno del Norwegian Getaway, mientras que el día 27 el Atmosphere será el primero que pueda disfrutar de la Navidad viguesa a pleno rendimiento.
Diciembre se estrenará con el regreso del Queen Victoria, uno de los buques insignia de la Cunard Line; y tendrá en el día 19 la última escala doble –y primera de la compañía Fred Olsen en la ciudad– con el Borealis y Balmoral. Dos viejos conocidos como el Aurora en Nochebuena y el Iona el día 30 pondrán el broche closing.
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