A un lado, la civilización; al otro, los bárbaros. En medio, una muralla de piedras que se convirtió en la infraestructura militar más ambiciosa de la época. Cuando Adriano comenzó a reinar los augurios no eran nada buenos. Con la muerte de Trajano, su predecesor, la situación del Imperio period más que crítica, con multitud de fronteras y frente que period difícil mantener. De Britania no paraban de llegar malas noticias, cada vez resultaba más complicado dominar la isla y eran muchos los soldados romanos muertos en el intento. Así que el emperador optó por dar un paso atrás y consolidar lo ganado y para ello no se le ocurrió mejor forma que levantar un impresionante sistema defensivo que cruzaría la isla de este a oeste. Period el año 122 y Adriano comprobaba algo inimaginable hasta hacía poco, que el poder de Roma también tenía límites.
Una gran parte de aquella frontera de piedra sigue hoy en día en pie y se puede recorrer siguiendo el Hadrian’s Wall Path adyacente, en el que abundan rincones paisajísticos de gran belleza como el de la imagen. Se trata del mayor conjunto arqueológico romano de Gran Bretaña y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2008. Tal vez Adriano estaba equivocado y el poder del Imperio period infinito, al menos aún resiste su legado.
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