Decir que Noma es el mejor restaurante del mundo no es una opinión subjetiva, sino un hecho. Ha ocupado cinco veces el primer lugar en The World’s 50 Finest Eating places, una lista anual elaborada por William Reed Enterprise Media, y ha sido premiado con tres estrellas Michelin. Dirigido por el chef René Redzepi, el menú único e innovador de Noma está basado en ingredientes de recolección native, como cangrejo pardo hervido sobre pan plano o calabacines rellenos de larvas de abeja. Esto llamó la atención e impulsó a otros expertos culinarios a imitar su ideología. Aunque el restaurante también ha despertado polémicas en el pasado, su impacto es innegable. Sin embargo, Redzepi anunció recientemente que, tras dos décadas, el restaurante cerraría definitivamente a finales de 2024.
Aunque no es el fin del restaurante por completo —hay planes para remodelar el espacio como una innovadora cocina y un laboratorio de alimentos con alguno que otro pop-up—, sí supone el cierre del increíble comedor del restaurante y de su impresionante estética rústico-moderna. A continuación, AD repasa tres elementos increíbles de la arquitectura y los interiores de Noma.
Edificios tipo campus
Diseñado por Bjarke Ingels de AD100 y su equipo, Noma no parece un restaurante en ningún sentido tradicional. Más bien parece un pequeño pueblo o un campus, y está formado por varios edificios: siete estructuras independientes para los comensales, un edificio destinado a las instalaciones internas y tres invernaderos.
Pasillos acristalados
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