No siempre hay que dejarse engañar por las apariencias. Si bien de escalinata para fuera, el crucero Seven Seas Splendor puede parecer uno de esos buques con un porte medio y no tan llamativo como otros que han escalado en el Puerto de Las Palmas, la realidad es bien distinta.
Durante la mañana de ayer, el buque de megalujo de la naviera Regent Seven Seas Cruises -consignado por Intercruises-, atracó por primera vez en el muelle Santa Catalina, ofreciendo una estampa blanca e impoluta, sin parecer querer llamar demasiado la atención,pero que difícilmente se volverá a repetir este año.
Atendiendo a la programación de cruceros anunciada por la Autoridad Portuaria de Las Palmas para la temporada 2022/2023, no parece que el puerto capitalino vuelva a acoger la visita del Splendor, ni de ninguno de los barcos que componen la flota de Regent Seven Seas Cruises.
Entrega de metopas
El capitán de la embarcación, Luciano Montesanto, fue el encargado de recibir la visita del representante de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Magec Montesdeoca, en el tradicional acto de intercambio de metopas que se celebra cuando algún crucero culmina su primera escala en el recinto capitalino.
Procedente de Tenerife, la siguiente escala será en Tánger, para luego seguir hacia el Mar Mediterráneo
Durante el desarrollo del mismo, Montesanto reconoció que la entrada en aguas grancanarias le había dejado una grata impresión, donde se encontró «el mar en calma», lo que facilitó sin duda, las labores de atraque.
Procedente del Puerto de Santa cruz de Tenerife, el capitán italiano apuntó que le había resultado «más cómodo» el acceso a la bahía grancanaria, ya que «no es tan estrecho (como el de Tenerife)». «Puestos a elegir, para nosotros siempre es mejor cuanto más ancha es la dársena», explicó.
Luciano Montesanto, no obstante, comentó que «siempre es un placer llegar al Puerto de Las Palmas», porque es un enclave «muy conocido entre los marineros» debido a su estratégica posición para los itinerarios que van desde Europa hacia el litoral africano o el Caribe.
Sobre las características del barco, Montesanto reconoció que «es un crucero de tamaño medio» -cuenta con 224 metros de eslora; 31 de ancho y 7,2 de calado- con una capacidad para trasladar a unos 750 pasajeros, repartidos en los 370 camarotes de los que dispone.
En este sentido, indicó que «las habitaciones son grandes y están bien distribuidas», lo que hace que el crucero oferte un plus en sus servicios luxurious. «Bajo mi punto de vista, tiene el tamaño perfecto ni muy grande ni muy pequeño. Además, ya se sabe, cuanto más grandes, más problemas», dijo Montesanto entre risas.
La clave, en la cubierta 11
El siguiente destino del Seven Seas Splendor será Tánger, en Marruecos. Seguidamente volverá a la zona del Mediterráneo, donde llevará a cabo una ruta por diferentes puntos del litoral italiano y francés, así como por el puerto de Barcelona y Valencia. Retornará a las Islas, aunque el propio Luciano Montesanto no confirmó si pasarían por La Luz de nuevo, -en principio no está previsto-, para tomar rumbo definitivo hacia Miami, la costa este de Estados Unidos, y desarrollar la temporada de invierno en los destinos del Caribe.
El elegante y relajante ambiente de los espacios comunes y el exquisito servicio son las señas de identidad
Inaugurado en 2020, el Seven Seas Splendor es el último crucero de los seis con los que cuenta la naviera en la actualidad (Grandeur, Explorer, Voyager, Marines y Navigator). Tiene más de diez cubiertas, aunque los espacios más llamativos se distribuyen en la 11 que están situadas en lo más alto del buque.
Tras acceder por la escalinata, la primera impresión del inside responde a lo que cualquier pasajero espera encontrarse en un crucero de megalujo. Una escalera en forma de Y que se parte al llegar al piso superior, con escalones al aire, flanqueada por barandillas doradas y coronada por un tragaluz que permite que entren los rayos solares. Sencillamente impresionante, responde perfectamente al estilo de las escalinatas centrales de los grandes cruceros de principios de siglo XX.
Alrededor una sala de corte clásico y elegante, con sillones blancos, moqueta decorada con motivos lineales y tonos blancos y beige, bien rematados con algunos toques negros y dorados, que ofrecen una sensación de sobriedad acorde con la imagen de suntuosidad que se quiere trasmitir.
Entre los pasillos rematados con madera, se llega a la zona del ascensor principal acristalado, con vistas al patio inside.
Tras pasar por la única dependencia en la que se permite fumar de todo el barco, el Connoisseur Membership, en la que se pueden adquirir puros de la mejor calidad, se encuentra la piscina central, rodeada de hamacas de primera calidad y en la que se respira el mismo aire de tranquilidad y relajación que en el resto de espacios comunes. En la misma, se encuentra una cafetería, en la que los pasajeros pueden disfrutar del desayuno o diferentes refrigerios y bebidas.
Celebrando el 30 aniversario
Es precisamente en este espacio, donde cada noche se celebra un cóctel, en el que participa también tanto el capitán como el resto de los mandos, para conmemorar los 30 años de navegación de la naviera Regent Seven Seas Cruises, al que se debe asistir de etiqueta. Con motivo de la efeméride, la compañía desarrolla una campaña durante el 2022 en todos sus barcos, con los que agradece la confianza y la fidelidad de los pasajeros, entregando diferentes obsequios y regalos.
Como no podía ser menos, el Seven Seas Splendor brilla también en su oferta gastronómica. En concreto, tiene cinco restaurantes en los que se sirven comidas de países como Francia e Italia -en el Chartreuse y La Veranda, respectivamente- o especialidades como en el Prime 7, dedicado a platos de asador, o el comedor más grande, el Compass Rose, donde hay una amplia variedad carta de cocina europea -desde saludable hasta menús de cocina de diseño-, con la peculiaridad de que la comida se sirve en platos diseñados por Versace. En el detalle, está el gusto.
El buque cuenta con cinco restaurantes de cocina internacional, que sirven sus comidas en platos de Versace
Especialmente llamativo es el restaurante Pacific Rim, en el que los pasajeros pueden degustar la mejor comida de fusión asiática. Gestionado sólo por mujeres, tanto en la cocina como en el comedor, lo realmente llamativo es la escultura de un gran dragón que da la bienvenida a los comensales. Sin duda, uno de los puntos predilectos para sacarse fotos.
Además, hay una cafetería junto a la que se pueden encontrar tres mesas especialmente habilitada para los apasionados de armar puzzles, siempre degustando una taza del mejor café.
Un teatro y la mejor música
Después de la cena, por la noche, los pasajeros pueden disfrutar de las mejores actuaciones y espectáculos musicales, en el Constellation Theatre. Un maravilloso teatro de dos pisos, lleno de glamour, que recuerda el ambiente que se vivía en las salas de jazz de la década de 1920-1930, como el famoso Cotton Membership de Nueva York (Estados Unidos).
Sillones tapizados en azul, con mesa de madera y lámpara en el medio, luz tenue y el mejor acompañamiento musical. No se puede pedir más.
En el barco se reparten tres salas: la Splendor Lounge, la Meridian Lounge y la Statement Lounge. En todas ellas, se ofrece música en directo, y disponen de cómodos asientos en los que poder relajarse, charlar, disfruta de un entretenimiento tranquilo.
En el bar, se puede encontrar la mejor selección de bebidas de primeras marcas, así como una carta de cócteles preparados al instante para los clientes.
Especial mención merece la Statement Lounge, no sólo porque es la que mayor extensión tiene de todo el crucero, sino porque ofrece unas vistas espectaculares desde la parte delantera de la cubierta 11.
El ‘Constellation Theatre’ ofrece los mejores espectáculos musicales y recuerda a un membership de los años 20
Para aquellos que gustan de probar suerte y deseen jugar -incluso con otros pasajeros-, el Seven Seas Splendor tiene un on line casino en el que se puede elegir entre diferentes juegos como el 21, la ruleta, el póker, los dados y las tradicionales máquinas tragaperras.
Para los más deportistas
Por otro lado, para los que tienen la práctica de deportes entre sus aficiones, entre las instalaciones se puede encontrar un gimnasio, donde los pasajeros pueden usar el equipo de cardio y musculatura disponible en la sala de health e incluso acceder a las clases en grupo del Movement Studio.
Sin embargo, si se prefiere el ejercicio al aire libre, en la cubierta de deportes hay una pista de atletismo , así como con una pink y un pequeño campo para la práctica del golf, una cancha de paddle, tejo y campo de bochas.
Tras el esfuerzo, nada mejor que relajarse en el Canyon Ranch Spa, ubicado en la cubierta 5, donde además de hacer uso de la hidroterapia, también podrán optar por los tratamientos terapeúticos corporales, faciales y de algoterapia ofrecidos por el mejor servicios de profesionales.
En lo que a la acomodación se refiere, el Splendor dispone de la Suite Regent RS en la cubierta 14, que tiene vistas a la proa y cuyo tamaño se puede asemejar al de un piso de lujo, con una superficie de 412 metros cuadrados -120 destinados a la terraza privada exterior- . La mayor parte de las paredes son grandes cristales, a modo de ventanales, que van desde el suelo hasta el techo, por lo que las vistas son realmente excepcionales, por lo que la luminosidad es otra de sus características. Tiene un gran recibidor desde el que se divisa el mar y con un amplio salón donde hay detalles como un piano de cola o un cuadro de Picasso, entre otros. Desde el mismo, se accede a una de las habitaciones y justo en la parte opuesta, a la izquierda de la entrada, está el dormitorio principal.
Por último, cabe resaltar la filosofía de servicio al cliente establecida por la compañía, que se basa fundamentalmente en anticiparse a sus necesidades, para que se sienta plenamente atendido. El objetivo es que viva una experiencia inigualable en un entorno lujoso y con un ambiente relajante.
El ‘Silver Endeavour’ debuta hoy en La Luz
Hoy se produce otro debut en el Puerto de Las Palmas, con la primera escala del Silver Endeavour, de Silversea Cruises, y consignado por Marmedsa: de nuevo, un barco inaugurado en 2021, con tantos pasajeros como tripulantes (200). Con una eslora de 165 metros, el Silver Endeavour es un rompehielos de lujo, especialista en travesías polares, y que en estas fechas llega a la ciudad procedente de Marsella (Francia), en una escala de pasajeros en tránsito con destino a Montevideo (Uruguay). Su naviera presume en este caso del «barco de expedición más lujoso jamás construido», en el que todo su pasaje debe estar vacunado contra la covid-19. Por su parte, La Luz recupera los domingos de cruceros, tan característicos de su temporada alta en el Muelle Santa Catalina. El próximo domingo (23 de octubre) dos buques realizarán escala en la ciudad: el Mein Schiff 2 y el Spirit of Discovery. Paso a paso, el ritmo de atraques de grandes barcos de recreo se intensifica en la ciudad, en atención a las previsiones de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. | LP/DLP
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